Por Teresa José Creus
Hoy traigo la reseña del libro “Los últimos de la calle”, de la escritora Montserrat Calderón. Es un libro del género costumbrista. Anteriormente había leído de la escritora dos novelas infantiles-juveniles muy buenas. En la portada del libro, además del título también leemos “Un viaje a la memoria del corazón”. Es un viaje al corazón de la escritora, el recorrido sobre las vivencias e historias que reflejan la esencia de una época simple y resiliente. Una época donde las relaciones se forjaban en las plazas, en las fiestas patronales, en las conversaciones bajo el marco de las puertas de las casas. ¿Os preguntaréis de qué época hablamos? De la época de los sesenta-setenta del siglo pasado, da la casualidad que ambas nacimos el mismo año. Aunque la escritora nació en un pueblo y yo en una ciudad. Seguimos hablando del libro: Quien haya crecido en un pueblo conoce el privilegio de explorar un parque infinito, mancharse de barro y dejar que el sol, el viento y la lluvia acariciasen nuestra cara. Regresábamos a casa con las rodillas magulladas y el corazón lleno de historias. Y también fuimos conscientes de la lucha de nuestros mayores por la supervivencia y de las redes invisibles que unían a cada vecino. Sabíamos que siempre habría alguien dispuesto a escuchar, compartir y ayudar. Los últimos de la calle nos transporta de vuelta al barrio que nos vio crecer, donde el aire aún sabe a infancia y a sueños. La escritora nos invita a reflexionar sobre lo que somos, de dónde venimos y cómo esos momentos sencillos moldearon nuestra identidad. Al fin y al cabo, somos la suma de esos instantes y de la impronta que dejaron las personas que nos rodearon. Además en el libro también encontramos otros recuerdos, los cuales son: Las ferias, sus tómbolas con sus muñecas rubias que llamaban tanto la atención, la parada de coco y el olor a almendras garrapiñadas. Juegos, las cartas de familias, baraja española o intercambio de cromos. Tiempo de radio, Radio Hora y el programa de Elena Francis. Los vendedores que vendían en la calle sus productos, verduras, peces. El pregonero. Cuando venían a cobrar los recibos a casa, los practicantes, los de la luz y del agua. Preparar el ajuar. Comprar en cómodos plazos. Los churros de las mañanas de los domingos. Reparadores ambulantes, el silletero, leñero, afilador y el que arreglaba pucheros y cacerolas. La importancia del matriarcado en el hogar, sobre todo las abuelas. Los remedios caseros. El aroma del pan recién hecho. Cuando “convivías” en la calle con tus vecinos. Pasar la tarde cosiendo, ganchillo, el punto de cruz o bordando. El tabaco de liar, los mecheros de mecha anaranjada y los cigarrillos Celtas. El mítico anuncio de las muñecas de Famosa por Navidad, la Nancy, el coserle tú misma los vestidos. La escuela, la botellita de leche originaría de EE.UU, las vacunas, el castigo de rodillas con los brazos extendidos llenos de libros, los cuadernos de caligrafía y problemas Rubio, el Domund. Lo más esperado del colegio: el Recreo, los juegos de niñas eran el pañuelo, el muerto y el corro, los niños jugaban al futbol, balón prisionero, la tabla, chapas, a burro o pegarse. Los alfareros y la importancia del botijo en cada hogar. Cuando los practicantes venían a domicilio. El colchón de lana. Las chuches, el regaliz, Palote, pastillas de burra y caramelos con forma de naranja y de limón. Los diminutos cuentos clásicos, los tebeos como Rompetechos y El Capitán Trueno. Charlatanes y curanderos. Las comuniones, el vestido, los accesorios y el regalo “estrella” el reloj de la marca Festina. La música: Donna Summer, Bee Gees y Miguel Rios. La nochebuena en familia, el calor del hogar, los “manjares especiales”, dulces, villancicos acompañados de la zambomba y la pandereta. El Carnaval. Los Quintos: los chicos llegaban a la mayoría de edad y eran llamados para ir a la mili. Cuando nos comunicábamos a través de las cartas. El despertador de cuerda. Los cines con sesión doble, el NO-DO y de merienda un bocadillo. Cine ambulante, titiriteros y pequeños circos sin carpa. La sardina salá. Blanquear las fachadas para las Fiestas Patronales. Perfumes y jabones, la marca Avon, Maderas de Oriente, Joya, Varon Dandy y Nenuco. La llegada de la televisión y su programación infantil: Los Chiripitifláuticos, Un globo, dos globos, tres globos. Había una vez…un circo, Pipi Calzaslargas, Sandokan, Heidi, Marcos, Mazinger Z, Vamos a la cama. Para adultos: La Clave, El hombre y la tierra, Un, Dos Tres. Grandes Relatos, Colombo, Curro Jimenez y Aplauso. El brasero con la mesa camilla y el brasero eléctrico. El luto. Las lavanderas a la orilla del río o cuando se lavaba la ropa en el patio con media tinaja con una tabla estriada. Los trajes a medida hechos en la sastrería. Esas tabernas, punto de reunión de los hombres. La matanza del cerdo. Las Fiestas Patronales con el encierro de la vaquilla. ¿Lo recomendaría? Claro que sí, me ha encantado, sorprendido, la escritora me ha trasladado a muchos recuerdos de mi infancia. ¿Es un libro para todas las edades? Por supuesto. Los jóvenes alucinarán y a los adultos les ayudarán a soñar con su juventud. Biografía de la escritora Montserrat Calderón Martín Desde muy pequeña, ha sentido el llamado del arte literario. Esta vocación se ha visto reflejada en la publicación de los libros: La villa encantada (poesía para niños), Aire de pueblo (poesía para adultos), presentado en el Festival de Cine y la Palabra CIBRA, y El pequeño aprendiz (poesía para niños). Además, ha participado en una colaboración con fines benéficos junto con otros autores en El pequeño saltanubes, de la trilogía La biblioteca de los sueños. Finalmente, dos novelas del género infantil-juvenil, ¡Menudas vacaciones! y Una pandilla de pacotilla, de la serie Los libros de las musarañas. Ha ganado diversos concursos literarios, entre ellos el premio de poesía Semana Cultural de Burujón (2010 y 2011), el Premio Mendel (2012), el premio de poesía Teresa Enríquez (2013) y el premio de relato Dona tu historía (2014)
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Teresa JoséColaboradora en Mediática, agencia de comunicación cultural y de eventos. Tiene su blog de reseñas llamado Las reseñas de T. J. Forma parte del equipo de dos programas de corte cultural y de uno de misterio en la F. M. Ha sido asesora literaria de la librería Somnia. Colabora activamente con sus reseñas con las mejores editoriales de género negro de España, también asesora a Dédalo Editorial en los proyectos literarios de género negro. Asimismo colabora en el certamen de novela negra Subur Negre que se celebra en la localidad de Sitges. Archives
March 2025
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