Por Royina Arróniz DUMAS es una banda de la Ciudad de México. El pasado 28 de enero lanzó su EP D.M.E.N.T., el cual incluye las canciones: Nada que cambiar, Tú, Bahía Láctea, Mar y Tal vez solo eras tú en ritmos que van del pop alternativo a baladas psicodélicas. Sus canciones no solo son de esas que se instalan en el cerebro y uno va sin darse cuenta tarareando a lo largo del día, sino que algunas de ellas dan espacio al violín y el saxofón los cuales aportan un timbre diferente a la instrumentación acostumbrada en el pop. Los integrantes del grupo son Daniel Sánchez (bajo), Diego Sabbagh (guitarra líder), Bruno Ruíz (sintetizadores y violín), Rubén Gallegos (producción y percusiones) y Emiliano Rodarte (guitarra rítmica y voz). Tuve la oportunidad de conversar con ellos el día del lanzamiento de D.M.E.N.T. Los integrantes de DUMAS se reúnen para festejar entre amigos el lanzamiento de su EP D.M.E.N.T., —A pesar de la pandemia, queríamos hacer una pequeña reunión en agradecimiento a quienes pusieron su talento para ver este sueño realizado— dice, Rubén, mientras debajo del cubrebocas se adivina una gran sonrisa. Los ojos de los integrantes de la agrupación se encienden cuando les pregunto lo que significa para ellos pertenecer a DUMAS. —Nos hemos vuelto como hermanos— responde Emi; —Son mis mejores amigos, la gente con la que mejor la paso—, remata Sabbagh. —Yo he cambiado para bien— tercia Dany y luego cuenta que debe su amor por la música a su hermano, quien desde pequeño le enseñó a tocar la guitarra. Hacer este disco le hizo darse cuenta de lo que le faltaba por aprender en el ramo musical. Bruno estudia piano y violín en la Escuela Superior de Música, los demás hacen bromas sobre su oído absoluto, él ríe y se defiende. Una vez recuperada la seriedad, trata de poner en palabras el significado que tiene para él la música —es felicidad, unión, es amor—. También es libertad y una forma de expresión, me da paz, a mí me saca de la monotonía, me acompaña, es buenísima para ligar, gritan mezcladas las voces de los demás. No queda sino reír con ellos, así como reconocer la enorme pasión por su trabajo, la cual viene de muy dentro. Emi y Sabbagh estudian guitarra clásica juntos, Sabbagh bromea sobre las letras de las canciones, molesta a Emiliano revolviendo su pelo chino, —Este señor es todo un romántico—. El leitmotiv del disco es el amor en la voz de Emi —de pronto me llega la inspiración y escribo— responde y se ruboriza. —Las canciones suenan bien porque todos son grandes músicos, sin las ideas de Ruby y sus montones de horas de trabajo por ejemplo, tal vez estas canciones sonarían muy planas—. —La producción implica horas encerrado en el pequeño estudio escuchando las canciones y trabajando en su arreglo, decidiendo si un instrumento puede enriquecerlas, si un riff suena bien acá o allá, si las voces se oyen mejor de una manera u otra, en fin, mucha paciencia y luego lograr el consenso de todos, explica Rubén—. Los DUMAS están por lanzar el video de su canción Mar, dirigido por su productor visual Fernando León. Esperan la normalización de la vida tras los puntos álgidos de la pandemia, pues extrañan la adrenalina de tocar en vivo, les emociona ver a la gente bailar y cantar con ellos. Quieren llevar de nuevo su energía a otros porque al final: ¿Seríamos los mismos sin música?
D.M.E.N.T. puede escucharse desde las principales plataformas de streaming como Spotify, Apple music, Deezer y Youtube. Síganlos en el siguiente enlace https://linktr.ee/DUMAS_, en su página www.dumas.com.mx y en sus redes sociales IG @dumas.oficial FB @dumasmx.
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Vea el video "Sansa Kroma" interpretado por el Coro Desert Garden Singers del Distrito de Glendale
Por Mireya Carpenteiro Muñoz
Una y otra vez vemos en la naturaleza, cómo los animales cuidan de sus críos con ahínco, perseverancia y paciencia. Como predadores no solamente buscan el alimento propio sino también el de su descendencia para preservar la especie. Es en este acecho constante en el que el predador llega a ser predado por otro animal más grande y aquellos cachorros, oseznos o polluelos que se quedan huérfanos defendiéndose por sí mismos de las inclemencias del tiempo o de otros animales de los cuales son comida fácil. Este predador en nuestros tiempos ha sido identificado como un virus al cual nuestros gobernantes le han querido poner fecha con principio y fin como una Copa Mundial o un Festival Musical más en Coachella. Insisten en pretender que ya se fue sin reconocer que sigue acechando. Es la falta de sentido común que a muchos les falta especialmente a los que están en el poder. El físico español José Ignacio Alatorre insiste en que no importa que tan inteligente seas y cómo lo quieras demostrar-sabiendo todo lo que hay que saber en este mundo-si no tienes sentido común, ya valiste. Una de las tantas inverosímiles movidas de estos tiempos es querer tratar a los niños como pinos de boliche. Se espera que ellos se queden con sus mascarillas puestas y se mantengan en sus pupitres y en línea a seis pies de distancia aparte. Los libros sin comentar, los paquetes de útiles sin compartir. Nuestros juegos “Doña Blanca”, “A la víbora de la mar”, “Jugaremos en el bosque”, o simplemente “Tú la traes” o “Fútbol soccer”, no más. Los principios básicos que se nos enseñaron a todos de compartir, de incluir y de jugar en armonía están siendo devorados por el virus predador. El simple hecho de pensar en querer mandar a los niños bajo estas condiciones es un asesinato. Pero claro, hay otras opciones. Viviendo en el país más rico del mundo podemos enseñar en línea, por computadora. Y una vez más nos damos cuenta de que el más fuerte saldrá avante. Muchos de nosotros tenemos el privilegio de tener internet como agua corriente o