![]() Por Daniel Minerbi Vargas
Marco histórico-cultura Corría el año de 1977, cuando decidimos explorar el México de los años lopezportillistas de la política mexicana, en la que había una crisis económica y social muy aguda, con guerrilleros como Lucio Cabañas, cuando Arturo Durazo era el capo policiaco de la capital mexicana. Año por otro lado, en que se veían las películas de temas fronterizos, de traficante. Aún perduraban las cabareteras/ficheras, bajo la dirección de Margarita López Portillo, hermana del presidente. Pero también era el año en que películas como Maten al león (Estrada, con argumento de Jorge Ibargüengoitia), Cuartelazo (Issac) y el documental Lecumberri, El Palacio Negro ( Ripstein). Los escritores como Fernando del Paso publica Palinuro de México, Jorge Ibargüengoitia con Las muertas y Maten al León, y en América Latina, Mario Vargas Llosa publicó La tía Julia y el escribidor, mientras que en Brasil Clarice Lispector publicaba La hora de la estrella. En los periódicos se leían artículos del mismo Ibargüengoitia, los cartones de Able Quezada, la revista Proceso celebraba su segundo año de publicación. En las estaciones de radio dominaban las canciones de rock de Queen We Are the Champions, Foreigner Feels like the first time, y se había desatado la música disco con Saturday Night Fever tanto en la música como en el cine, así como la influencia de Star Wars con Episode IV - A New Hope entre otras. Los fotógrafos/as como Graciela Iturbide, Pedro Meyer, Nacho López, Gerardo Suter y Héctor García rondaban las calles de la Ciudad de México y los pueblos. La revista México Desconocido destacaba lo mejor de la geografía mexicana. En la noche del 17 de septiembre de 1977, padre e hijo salieron de la calle de Tecualiapan con rumbo hacia la Calzada de Tlalpan para pasar por el abuelo. Su destino era circular, llegaron hasta Acapulco primero, al hotel Los Flamingos, un lugar de paraíso utópico que John Wayne, Johnny Weissmuller, Fred Mc Murray y Rex Allen habían construido en la década de 1950. Tarzán y las sirenas (1948) con Andrea Palma. Llegaron al puerto de Acapulco de Juárez, (lugar de cañas grandes en náhuatl - acatl, pul, co - y que desde 1873 se le agregó el nombre del Benemérito de las Américas), como lo había hecho la primera Nao de China, de Manila a Acapulco de 1733 a 1750, Nuestra Señora de la Guía, Santo Cristo de la Misericordia y San Francisco de las Lágrimas. Allí visitaron la famosa Quebrada, donde clavadistas del pueblo deleitaban al turismo nacional e internacional con su espectacular malabarismo corpóreo al tirarse al mar. Por un lado, se veía la modernidad de la vida turística que en los mismos años de 1950, el Presidente Miguel Alemán Valdés había creado con la Costera ahora llamada Avenida Miguel Alemán, que separaba los dos Acapulcos, el de los hoteles playeros turísticos para todos los presupuestos del turismo. Pero del otro lado se podía ver el contraste de las viviendas de los trabajadores de la industria hotelera, camareros, mucamas, vigilantes, que trabajaban en los hoteles, con casas sin vistas al mar, calles sin pavimento, algunas en las colinas, sin servicio de luz o agua. Ese es el Acapulco al que abuelo, padre e hijo/nieto llegaron. Tres generaciones reunidas en más de 70 años de historias, desde los últimos años del Porfiriato, la Revolución Mexicana, la Guerra de los Cristeros, la Explotación Petrolera y su obligada nacionalización, los años alemanistas de desarrollo metropolitano de la Ciudad de México. La Época de Oro del Cine Mexicano que aún se podía ver en el Canal 4 de Televisa, la tragedia de 1968 aún estaba palpable en los corazones de los universitarios, vecinos de Tlatelolco, en el periodismo de Julio Scherer García y en ese entonces el sexenio de José López Portillo y la guerrilla cabañista guerrerense, por ese Guerrero fue por el cual los tres pasaron. Con los filtros del abuelo, del padre y del nieto/hijo hacían su viaje para comprar y vender artesanías, dándole una mirada crítica a su sus viajes. Esos dos Acapulcos que exponían la mano de obra de indígenas, gente de bajos recursos, que fabricaba la variada artesanía mexicana que se podía ver en las instituciones estatales que promueven ese arte popular, hasta los compradores nacionales y extranjeros que se regocijaban con la gran creatividad, colorido y formas artísticas de estas artesanías. El choque espacial y generacional como eje central motivador de de ese viaje causó un impacto por la belleza natural del lugar y el contraste socioeconómicopolíticocultural de la época.
0 Comments
Leave a Reply. |
AuthorWrite something about yourself. No need to be fancy, just an overview. Archives
August 2024
Categories |