Por Violant Muñoz i Genovés
La última puerta antes de la noche, la nueva novela de António Lobo Antunes, es un viaje al abismo humano, narrado con la destreza y profundidad que solo un maestro puede ofrecer. Inspirada en un espeluznante caso real que conmocionó Portugal, esta obra ficcionaliza el brutal asesinato de un empresario cuyo cuerpo fue disuelto en ácido sulfúrico. No hay cuerpo, no hay crimen, dice la consigna. Pero sí hay conciencia, culpa, historia... y eso es precisamente lo que explora Lobo Antunes. El autor se sumerge en la mente de los cinco implicados —incluidos dos abogados—, y desde ahí nos arrastra por un entramado de móviles, traumas y secretos que poco a poco van revelando una sociedad enferma de cinismo y ambición. Cada voz es un mundo, y cada mundo, una grieta por la que se cuela la oscuridad. La novela no es un thriller convencional, sino una disección psicológica tan perturbadora como reveladora. Antunes pule aquí un estilo que le es propio: introspectivo, polifónico, denso, pero al mismo tiempo cargado de musicalidad y poesía. Sus frases, en ocasiones fragmentadas como los recuerdos rotos que narra, nos obligan a leer con pausa, casi con devoción. Como en sus libros anteriores, la forma es tan importante como el fondo: cada palabra parece elegida con bisturí. El lector no encuentra consuelo fácil ni respuestas cerradas. En cambio, accede a una galería de pensamientos entrecortados, obsesiones, miedos y delirios. El juicio que se avecina es solo el marco narrativo; el verdadero juicio ocurre dentro de cada personaje. Y, en última instancia, también dentro del lector. ¿Qué nos convierte en monstruos? ¿Dónde empieza el mal y qué lo alimenta? A pesar de su crudeza, hay belleza en esta novela. Una belleza sombría, sí, pero belleza al fin. Lobo Antunes es capaz de encontrar poesía incluso en la infamia, y eso es lo que lo distingue de otros escritores de novela negra o realismo brutal. Como ha señalado la crítica internacional, su literatura es una experiencia sensorial e intelectual sin parangón. La última puerta antes de la noche no es una lectura ligera. Exige atención, tiempo y disposición emocional. Pero quien se adentre en sus páginas será recompensado con una historia poderosa, escrita por una de las voces más originales y lúcidas de la literatura contemporánea. Leerla es aceptar un desafío, y también una invitación a mirar donde no queremos mirar. El contexto biográfico del autor no es menor. Psiquiatra de formación y veterano de la guerra de Angola, Lobo Antunes ha vivido la violencia de cerca, tanto en el cuerpo como en la mente humana. Su literatura es el eco de esas experiencias, y en esta novela se siente con particular intensidad. Hay una crudeza clínica, pero también una compasión callada que atraviesa los relatos de estos hombres rotos. Con La última puerta antes de la noche, António Lobo Antunes no solo confirma su lugar entre los grandes escritores europeos, sino que lo amplifica. Es una obra para lectores exigentes, sí, pero también para quienes creen que la literatura debe sacudir, interpelar y, quizás, redimir. Un libro que no se cierra al terminar la última página, sino que permanece como una herida abierta en la conciencia.
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Violant Muñoz i Genovés
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July 2025
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