Por Daniel Vargas Minerbi Después de explorar las tierras y costas ligures, lombardas y piamontesas italianas por casi 50 días, y de regreso ahora empezaré otra etapa desde las tierras del condado de Maricopa, enfocándome en los atractivos culturales de La FIniquera. Después de casi 39 años de vivir en el Valle del Sol, he tenido muchos momentos de disfrutar los lugares y comunidades culturales de este gran lugar que hace más de 800 años fue dotado de canales de agua por las culturas prehispánicas que lo habitaban. Eso marcó el contorno y distribución de sus barrios, ciudades y zonas que hoy lo conforman. Se distinguen alrededor las diferentes elevaciones como Camelback Cholla Trailhead, Papago, South Mountain, McDowell Sonoran Preserve, Lookout Mountain Preserve, Phoenix Mountain Preserve, Piestewa Peak entre otros. Sería interesante encontrar los nombres prehispánicos de todos estos sitios elevados, así como el Río Salado, Tempe Lake de los pobladores Hohokam que planearon estos canales por allá en el año de 1300 DC. SIn embargo sus amaneceres, atardeceres y saguaros han trascendido los tiempos. Una visita al Museo Heard es esencial para iniciar este recorrido, con una mezcla cronológica del arte de los pueblos Akimel O'odham (Pima), Maricopa, Yavapai, and Yaqui, además de los Hohokams, en esta región. Las obras textiles, cerámica, piedra, metal, madera, cestería, etc., tienen una riqueza, colorido con sus estructuras geométricas que provee la naturaleza de esta región. Los símbolos del agua, fuego, cielo y tierra están perfectamente reflejados en la mayoría de sus piezas. Cada vez que visito este museo, me transporta a mis idas al Museo de Antropología e Historia de la CDMX. Sus salas permanentes y temporales lo hacen un lugar muy importante para empezar a entender cómo se ha formado y continúa desarrollándose este gran espacio y sus diferentes culturas. Otro detalle no menos importante es la fragmentación que hay de las reservas nativoamericanas y los asentamientos más modernos desde el estilo de viejo oeste en Scottsdale, la faja de las granjas y ranchos pegados a South Mountain por las calles Baseline y Buckeye, el escondido pueblo yaqui de Guadalupe, así como los asentamientos suburbanos de Tempe, Chandler, Gilbert, Glendale y otros más suburbanos como Fountain Hills. La visita al mirador de Fountain Hills me recuerda un paisaje realizado por el gran pintor mexicano José María Velasco. En esta vista se pueden apreciar muchas terrazas diferentes de casi todo el Valle del Sol, como el paisajista mexicano lo hizo con el Valle de Anáhuac. Los pequeños museos y zonas arqueológicas de Casa Grande, Montezuma Castle y el mismo museo de Fountain Hills, entre otros, le dan al visitante otra perspectiva temporal y geográfica de esta cuenca. Viajo por el Valle del Sol a pie por el centro de Phoenix, el de Scottsdale, el de Mesa, el de Tempe y descubro muchas historias que este gran lugar ofrece al visitante o residente recién llegado. La herencia hispana colonial también ha traído no solamente nombres, sino barrios, casas y estilos de vida a La Finiquera. En el siguiente número cubriré las zonas del centro de La Finiquera. He visto Jeeps arreglados para viajar por los caminos terraceros de Arizona, así que montémonos a mi Jeep para explorarlos.
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August 2024
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