Por Violant Muñoz y Genovés Un sádico asesino está sembrando el terror en la comarca del Empordà y, al parecer, no tiene intención de parar. El mal seguirá extendiéndose mientras nadie sea capaz de frenarlo. Vuelve Nico Ros con un oscuro caso de secretos del pasado. El carismático detective barcelonés (Marismas) acude de nuevo a la costa Brava a investigar la desaparición de un inspector destinado a dar con el culpable de un macabro crimen. Una granja lúgubre, una ermita escondida, mensajes esotéricos y un sádico modus operandi convergen en un impactante thriller escrito a cuatro manos, entre madre e hijo. Como ya consiguieron en su prometedor debut, Beatriz Roger y Luiso Soldevila vuelven a sumergir a los lectores en una historia estremecedora que difícilmente podrán olvidar. Nadie podía imaginar un final así para un granjero del Empordà. Ni siquiera el comisario Narváez y los suyos, acostumbrados a tratar con lo peor de la condición humana. Pero el macabro crimen que descubren en un granero es solo el comienzo de un caso que los llevará al límite de sus fuerzas. Deberán hacer todo lo posible por evitar que el mal triunfe, a la vez que la amenaza también se cernirá sobre ellos. «...Recuerda ahora su primer pensamiento de entonces: todo se paga. Siempre se paga...» El inspector Pàmies, a cargo de la investigación del macabro crimen, desaparece sin dejar rastro, y es entonces cuando el detective Nico Ros, todavía convaleciente de las heridas causadas por el desenlace de Marismas, se suma a una búsqueda sin tregua para dar con ese difícil pero muy querido miembro del equipo. ¿Estaba Pàmies preparado para investigar un caso de ese calibre? ¿Se habrá dejado llevar por su tendencia autodestructiva? Mientras tratan de dar con él, no pueden olvidar que hay otra caza en marcha: la del asesino que está dispuesto a todo para cumplir con su venganza. «...El normalmente osado inspector siente un miedo cerval que recorre su cuerpo. ¿Qué tipo de mal ha urdido esta dantesca puesta en escena?...» Una granja lúgubre, una ermita recóndita, silencios sospechosos, alianzas desconocidas, un circo que esconde más de lo que enseña, mensajes esotéricos, secretos enterrados... A esto y más se enfrentarán Nico y sus compañeros, mientras el veterano agente sigue en paradero desconocido y el miedo se cierne sobre los habitantes de Llafranc y otros pueblos de la comarca ampurdanesa, inundándolos de oscuridad. «...Sabe que es un desastre. Un suicida. Pero la muerte no lo asusta. Es una vieja amiga, con la que camina de la mano desde hace mucho tiempo...» Padrenuestro conquistará a los lectores aficionados a los thrillers de alto voltaje, las novelas policiacas y de detectives, y también a todos los que esperan que una ficción criminal les aporte mucho más que la resolución de un caso. La tensión narrativa crece a medida que la investigación de Nico Ros se complica, y es que infinidad de elementos convierten la historia en un apasionante rompecabezas lleno de suspense: crímenes macabros con una sádica puesta en escena, pistas relacionadas con el mundo esotérico y las creencias religiosas, además de una subtrama que nos traslada hábilmente al pasado de las víctimas y los posibles implicados. La narración de Beatriz Roger y Luiso Soldevila llama la atención desde el primer instante, sin dejar que decaiga el interés y, aunque parezca que poco a poco se revelan las claves para la resolución de la trama principal, diversos giros irrumpirán de forma inesperada. Es ese factor sorpresa el que dejará al público con la sensación de haberse dejado atrapar por un thriller magnético. «...Un pensamiento, una sensación incómoda, tratan de abrirse paso en su mente y advertirle. Su pistola. Maldita sea. La pistola...» En su primera novela, dieron a conocer al carismático Nico Ros, sus conflictos internos, la tragedia que le afectó y cada uno de los personajes que forman parte de su universo. En Padrenuestro, las relaciones de Nico con los demás agentes consiguen afianzarse. No son, en ningún caso, personajes estereotipados, sino más bien policías que han sufrido y que siguen sufriendo por las tragedias ligadas a su vida personal o por las dificultades de su labor como investigadores. Tampoco aquellos sobre los que debe caer todo el peso de la ley encarnan la maldad sin más. Hay, sobre todos ellos, un sólido trabajo destinado a plasmar sus emociones y motivaciones, incluso, las menos loables. Asuntos como la venganza, los celos, la ambición, la lealtad, los desengaños amorosos, el maltrato y los secretos familiares tienen cabida en Padrenuestro. De nuevo, Beatriz Roger y Luiso Soldevila han ideado una magnífica historia en la que la naturaleza y el paisaje tienen mucho que decir. Esa atmósfera de misterio contrasta con la imagen idílica y vacacional que muchos lectores tendrán de poblaciones como Llafranc, Palafrugell, Esclayà y Begur o de enclaves tan singulares e inhóspitos como la iglesia de Santa Coloma de Fitor. Los lugares elegidos tienen significado por sí mismos. Además, si en Marismas el mar era cómplice de intrigas, en Padrenuestro estas se acrecientan cuando hay tormenta, niebla o sopla la tramontana. «...Él también lo huele. Como todos los lugareños. El viento se está levantando despacio. Con disimulo. Va a tomarse su tiempo, pero se hará con todo cuando desate su furia. El frío húmedo que reina en la noche no es más que un anticipo del temporal que se avecina. Igual que el crimen del granero...» Beatriz Roger y Luiso Soldevila son madre e hijo. Su pasión compartida por la ficción en cualquiera de sus manifestaciones, literatura, series, películas, etc., los llevó un día a plantearse escribir una novela a cuatro manos de la que Marismas (2022) y Padrenuestro han sido los resultados. ¡De momento!
©Violant Muñoz i Genovés ©Mediâtica, agencia cultural
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