Por Eloy Villar Argáiz En este breve ensayo expongo las razones por las que creo que Lanzarote es uno de los rincones geográficos más sorprendentes del Archipiélago Canario. Aquí dejo mi testimonio y mis emociones y expongo las razones para justificar que es un lugar maravilloso. Con este artículo quiero acercarme a algunos de los rincones de la Isla de Lanzarote, invitándoos a conocer una de las islas de “la eterna primavera” como se les conocía en los antiguos eslóganes a las Islas Canarias. Pasamos una semana inolvidable en verano de julio de este año y visitamos algunos de los sitios más hermosos de la isla como la Playa de Famara, conocida por sus puestas de sol, la Punta del Papagayo conocida por sus aguas cristalinas y arena blanca o por los Jameos del agua, icono de Lanzarote reconocido a nivel mundial. La isla de Lanzarote es una de las islas más sorprendentes que podemos visitar en el Archipiélago Canario. De edad antigua, (aproximadamente 14 millones de años) pero de piel joven por latitud y cercanía al Sáhara africano, Lanzarote es, en palabras del escritor, Ignacio Romero un desierto de arenas volátiles, un desierto volcánico flotando sobre el mar. El nombre de la isla proviene de un comerciante Lancelotto Malocello ligado a la industria textil genovesa. Fue una isla que sufrió constantes ataques de barcos esclavistas que llegaban a sus costas para raptar indígenas. Debido a su situación geográfica se le considera africana por su origen bereber, su climatología adaptada a la zona y porque tanto agrícola como económicamente se ha tenido que adaptar a la influencia sahariana. Pero también es una isla oceánica, atlántica y volcánica debido sus infinitos poros basálticos y con un viento alisio dominante durante gran parte del año. Al igual que Unamuno, en sus cuatro meses de destierro (del 12 de marzo de 1924 al 9 de julio de 1924) en Puerto del Rosario, Fuerteventura, popularizó la isla, otros ilustres personajes como el diseñador y escultor Cesar Manrique hicieron lo propio con su presencia en Lanzarote. Cesar Manrique (1919- 1992) fue escultor, pintor, diseñador y divulgador de la ciencia. Es uno de los iconos de Lanzarote reconocido a nivel mundial. Cimentó su popularidad a través de rincones naturales emblemáticos como los Jameos del Agua, el Mirador del Río, Restaurante el Diablo en el Parque Natural de Timanfaya y el Jardín del Cactus. El jameo es el vocablo utilizado para la abertura que queda tras el desplome que queda de una parte de un tubo volcánico. La luminosidad de los jameos contrasta con la oscuridad que queda en el lago interior. Es de visita obligada. Punta Mujeres es un pueblo costero que tiene la vida de un pueblo risueño más en verano que en invierno, pero las calles suenan a niños y jóvenes chapoteando en el agua en sus inmensos charcos conocido por sus piscinas abiertas al mar. El risco de Famara es un acantilado de pared natural que marca el límite noroeste de la isla que nos muestra la grandeza y majestuosidad de una pared de más de 500 metros de altura y desde donde podemos divisar el archipiélago Chinijo, los islotes del norte y las comarcas del Jable. En la playa de Famara se puede practicar el sur y las puestas de sol son idílicas. En el pueblo de la Caleta de Famara se pueden probar las papas arrugadas con mojo, el gofio o la cazuela de gambas. El gofio es un alimento básico en la dieta de las Islas Canarias desde la época indígena hasta la actualidad y puede ser de millo, trigo y cebada. Está compuesto por cereales tostados y molidos. Risco de Famara Puesta de sol en la playa y caleta de Famara El territorio sureño de los Arajes es la parte más antigua de la isla rondando los 14 millones de años. Allí se ubica el yacimiento arqueológico de San Marcial del Rubicón lugar donde los conquistadores de la isla, Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle instalaron su campamento de conquista a principios del siglo XV con una torre defensiva y la iglesia de San Marcial, primera sede religiosa en las Islas Canarias diócesis rubiscense bula papal del 7 de julio de 1404 de Benedicto XIII. La cercanía de la costa y los continuos ataques de piratas terminaron por hacer desaparecer este poblado. Es un amplio territorio montañoso y aislado que invita a la calma. Se pueden acceder a las playas de los Ajaches o del Papagayo famosas por su arena blanca y agua turquesa en la esquina