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sApreciación de Saúl Holguín Cuevas
En estos días difíciles de rabia racista contra los emigrantes, conviene recordar un libro que trata el tema. Advierto que no es para almas sensibles. Durante el s XX el escritor francés, Boris Vian fue, como su anagrama [1] implica, un Navegante del Mundo (Navis Orbi): un insaciable, todo un fenómeno: ingeniero, actor, inventor, pintor, director de una disquera, cantante, coleccionista de autos, trompeta, cantante y sobre todo escritor: novela, poesía, traductor, guiones de cine y televisión, canciones, libretos de ópera y su delirio, crítica de jazz que le permitió forjar una amistad con Duke Ellington, inclusive el jazzerero pasó unos días en la casa de Vian, en París. Todo esto en escasos, pero fogosísimos 39 años de vida. La pregunta pulsante: ¿será posible, sin haber puesto un pie, escribir una novela de un país agigantado (más de 9 millones de kilómetros cuadrados) como EE. UU., este país continente que el autor nunca conoció? El cuento va más o menos así. En una charla un amigo editor se quejó con Vian de la crisis en el mundillo del libro, ya que el público prefería traducciones al francés de novelas policiacas norteamericanas. El escritor, que pecaba de todo menos de creativo, le dijo que él iba a traducir una. Lo que no le dijo es que no había tal cosa. Vian escribió una novela en francés y la hizo pasar como si él \ fue el traductor de Escupiré sobre vuestras tumbas. Agigantó el cuento al atribuirle la autoría a un tal Vernon Williams, afroamericano que dizque huyó del racismo para refugiarse en Francia. Mentira, Williams fue un quimera de la fecunda imaginación de Vian. Fue tan convincente el embuste que él mismo Le Monde, el mejor diario en idioma francés se comió la mentira, burla que nunca perdonaron. Escupiré es una novela tremendista, con abundante sexo y violencia, ignoro porqué Hollywood la ha ignorado hasta hoy. Delata influencia de la literatura y el cine negro, de entre otras novelas, El halcón maltés (1930; al cine, 1941) del que se considera el padre de la novela negra, Dashiell Hemmet, y de El sueño eterno (Farewell, My Lovely, 1946; en la pantalla 1945; 1975) de Raymond Chandler. Así mismo bebió del libro Escenas de la vida futura (1930) de Georges Duhamel, donde el autor advierte que Francia se está volviendo, Una sociedad donde todos se parecen, sin individualidades, sin iniciativa, sin carácter, sin apreciación estética. En 50 años [para 1980] todos seremos esclavos e idiotas; como en EE. UU. En la novela un muchacho simpático, birracial, afro y europeo, gracias a su cabello rubio pasa por blanco. Esto le permite convivir con adolescentes pecaminosos, de raza blanca, en un pueblo del afiebrado Sur racista estadounidense (Alabama). Ahí, entre bacanales planea la venganza. Una turba de blancos linchó a su hermano menor y golpeó a su otro hermano por pretender a una chica que no era de su raza. La venganza es terrorífica, elige dos bellas hijas de un rico terrateniente que explota a los trabajadores en sus cañaverales en las Antillas, las seduce y las mata de la forma más cruel. Sobra decir que un libro tan polémico es casi imposible de encontrar en EE. UU. Puede hacerse de una copia usada en Amazon por cien dólares, en español no hay problema en utvm.edu.mx lo puede leer, disfrutar o padecer, gratis. Quizá el mayor reconocimiento para un autor francés, aparte del Nobel, es que la Bibliotèque Pleiade publique su obra completa. A pesar que algunos de sus libros fueron rechazados por las editoriales, y denigrados por la crítica. El honor de ser admitido a la Pleiade le fue otorgado a Vian en 2010. Atrás quedaron los contratiempos, en 1948 el gobierno prohibió Escupiré por, Ultraje a la moral y a las buenas costumbres, además le impuso una pesada multa de cien mil francos. Dice la leyenda y la historia que cuando adaptaban esta novela al cine, no hubo acuerdo y el escritor se desligó del proyecto. El 23 junio 1950, durante el estreno de la cinta J’irai cracher sur vos tombes el autor se encontraba en una sala de cine criticando la película, ahí murió de un infarto. Otros libros locos de Boris Vian, todos de difícil lectura por culpa de una imaginación desbordada: La espuma de los días (1947; película 2013 director Michel Gondry). El curioso hogar y la fortuna de un rico se va reduciendo. El otoño en Pekín (1947). Se dice que esta novela breve no tiene nada que ver ni con Pekín (hoy Beijín), ni con el otoño, es una serie de eventos desconcertantes. La hierba [pasto, zacate] roja (1950). Entre patafísica y surrealista, un estudio de soluciones imaginadas o algo por el estilo. ___________________ [1] O sea que Navis orbis tiene las mismas letras, pero en orden diferente que Boris Vian.
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September 2025
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