Por Manuel Murrieta Saldívar
California State University-Stanislaus http://manuelmurrietasaldivar.com Para Vidal, quien también abrazó una sequoia Sequoia… estoy palpando tu tronco de elefante elevado sobre dos mil años de helechos y de nieve. Irrumpes con tu melena en las alturas como si habitaras, ya, las nubes que no alcanzo. Pero también abrazo tu nueva clorofila, penetro la humedad que te rodea, aquí, en tu paraíso, el único escondite que me queda. Sequoia, cómo me gustaría penetrar en tus raíces, —cimientos de la savia que entregas como oxígeno-- saber cuál fue la fibra original que horadó la lava primeriza. Naciste para mí y para las civilizaciones que te acosan porque eres el único testigo, el calendario mismo estampado en tus cavidades milenarias. Por eso quiero navegar entre tus galerías, aspirar el brote del capullo inicial, ser tu cáscara enfrentando la borrasca y al ataque del sol. Sequoia… Yo sé que me ofreces lo tibio de tu cabaña indestructible, que me arrojarás convertido en un cono, en un piñón o quizá, privilegiado, me harás ser tu semilla como esa que espera, en cada julio, el fuego de montaña para brotar después en un retoño —fábrica descomunal que conviertes los gases en azul. Qué privilegio ser tu descendiente, qué prodigio ya no escuchar la turbosina, sino el murmullo de tus anillos vegetales salvándote de nuestra crudeza destructora o cuando me revelas cuántos siglos de más podrás acompañarnos. Déjame por favor besarte, Sequoia, abuela de las vegetaciones, déjame tutearte por una sola vez, que quiere mi cabeza reposar sobre tus filamentos, cuidarte, te lo ruego, no sólo con abrazos ni promesas de ecólogo, sino como un jardinero que deja las palabras y se transforma en abono. Porque ahora me descubres, Sequoia nuestra, que una razón más de haber nacido es para venir aquí, frente a ti, postrarme al fin sobre tu tronco pavoroso y vislumbrar que aún, después de todo, revientas de vida con tus protuberancias vespertinas que no saben de edad ni límites de alturas… Sequoia National Park, California. Del poemario Los días primigenios de próxima publicación impresa.
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Manuel Murrieta Saldivar
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August 2023
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