GAN
Amigas, amigos[1]: En 1868 John William De Forest retó a los creadores a escribir la gran novela americana: “debe de dar cuenta de la realidad social en toda su complejidad”. Habrá imaginado incluir: al KKK, a los miles de inocentes ahorcados por los patriotas de Lynch, a los millones de muertos y mutilados en las múltiples guerras imperialistas, a los millones de trabajadores desechados, a los millones de despojados de su dignidad, de sus terrenitos, de su cultura, al sicópata Al Capone, al demagogo McCarthy, a los genocidas Nixon, Bushito, ta, ta, tá... Todo un sueño imposible en un país-continente tan grande y tan fecundo. Por lo tanto, no hay acuerdo entre escritores a elegir o marginar. El Gabo afirmó que es La ballena (Moby Dick), difícil contradecir. Otros afirman que es el Gran Gatsby de Fitzgerald, pues celebra el American Dream[2], aunque no conviene aconsejar a nuestros hijos por el camino del anti héroe que enriquece con el contrabando de licores. Todo un Chapo de la Ley Seca. La revista Time encumbra a Freedom de Franzen, El sacrosanto canon GAN, es un término maldito. Hasta la fecha es el endiosamiento de escritores blancos. Excluidas escritoras y minorías (mayorías) étnicas, narrativas experimentales y del lenguaje, drama[3] y cuentos. Por ende, para subsanar un tanto este desaire, propongo veinticinco autores y que mis semejantes me perdonen el atrevimiento y la herejía[4]. Pero, a que debo este afán de leer el GAN. Confieso me atrae el propósito de Calibán[5]. Deseo, al concluir las lecturas (me faltan 10 autores) jactarme de haber leído el canon gringo, tarea que muy pocos nativos estadunidenses han intentado. La atracción también reside en atreverme por la entreverada senda en busca del espíritu de este país guerrero, por el que medio siglo deambulado he. Ruego a los olímpicos me permitan luz y lucidez para concluir el deber. Siglo XIX
Siglo XX
Millenium
[1] Foto: esta maravilla, Trichocereus candicans (Echinopsis candicans), nativa de Argentina la planté hará cuestión de 12 a 15 años, el brazo a la derecha, cerca de la banqueta es la madre de todas las demás, la que está arriba, más inclinada, es el primogénito (primer retoño). [2] El pernicioso mito, prevalente en EE.UU., afirma que cualquier zopenco con trabajo duro y ahorro llegará a Hollywood, a ser millonario o presidente. Lo trágico es que todavía hay millones de desorientados que creen esta patraña (DRAE: Invención urdida con propósito de engañar). [3] Cierto que en la dramaturgia estos pagos nos han negado: un Shakespeare, un Molière, un Chejov, un Aristófanes, un Sófocles pero; contamos con: Arthur Miller, Tennessee Williams, August Wilson, Eugene O’Neill. Pero esto lo dejamos para otra ocasión. [4] Son treinta libros pues incluye una trilogía y un cuartero. Note que dos asteriscos distingues a los que me atrevo a proponer, marginado en las listas tradicionales. [5] Calibán, el personaje del drama La tempestad, de Shakespeare, se esfuerza en aprender el idioma del opresor para mentarle la madre.
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Saúl Holguín CuevasBrevis kurrikulum vitæ Archives
February 2023
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