Por Herenia Caballero Cervantes
¡Y que se nos suelta la lluvia, comadre! ¡Ay no! Y le dije a la Petrita: ¡Petrita, no laves, mira como está el cielo! ¡Ah, pero esta taruga no entiende! Y pos’ que se me pone a lavar. ¡Y anda vete que, en mera llovedera, corre la Petra a quitar el garrero ya mojado!... Ándale Petra, pélale por la ropa, mientras yo pongo las cubetas en las goteras de la cocina, porque ya viene el Pancho a querer comer y cuando trae hambre se me pone bien enchilado este hombre. ¡No, si una está de criada aquí nomás pa’ sus antojos, metida en la cocina! Mejor haiga estudiado... Tanto que me dijo mi tía Socorro, que agarró sus clases de secretariado y pos ‘ora hasta casita tiene... Ella sí que la supo hacer, no como una que se casó con el primer pelao que vio.... ¡Ándale Petra, no te dilates! ... Nomás porque el Pancho me apantalló con su ranflita y su celular, y pos’ me dije: “este sí me va a sacar de la zapatería”, y pos’ sí, pero trabajo más en la casa y lavando ajeno.... ¡Petraaa, traite la ropa de doña Teresa, ándale manita, que se nos viene el tormentón! ¡Hablando del rey de Roma!... Siéntate ahí, que los frijolitos ya casi están… ¡y no me salgas con que no te pagaron tampoco hoy, Pancho! No, no se vaya comadre, termine de comer, ya conoce al Pancho como es. Pos’ como le decía comadrita, lo que pasa es que doña Teresa me pagó la lavada por adelantado, y ese es mi pendiente, y todo pa’ poder comprarle los zapatos a la Lupe, que la pobre ya los traiba bien fregados… ¡No la mueles, Pancho! y éste todavía diciendo que la Lupe se quería hacer la muy “pipirisnais” con zapato nuevo!, ¡pobre chamaca!... ¡Lupee! ¡Lupeee, ven pa’ que le enseñes a la comadre los zapatos viejos que traibas, mija! ¡Todos jodidos!... ¡Aaah, pero este viejo pa’ irse con el Rosendo y el Milton, otros buenos pa’ nada como él, sí es muy bueno!... ¡y llegar a la casa todo ahogado! ¡Ahí no es un “pipirisnais”, él, eda’! Ahí sí, ¡a emborracharseee! ¡Lupeeeeeee! ¡Con una fregada, puessss! ¡Traite los zapatos viejos, escuinclaaaa! ¡No, si no sirves pa’ nada, Pancho!... Fíjese comadrita que me casé pensando que nos iba ir mejor juntos. ¡Cállate, Pancho, que también fue porque estaba enamorada, ¡fíjate! No es como tú mente retorcida cree, que fue nomas pa’ que me sacarás de la chamba y me ayudarás con la Lupe, que apenas tenía dos años. No, comadre, no valora que tiene una vieja esperándolo, que le hace de tragar y le aguanta. Porque guapo no estás, ¿eh? ¡Viejo panzón y aparte mugroso! ¡me quieres traer de tu chacha, nomás! ¡Ni que fueras el Brát Pit! ¡No, comadre, que no se vaya! termínese el cafecito, pos’ si ya nos conoce como somos, no le dé pena. Y pos’, como le decía, tantas cosas le hacen falta a la casa… ¡No le ha puesto el cerrojo a la puerta! El día que se metan a ratear, me va a echar la culpa a mí, ¡Y lo primero que se van a llevar va a ser la plasma! Y todavía no la terminamos de pagar, y seguro el pancho va a decir que él no ve la tele, que nomás andamos viendo las novelas, la Petra y yo. ¡Pos’ sí! no la ve porque se la lleva en la cantina de don Genaro… ¡pos’ que se vaya con don Genaro y que le haga de tragar don Genaro también! ¡Andaleee, Lupeee!... ¡ah, mira los zapatos!, tan jodidos que están, ¡Aahh, eddaaa! Luego no me creen lo que digo. Ponlos allá, mija, pa’ cuando venga la Katia, dárselos, que al cabo que su tata le da una boleadita y los deja bien. ¡Ándale! ¿Te pagaron o no, Pancho? ¡Mira cómo está lloviendo!, si sigue así no voy a poder lavarle a la Miroslava, ni al señor Benítez. Y no empieces con tus celos, ¿eh?, que el señor Benítez ya está grande y no se fija en nadie desde que su vieja se largó con el Cholo… Dudo que el Cholo la aguante, nadie en el barrio la quería por alzada y por arrabalera. Usté sabe muy bien eso, comadre. Pero bueno, ese no es mi asunto. Yo, piquito de cera. Si no fuera por la Petrita que me ayuda tanto, ¡yo no sé qué haría! Es la única que se acuerda de una; bueno, aparte de usté, comadrita, claro. ¡Pero la Petrita bien que está aquí al pie del cañón, ayudándome con la Lupe y con todo! ¡Ya ni la friegas, Pancho! Y eso que es mi hermana menor, ¿eh? Era pa’ que nosotros le echáramos la mano a ella. ¡Ponme atención, Panchoooo! ¡Aahh, ya salió el peine! Espéreme comadrita. ¡En quién estás pensando!, ¿eh? ¡De seguro tienes otra vieja y por eso no te alcanza el dinero, ¿eda? ¡Aparte de feo, traicionero! Pero te vale como me sienta, ¿eda? Pero te gua dejar, Pancho, ¡un día de estos me vas a cansar completamente y te gua dejar! ¡Que al cabos que ni me mantienes! ¡Ya empezó a arreciar la lluvia! A ver si no se nos cae el techo, y ahora sí, ¿dónde dormimos? ¡Y la comadre, nomás salió corriendo! … ¡Ay, mi Petris!, ya se me volvió a ir el Pancho otra vez! Y ni me dejó dinero pa’ la comida de mañana. Nomás se tragó los frijoles y se levantó enojado, como si no le diera gusto verme, una que todavía le hace de tragar y se sienta a hacerle compañía, sin dejar que coma solo como perro. ¡No, no dijo nada!... se levantó como endemoniado y se salió a la calle… y tú sabes cómo chambeo yo, Petra, tú me miras, día y noche lavando ajeno, como si no tuviera un marido que me diera... Aquí me la vivo esperándolo, nomás, ¡¿pa’ que me pague con esto?! ¡De seguro se fue con la otra!... Pues sí, ya se enfadó de mí… ¡quiere una nueva, el cochino! ¡Ay, Petrita, ¡ya se nos fue la luz! ¡Tengo miedo!… ¡Lupe, vente pa’ acá, mija, pa’ estar aquí todas juntitas, no vaya a ser un corto circuito y entonces sí, aquí acabamos tatemadas en este cuchitril… Pero va a ver el Pancho, que no es hombre pa’ venir a resolvernos… ¡nos deja solas! ¡Ay, ¿dónde estará mi Pancho ahorita? Me dan ganas de salir a buscarlo, pobrecito, ¡está lloviendo retefuerteeee…! Autora: Herenia Caballero Cervantes Originaria de San Luis Río Colorado, Sonora, México. Maestra en Educación y traductora de documentos legales y académicos.
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November 2024
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