Por Saúl Holguín Cuevas
Cine italiano 4 Saúl Holguín Cuevas ve la cinta de Paolo Sorrentino del 2013, galardonada con la Palma de Oro en Cannes, escribe sobre ella, pierde el ensayito, ve la cinta otras dos veces, aquí su opinión. --En qué trabajas, pregunta el sarcástico periodista, escritor frustrado. —Soy rica, contesta Ella. —Buen trabajo. En el vórtice de pulsantes nocturnas en fulgurantes discotecas, templos de desahogo y excesos, al ritmo del vulgar traqueteo al son de Mueve la colita, un sarcástico periodista de aceitada lengua, enjuicia arte contemporáneo truculento, entrevista y se harta de presenciar y burlarse de charlatanes e impostores que se embolsan millonadas haciendo banalidades en el teatro, el arte y la medicina milagrosa. Su refugio es visitar fabulosas mansiones antiguas, repletas de invalorables esculturas y pinturas, jardines encantados, fuentes. Es autor de una novela por todos alabada, escrita allá en una lejana juventud napolitana, trabajo que ya no se puede repetir en el vaivén de la noche romana, laberinto del desengaño. El reportero tiene todo y más, lana, una criada querendona, un soberbio departamento con vistas a las ruinas del Circo Romano, es vecino de un narco enigmático. Duerme hasta pasado el día medio, rebota de fiesta en fiesta, conoce, usa y desecha mujeres. Harto de este estilo de vida se entera que su primer amor ha muerto, pero que nunca lo dejó de amar, a pesar de vivir toda la vida con otro. Se topa con una pareja que se pasa las noches en casita, viendo la tele, los envidia. Entonces razona que la felicidad, la poca dosis que a veces la vida asigna, se quedó en una lejana playa napolitana, en un postrer beso, le hiere el recuerdo del primer amor que lo abandonó, al parecer sin razón. La cinta inicia con una cita, Viajar es útil, favorece la imaginación, todo el resto es desilusión y fatiga. Mi viaje es imaginario, ahí su fuerza. Va de la vida a la muerte, gente, animales, ciudades, cosas, todo imaginado. Es un romance, una historia ficticia. Así lo dice Littré y él nunca se equivoca. Cualquiera puede hacer lo mismo, basta cerrar los ojos. Está al otro lado de la vida: Céline en Viaje al fin de la noche. [*] Me dicen que el día tiene 24 horas, no me parece en este despeñadero que es la vejez, entre mimar a los nietos, escriturar unas cuantas pavadas y breves reposos, concluyo agotado. Tras la siesta y la dormidera apenas me restan unos latidos para disfrutar la panzona oferta de cine mundial que está a mi alcance gracias al Éter. Propongo La gran belleza, uno de los mejores films disfrutado en estos tiempos azarosos. Seguro que les raspará al recordar que tan breve y dulce fue el primer amor y que tan lejano quedó. Recomendada hasta los tuétanos. * Émile Littré es el autor del famoso Diccionario de la lengua francesa. Su filosofía, El principal deber de un hombre hacia sí mismo es el de instruirse; el principal deber de un hombre hacia los demás es el de instruirlos. Céline fue un escritor francés, un rabioso antisemita.
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Saúl Holguín CuevasBrevis kurrikulum vitæ Archives
February 2023
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