electricidad y ni pensamos en que es un privilegio que otros no tienen. Cuando la madre de tu estudiante te habla y te dice, “tengo tres trabajos y soy madre soltera, y la compañía que ofrece internet a buen precio no me quiere dar el servicio por no tener seguro social”. Tus grandes planes de educadora del gran currículum establecido por los que saben todas las diferentes maneras de presentar en línea tales como: google classroom, dojo, GEO y demás se vienen al suelo. Por más que tratas de ayudar, más te das cuenta que nuestra comunidad se está pudriendo y yendo al traste por falta de líderes con sentido común. En una aldea de Ghana en África se canta una canción titulada “Sansa Kroma” en la que un halcón (Sa[n]sa), trata de robar polluelos que han quedado huérfanos. El significado de este canto es que en una aldea de Ghana, nunca los más indefensos sufrirán pues serán cuidados por el resto de su familia y su comunidad. Y me pregunto, ¿y quién cuidará a los polluelos ante este virus? No podemos quedarnos con las manos cruzadas, tenemos que actuar cuidándonos y protegiendo a quienes más amamos. Aún cuando nuestras puertas estén cerradas, abramos nuestro corazón y miremos las necesidades de otros y ayudémonos como comunidad. Albert Camus en su novela La plaga reflexiona que en tiempos de pestilencia hay más cosas que admirar que despreciar. No necesitas ser un médico como el Dr. Rieux para darte cuenta de que todos podemos ser sanadores de alguna manera u otra. Si tenemos a bien ver este virus predador extinguirse, saldremos más sabios, más fuertes, más generosos, más pacientes, y nuestros niños, nuestros polluelos, con más carácter y amor por los demás. Aquellos que no pudieron ver este fin, descansen en paz sabiendo que nuestra comunidad cuidará de los más indefensos. En honor a los que han perdido la batalla contra el coronavirus les presento Sansa Kroma interpretado por el Coro Desert Garden Singers del Distrito de Glendale. Este coro es un setenta por ciento hispano y está compuesto de niños de segundo y tercer grado. El canto fue interpretado en el desayuno anual de César Chávez en 2016. En África los niños tienen múltiples juegos con piedras y cantan este canto. Los niños de Glendale presentan un ostinato rítmico con piedras y cantan a dos voces en akan, uno de los idiomas ghaneses. Al final, entregan sus piedras con su nombre a todos los miembros de la comunidad presentes incluyendo el alcalde de la ciudad de Glendale, esperando que sea esta comunidad la que los cuide cuando así lo necesiten.
Intermezzo de Manuel M. Ponce - Inerpreta José Carlos Salazar
Por José Carlos Salazar
Soy José Carlos Salazar y tengo el honor y privilegio de ser el editor de la sección musical para Peregrinos y sus letras. Mis grandes influencias siempre han incluido la literatura y la música. Tengo la fortuna de poder trabajar en ambos campos como pianista concertista y docente. Desde muy chico tuve una gran afinidad a las artes y con el tiempo tuve la suerte de emprender un camino de estudios enfocados en música y literatura. Mis años de infancia los pasé en un pequeño pueblo llamado Rincón de Romos dentro del estado de Aguascalientes en México, donde crecí rodeado de un ambiente muy cálido con mi abuela materna. Fue allí donde nació mi gran amor por la música y comencé a estudiar en los talleres públicos de casas de cultura del país. Mi abuela siempre tuvo una inclinación a la música lo cual siempre me fascinó a pesar de no tener gran acceso a conciertos. A partir de los quince años decidí dedicarme al mundo de la música ingresando a la una academia de música en Aguascalientes, México. Desde esos años tuve una insaciable sed de aprender sobre el arte de los músicos, compositores y escritores mexicanos y sobre todo de la relación entre la música y la literatura. En la ciudad estudié en la academia que llevaba el nombre de uno de los compositores más importantes de la historia de México, Manuel M. Ponce, y que fue originario de la misma ciudad. Ponce fue desde mis inicios una gran influencia para mi desarrollo musical. Al igual que el compositor, siempre he tenido un gran interés por la música de otras culturas lo cual me ha hecho apreciar aún más el patrimonio de mi país en el mundo de la música. Como pianista he interpretado varias obras musicales de Ponce y de los compositores que influenciaron su estilo como fueron Chopin y Maurice Ravel. Al llegar a Estados Unidos siempre me vi necesitado de compartir la gran aportación musical de los compositores latinos y mexicanos que había yo estudiado y que constantemente he incorporado dentro del repertorio de los múltiples conciertos que ofrezco. Y, hasta estos días, me dedico a representar la música de los compositores hispanos en la mayoría de mis presentaciones pianísticas a nivel internacional. Existe un gran acervo musical que nace de la cultura, de la literatura y de la historia de los países hispanos y que merece ser resaltado. A través de esta sección los invito a conocer los compositores, música, artistas y personajes que han dado forma al mundo musical de nuestra cultura. Para empezar, y como ya lo había mencionado, arriba les interpreto una pequeña pieza del romanticismo mexicano de Manuel M. Ponce con su pieza para piano de más renombre: Intermezzo.
Una de las actividades más memorables en la familia Muñoz, siempre fue la música. En aquellos tiempos, el padre de David en el piano, David en la guitarra, su hermano Josué Alfonso en el piano, acordeón o guitarra, su hermano Pablo en la percusión, y su hermana Elma en la voz. En este número, y como primicia a nuestra sección musical, les presentamos a Josué Alfonso, tocando su composición “Presencia” (1985).
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February 2022
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