JOSÉ BAROJA Nació en Valdivia, Chile, en 1983. Egresado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, posee los grados de Licenciado en Letras, mención Lingüística y Literatura Hispánica y Magíster en Letras, mención en Literatura, ambos obtenidos con máxima distinción académica. Siendo especialista en las obras del Siglo de Oro español, Baroja ha dictado cátedras sobre la materia, así como sumado varias publicaciones acerca de la literatura hispanoamericana en revistas especializadas del continente. Desde el 2006, también ha participado en actividades culturales ligadas con el mundo de las letras, tales como charlas en colegios, fanzines, cafés literarios, diálogos, foros, revistas, prólogos, cuentacuentos, etc.
HERENCIA JOSÉ BAROJA “El paso del tiempo condena al olvido la memoria de un país”. Arthur Miller Son las siete de la tarde, Joaquín está entretenidísimo jugando con sus matchbox sobre la gran alfombra que cubre casi todo el living. Solo tiene cinco añitos. Ya han pasado varias horas desde que regresara de la escuela por lo que ahora simplemente sonríe. Sonríe, como todo niño o niña debería hacerlo a su edad, sobre todo cuando está acompañado por sus juguetes favoritos y por una imaginación que, afortunadamente, aún permanece viva. Joaquín conoce de memoria el nombre y modelo de cada uno de los coches que tiene allí regados. Me retracto, no están regados, están colocados estratégicamente. Cada línea de la enorme alfombra representa en la mente de Joaquín un camino dentro de la gran ciudad, cuyos límites él mismo ha establecido: al Norte, la cordillera (el sofá); al Sur, el mar (el piso flotante); al Este, un pequeño monte (la caja de sus juguetes); al Oeste, una mínima pirámide (sus zapatos). Él se ocupa con la habilidad de quien da vida a lo que no lo tiene de mover los carros de un lado a otro, de hacer las voces y los ruidos de éstos como si fuera un artista mostrándonos su particular mirada. Cada cierto tiempo, se escucha un fuerte ¡brrrum, brrrum! Joaquín sonríe. A las siete con treinta, un vehículo se ha detenido fuera de su casa. Probablemente sea su padre. Sí, es él. Su madre se lo ha hecho saber al dirigirse con cautela hacia la puerta principal. Joaquín ha dejado sus matchbox para correr a saludar a ese hombre al que no ve muy seguido. De seguro le ha traído un nuevo juguete para así aumentar su ya de por sí numerosa colección. ¡Sí! ¡Una furgoneta! Es igual a la que maneja él. Gracias, papá, se escucha decir con esa genuina alegría de quien no ha perdido su imaginación por la escuela o por el diario vivir. Rápido se la enseña a su madre, quien le sonríe con amor, aun cuando desde hace varios días solo finge una explícita felicidad. Por su hijo, piensa. Joaquín no ha notado esto; o eso creo. Su mamá es su mamá, punto. Cosas de grandes, punto. Quizá sus pocos años lo protegen de algo más. No estoy seguro. Joaco corre de regreso a la alfombra para sentarse entre esos carros que sin él no tendrían vida. En tanto, su padre le ha regalado una dura mirada a Andrea sin decir palabra alguna. Ha salido nuevamente por esa puerta como si el diablo lo empujara. Joaquín ha vuelto a su juego, ha elegido la furgoneta; afuera, Raúl ha encendido el motor de la suya. Debe reunirse con dos personas con las que previamente ha hecho un trato. Joaquín ha puesto en movimiento el carro que le acaban de regalar. Una media hora después, su padre recogerá a esos dos sujetos cerca de Juárez. Una media hora después, Joaquín escuchará a su madre llorar. Raúl, Mireya y Artemio se colocarán un pasamontañas antes de llegar al destino. Joaquín correrá donde Andrea para abrazarla. Como carroñeros dos se bajarán del vehículo para quitarle la vida a aquello que ya lo tiene. Joaquín abrazará con fuerza a su madre dejando el juego atrás. Ellos golpearán a una mujer en la cabeza. Se la llevarán a la furgoneta. Joaquín llorará desconsoladamente sin tener claro el por qué. Sin tener claro lo que vendrá. © José Baroja
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AuthorEsta sección de Peregrinos y sus letras, será dirigida por Esteban Domínguez (1963). Licenciado en Letras Hispánicas (UNISON). Ganador del concurso del libro sonorense en el género de novela en el 2002. Su libro de cuentos Detrás de la barda fue seleccionado para las bibliotecas de aula de la SEP en el 2005. Ganador del Concurso del Libro sonorense, 2010 en el género cuento para niños, con el libro El viejo del costal. Fue presidente de Escritores de Sonora, A.C. y actualmente dirige la Editorial Mini libros de Sonora. Archives
April 2020
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