Por Roberta Schine Nueva York, 19 de octubre de 2019 Después de dos horas de interrogatorio, el juez se volteó hacia mi Amigo y dijo las palabras "muy creíble" al menos dos veces. "Usted es un acusado muy creíble, Sr. ———-. Encuentro su historia muy creíble." Luego le preguntó a la abogada de Homeland Security si estaba de acuerdo. Su respuesta fue simple, pero sorprendente. "Sí, sí, es,” dijo. “Amigo” es el término que usamos en la Coalición Nuevo Santuario para referirnos a los inmigrantes quienes vienen a nuestra clínica gratuita. Los ayudamos a prepararse y los acompañamos a sus audiencias legales de deportación, detención y asilo. La tasa de éxito para los casos de asilo es del 2%. El juez siguió con mucha naturalidad. "Te voy a dar asilo ..." Lo dijo como si dijera: "Voy a tomar una taza de café." Hubo una exclamación de sorpresa colectiva en la sala. Al principio, no lo podía creer. Me volteé hacia la mujer sentada a mi lado, una de la docena de voluntarios de la Coalición Nuevo Santuario que vinieron a dar testimonio. Le pregunté, "¿Él dijo que le iba a dar asilo...?" Su rostro estaba bañado de lágrimas. Miré a mi Amigo. Se estaba secando los ojos con un pañuelo. Sabía la respuesta. ¡Le acababan de conceder el asilo! Entonces todo parecía fluir en cámara lenta, incluidas las palabras del juez: "Número de seguro social... Permiso de trabajo... Tarjeta verde... Ciudadanía..." Todos se abrazaban. Lo último que le escuché decir al juez fue: "Bienvenido a los Estados Unidos". ***** Una hora más tarde, nos deslizábamos, mi Amigo y yo, por Broadway hacia el metro. Él estaba radiante. Me di cuenta de que en los ocho meses que mi compañero de equipo, Omar Serrano Guerra y yo lo habíamos estado ayudando a prepararse para este día, nunca lo había visto feliz. Me dijo que quería aprender inglés y que empezaría a buscar una clase al día siguiente. Llegamos a mi estación de metro. No estábamos listos para ir por caminos separados, así que decidimos que las 3:30pm era el momento perfecto para cenar! Se ofreció a invitarme y acepté. Charlando y riendo, estábamos celebrando cuando entramos en un restaurante cerca del tren C. Una mujer rubia, de unos treinta años y con un menú, me saludó. "¿Mesa para uno?" preguntó, ignorando por completo a mi Amigo. Indiqué que estábamos juntos. Me dió un menú. “¡Dos menús!” le dije. “¡DOS MENÚS!” Nada es sencillo. El éxtasis y la indignación pueden habitar en el mismo momento a la vez. Bienvenido a los Estados Unidos. ¡Ándale! Roberta Schine vive en New York City donde es activista de inmigración, instructora de yoga y escritora. Estudia perpetuamente español y sus cuentos, que escribe en un “okay español”, son transformadas en un gran español por sus amigas, la escritora, Marithelma Costa y Grizelda Robles, quien es también su maestra de español cuando Roberta está en México. Sus historias han aparecido en Hawansuyo.com, Bordernews, Portside.com, It's All Right to be Woman Theatre and The AIDS Theatre Project. Roberta es miembro de la Coalición Nuevo Santuario.
1 Comment
|
AuthorWrite something about yourself. No need to be fancy, just an overview. Archives
August 2024
Categories |