sureste de la isla. De allí parten ferris hacia Fuerteventura. Las erupciones de Timanfaya (1730-1736) marcaron un antes y un después en el devenir de la isla. Es un lugar que evoca a otro lugar como si estuviéramos en Marte o en la Luna. Dicha erupción del siglo XVIII cubrió buena parte del centro y oeste insular en cinco años. En los últimos 600 años no había habido en Canarias una erupción volcánica de tal magnitud. Más de 20 bocas eruptivas y más de 15 pueblos quedaron sepultados por las coladas y conos volcánicos. Entre ellos Chimangafa (de ahí deriva el nombre del parque nacional de Timanfaya) Tingafa, Santa Catalina, Mancha Blanca, Candelaria, y otros muchos más. Se perdieron vegas agrícolas. Desaparecieron plantaciones, cosechas y zonas de pastoreo muy al estilo del Danubio . La población tuvo que emigrar hacia otras partes, hacia otras islas canarias e incluso a América y a Filipinas. La economía se vió seriamente dañada y en algunos casos poblaciones como San Bartolomé, Teguise o Tías incrementaron su densidad demográfica. El territorio de Timanfaya quedó inerte y estéril por las coladas. La visita es de gran impacto ante el mar de lava. El término malpaís se denomina a un campo de lava reciente con una superficie tortuosa, estéril y árida. VIDEO 1 PARQUE DEL TIMANFAYA Este video da muestra de los múltiples episodios volcánicos que asolaron a la isla volcánica. VIDEO 2 RUTA HASTA EL VOLCÁN DEL CUERVO El Laijal es el término utilizado para designar las las lavas cordadas o coladas pahoepahoe propias de esta geografía. Es curioso cómo el ser humano tuvo que adaptarse a la geografía del lugar por medio de paredones o amontonamientos de piedras y ripios (piedras muy pequeñas); expertos labradores que cultivaban así la tierra con más facilidad y con cierta armonía. El premio Nobel de literatura José Saramago residió en el pueblo Tías desde 1993 hasta su fallecimiento en 2010. Dejó muchas de sus vivencias escritas en la isla en sus Cuadernos de Lanzarote, diario en cinco libros. Buena parte de su producción literaria la hizo en la isla incluyendo el Evangelio según Jesucristo que escribió en Tías y con el que recibió el premio Nobel. A mí la que más me impactó de él y por el que le recuerdo es El año de la muerte de Ricardo Reis (1985). En El año de la muerte de Ricardo Reis, el personaje principal, Ricardo Reis, regresa a Portugal desde Brasil en 1935 al enterarse de la muerte de Fernando Pessoa. Luego confesará que no ha sido la muerte de Pessoa lo que le ha hecho volver a Portugal sino la cobardía y el miedo. Ya en Lisboa, busca un hotel sencillo y al poco tiempo, inicia sus vagabundeos por una capital sombría y hambrienta bajo la atenta mirada del espectro de Pessoa, poeta que finalizará absorbiéndolo. Es la Lisboa de los años treinta y el soporte de la novela son los terribles acontecimientos que se inician en la década: la rápida ascensión del Hitler y el nazismo al poder en Alemania, el imperio marioneta de Mussolini haciendo estragos en Abisinia, el Frente Popular en Francia, la consolidación del régimen de Salazar y como no la sublevación del 18 de julio de 1936 en España. En el hotel Ricardo Reis reinventa la Lidia de las famosas Odas a Lidia de Pessoa, el poeta que escribe mejor que yo, y a Macenda una muchacha con la mano paralizada que le tienta a abrir un consultorio. El doctor, un exiliado que fue infeliz en Brasil y ahora un desplazado en su propia tierra, encuentra en sus encuentros con Lidia y Marcenda un respiro a su peregrinar agónico. Poco a poco la tragedia lo envuelve y los ecos de la guerra civil española y la proximidad de la europea empiezan a hacer mella en su espíritu. La visión agridulce de Saramago, con su humor corrosivo, cínico y pesimista acaba imponiéndose y arrastrando a Reis hacia un devenir idéntico al de Lidia. La casa Museo-Biblioteca José Saramago reside en Tías y la visita merece la pena a cargo de las guías tan simpáticas con las que cuenta la Fundación Saramago. Eloy Villar visitó la Casa Museo Biblioteca. VIDEO 3 BIBLIOTECA JOSÉ SARAMAGO Existen pequeños rincones geográficos en cualquier parte del mundo que transmiten sensaciones únicas e incluso que te emocionan cada vez que los visitas y este es uno de ellos.
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AuthorVisita del Dr. Eloy Villar Argaiz con Peregrinos y sus Letras en Fexam Media ArchivesCategories |