Por Héctor Vargas
Cuando los medios, internet, radio, prensa, etc., me saludan con noticias dirigidas con un propósito imbuido de sensacionalismo, generalmente negativo, pues según su código:“Es lo que vende”, llega un momento en que preferiría apagar aparatos o tirar el periódico, y optar por el silencio ante lo que se expone. Pero es imposible evitar el recibir noticias de una realidad como la que nos presentan. Actualmente, lo negativo campea en todos los órdenes de nuestra vida, El porcentaje de noticias de índole positiva, es ínfimo, comparado con el resto. Una aguja en el pajar. Ando arañando los 94 años, acarreo generoso menú de achaques, (Polvos de aquellos lodos), producto del desgaste físico natural por la edad. Hace tiempo mi ex diagnosticó que padezco de algo que denominó como “indignación crónica”, situación que sigue vigente, ya que me sigue afectando el ver una injusticia, pero me indigna el constatar el evidente desdén de la gente ante lo mismo. ¿Qué es lo que me hace distinto?. En la generalidad de las redes sociales, al difundirse una noticia, se aplica una manipulación evidentemente sectaria, ya sea con el punto de vista muy particular del comunicador, o bien, omitiendo datos que invierten su veracidad, disminuyendo además, el énfasis de la noticia. Otra lacra que altera la verdad, son los comunicados que emiten los gobiernos sobre la actuación y disposiciones políticas ejecutadas por los miembros de cada administración, desde su cúpula hasta las capas secundarias. Algunos tan tendenciosos que chocan con la realidad. Ha sido costumbre inveterada de los presidentes, tanto de México como de algunos otros países, de que al asumir al poder, colman a su pueblo natal de beneficios con una vasta cantidad de servicios públicos, mientras el resto carece de lo estricto. De lo que si hay abundancia, es hambre. Ello denota una visión muy reducida al alcance de sus propuestas, ya que, tanto en lo federal como en lo estatal, dichas autoridades han sido elegidas para dirigir el desarrollo de un país en general, sin localismos privilegiados, de ninguna manera abandonando al resto de la población. Se debe mirar más allá de las narices. Hablando de México, es deplorable ver que los garrafales errores de un régimen saturado de corrupción e imposición de voluntades particulares, sigue presente en la administración recién electa. Nada más veamos la constitución del nuevo congreso, donde se ufanan con su curul algunos miembros con antecedentes delictivos y con poca o sin ninguna preparación para la responsabilidad que demanda el puesto. Igual, siguen incrustados sempiternos “dinosaurios”, desdeñando la repetida promesa de un cambio. ¿Será que no hay gente nueva preparada?. Me rehúso tan siquiera a suponerlo. Oímos el cúmulo de promesas ofrecidas para obtener el ansiado voto, las cuales, se ven difíciles de alcanzar su logro con el equipo impuesto con maña, que no fue elegido. Programas elaborados al vapor, sin un previo estudio acucioso diseñado por grupos de técnicos especializados en la materia, destinando cantidades fabulosas a distintos proyectos sin tener cabal conocimiento de las exiguas finanzas que deja el gobierno que se va. Esto, a causa de un sexenio pleno de derroche saturado de escandalosa corrupción e impunidad en todos los niveles. Para muestra, un botón: El caso del nuevo aeropuerto para la ciudad de México. Después de una “consulta” amañada entre unos cuantos que no sabían a ciencia cierta de qué se trataba, optaron por cancelar las obras iniciadas en Texcoco y “eligieron” construirlo en Santa Lucía. Para tal efecto, encargaron para dirigir tal proyecto a un ingeniero agrónomo. Nada me extrañaría, siguiendo el mismo criterio, que el médico de cabecera del futuro presidente pudiese ser un veterinario. Cosas veremos, Sancho, dijo Don Quijote ante lo nunca antes visto: Cómo es posible que una persona sin cargo oficial confirmado, pueda estar dictando órdenes sin ton ni son, antes de tener la autoridad legal para ello. Y el actual presidente se quede callado ante el atropello. Desgraciadamente, este panorama no es privativo de un solo país. En distintos lugares del mundo las situaciones son caóticas, por igual o por distintas causas. Tenemos una hilera bastante larga de ejemplos recalcitrantes de varios países principalmente en Africa, Medio Oriente, América, desde el Norte, Centro y Sur, entre otros. No se puede omitir el mencionar los casos más atroces como los que asolan a Nicaragua y Venezuela. El desmedido tráfico de armas, unas veces con el sello de comercio y otras por contrabando, han desatado una violencia tan criminal que ya se ha convertido en una forma consuetudinaria de vivir en el terror y el hambre, marginando pueblos enteros a escapar en un éxodo, no migración, como se quiere paliar en las noticias. A esto, agréguesele la proliferación de la insaciable demanda de drogas, donde los carteles han desatado una cruenta guerra por la supremacía de mercados, al cobijo de una actitud indolente de quienes pueden y deben impedirla. Por lo anterior, dentro de mi se debate una fuerte emoción que me perturba, porque considerando que el aunar mi voz con la de algunos otros, no es suficiente para eliminar este atroz azote que implacable sigue flagelándonos; quisiera poder cubrir todos los hoyos que haya en la tierra, para que el avestruz no esconda su cabeza y juntos, todos, luchemos por recuperar el camino hacia un futuro digno de vivir. Héctor Vargas.
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AuthorHe aprendido a valorar en forma contundente lo que significa la Vida para mi. Los riesgos a perderla, me hacen meditar lo mucho que debo esforzarme para dar una mejor calidad a mi forma de vivir, de apreciar en toda su valía lo que se me regala, cuando puedo contar con un día más en mi existencia. A no desperdiciar el tiempo que me resta y dejar una huella a mi paso por el mundo. Archives
May 2024
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