Por Saúl Holguín Cuevas
Confieso una de mis arrogancias, hoy casi superada. Mi tío Hilario aconsejaba escuchar la opinión de los hijos, Tienen ideas nuevas. En un tiempo creí que la novela policial y la novela negra eran literatura inferior. Gracias a Poe conocí a Dupin. Gracias a Borges me adentré en las aventuras del padre Brown de Chesterton. Gracias a mi hijo Saúl leí a Sherlock Holmes y mucho disfruté. El otro día, harto de los ventarrones políticos que amenazan con una nueva ola fascista por todas partes, busqué alivio en los libros. Me alejé de los deprimentes y de aquellos que son tan crípticos que hay que releer y volver a releer, aparte de fatigar los diccionarios. Casi por accidente me topé con LA PIEDRA LUNAR (1868), del escritor inglés, Wilkie Collins, considerada la primera novela policial. Por lo visto poco ha crecido el campo en 150 años. Su lectura vale la pena. Consiste de un robo. [1] Cuatro distintos narradores, con un sinfín de rodeos, no tan alargados como los del QUIJOTE, pero rodeos al fin, casi al estilo de TRISTAN SHANDY, aunque no tan estilizados. Un último casi narrador, cierra la historia que tiene final rosa. El lector pobre y alejado de una biblioteca puede leer en español la introducción de Borges y unas cuantas páginas más en línea (Google Books). Aquí maldigo a Google por mutilar libros. Cuando uno está más emocionado le cortan la hebra. ¡Cácaros! [2] Si van a poner un libro en la telaraña pónganlo íntegro, si no, paqué chingaos. Posible leerla íntegra en el inglés original, gracias a Project Gutenberg. De acuerdo con el diario El País, estas son las mejores cuatro novelas del tema. Doy por orden cronológico. 1930: Segundo lugar: HALCÓN MALTÉS del que se considera el padre de la novela negra, Dashiell Hemmet. Hablaba de primera mano pues el mismo se desempeñó con la agencia de detectives Pinkerton, la obra refleja su labor. Aquí el protagonista es un cínico al estilo de Hollywood, ni siquiera se imputa cuando matan a sus socio, es un faldero de primera, encama a su clienta y a la viuda, 1934: Tercer sitio: ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS de Agatha Christie. Se trata de un crimen casi perfecto resuelto por las pequeñas células grises del detective Poirot. Hay dos versiones cinematográficas. La de 1974 es mejor que la aparatosa de 2017 que abusa de los efectos especiales, cuando bien pudieron usar auténticos paisajes nevados. 1946 (en la pantalla 1945; 1975): La mejor de todas: EL SUEÑO ETERNO (Farewell, My Lovely) de Raymond Chandler. Corre la sangre y todos son culpables, o por lo menos pecadores de alto rango, como dice el tango, El mundo es una porquería: enzoquetados en alcohol, tabaco, traiciones, desviaciones, crímenes. La novela de cuidada elaboración tiene sus encantos, a pesar de tanto muerto. Abundan frases entre ingeniosas y sarcásticas, bien cargadas de argot gangsteril. Así es amigos. Si gustan de un detective privado sarcástico, bebedor empedernido, un tanto homofóbico, pero incisivo y hasta un poco idealista, posible disfrutarlo en el inglés original gracias a Gutenberg Canadá. 1960: Cuarto puesto: THIS SWEET SICKNESS (Ese dulce mal) de Patricia Highsmith. Pausado relato de un sociópata y su amor por una mujer casada ya dos veces y con hijos. La escritora ingresa en el Partenón de la fama con la cinta The Talented Mr. Ripley. Da vida a personajes atormentados, al estilo y bajo la influencia de Dostoievski. Aclaro, no voy a comparar ni a Collins, ni a Chandler, ni a Christie, ni a Highsmith con Homero, Dante o Dostoievski, pero como dice el Ciego Sagrado, tienen cierto encanto y su lectura me alejó, por instantes, de las enmarañadas mañas de políticos rateros, asesinos, embaucadores. ¡A leer! Poe: “Los crímenes de la calle Morgue” (1841); “El misterio de Marie Rogêt “(42); “La carta robada” (44). Conan Doyle. Estudio en escarlata (1887); El sabueso de los Baskerville (1900–02) (Foto: Borges en la tumba de Poe. Está crónica apareció en 2 partes en Peregrinos II: 19 diciembre 2018 y 06 enero 2019). ______________________________ 1 - Dice Borges del tema policial: Un crimen enigmático a primera vista insoluble, el investigador solitario lo descifra con imaginación y lógica, caso referido por un amigo impersonal, y un tanto borroso del investigador (Dupin, Holmes). 2 - De ‘cacarizo’ o picado de viruela. Ni Santamaría ni el Diccionario de Mexicanismo dan etimología, por ahí circula que se trata de la voz purépecha cacarani, con el significado de “llaga reventada”.
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November 2024
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