Por Gran Dao Scar of Death Les hablo a los que entregaron la piel para sangrarla con el magnífico dolor de las agujas y la tinta. A los que marcan el instante y revelan ante la incipiente crítica, a los que simbolizan el último suplicio por convicción a los que se imprimen el nombre de un profundo ser que les abarca, a los poderosos y a las empoderadas que transmiten una emoción infinita, inexplicable para los ojos ajenos. a los que enaltecieron la locura, el arte y dejaron de lado la vergüenza para ser de una maldita vez lo que se quieren ser, y no lo que el mundo te grita que sean. Un tatuaje es una decisión hasta la muerte, es rasgar con potencia la exaltación del espíritu hasta la apertura de los portales de la conciencia, libertad de entrada y salida al fresco movimiento del viento al intenso cuerpo del fuego. Exaltar la belleza, eternizar los recuerdos, determinar tu actitud, abandonar temores, saborear el dolor, potencializar tu personalidad. Que arda la corteza que brote la sangre que penetre la tinta que las agujas sean un torrente eléctrico inundando de placer la carne, el pensamiento, las sensaciones de lo que dejas para convertirte en un nuevos ser humano. al que algunos miraran con rareza. Dirán que eres presidiario, un vago, un puerco sellado, el más sucio y estúpido de tu estirpe. Arriésgate ahora mismo. Te incito al ritual del sagrado placer del dolor, esculpe el templo del alma, ofrenda la piel al éxtasis de la tortura, agranda el corazón al frenesí de las emociones, y destroza los cerrojos de lo prohibido. Obra: Jauría Compilación de Versos Afilados #33 Año: 2019 Editorial: Start Pro Diabla sexual
Tú eres un volcán de exasperación, brutal densidad inextinguible, férrea dentadura encajas en mi lomo, adviertes la descarnada, si miro a otros ojos. De tu boca brotan espinas, abejas y abrojos hiriéndome el alma hueca, esta es la noche vacía de estrellas tu levedad no destilas si el silencio es mi respuesta. Soy masa inalterable ante la sumisión: no me sugieras, no me dirijas, no me reprimas. Al que por su ley se imponga lo quiebro con su escozor. Yo no ordeno ni prohíbo, libre escorpión en la arena. Eres el galope del toro enfurecido, la quejumbre descuartizadora de mi espíritu, arrasas con los santos óleos de la calma, invades con tu cuerpo mis regiones desoladas. Tu frenético olor desquicia mi hemisferio ansiosa maldad de vampiresa delirante, la serpiente de tu vientre me subleva, diabla sexual me infernalizan tus venenos. Tatuaje a lo tebori deleitado con absenta son tus labios deslizándose sobre mi espalda, el buceo con escualos es como perderme de éxtasis [en tu entrepierna, empapada de sudor te duermes y aún derramas humedad… impregnas mi demencia, perpetúo El jardín de las delicias, el supremo placer decae si el terror no se precipita, emerge la confusión, inicia la desintegración y el filoso [mutismo altera la polaridad, absurda contrariedad, si se callan dos [que se aman. Raciocinio no equivale a emoción, ni el muerto espanta [al hombre, ni la muerte te lleva antes de tu hora. Parsimonia y opulencia, fervientes anhelos de mi ambición, ser divino escritor [mortuorio: — ¡Dejaré mi tinta inyectada con el fin de la transformación! No llegué para complacerte ni ser tu esclavo de ocasión, ni me iguales a esos lacayos aborígenes que babean [por tu candor, soy el que soy hasta la muerte y por mi vigor [me puse la corona, elegí el vertiginoso camino y a cada trompicón renazco. Crepitante hembra cautela con este demonio que tras mis agrios enojos descalabro la bondad y en ese lapsus, regreso a mis versos, mi tesoro y de flamígeras metáforas te forjó un collar. Obra: Culto a Savannah Editorial: Taller de Creación Literaria Año: 2018 Nota bibliográfica: Gran Dao (Cdmx); artista ilegal. Ha publicado 4 libros con editoriales independientes: “Ruidos del alma, poesía que no existe”, editorial MORVOZ, mayo 2012; “La fiesta del infierno”, Start Pro, mayo 2014; “Dark Dealer”, Taller de Creación Literaria, octubre 2016; “Culto a Savannah”, T.C.L., octubre 2018; también colaboró en la revista digital Círculo de Poesía en 2018. Trabajó en la Feria Internacional del Libro del Zócalo en la Cdmx de 2014 a 2019 con la editorial independiente Taller de Creación Literaria. Becario Interfaz 2017. Participó en el evento de Poesía en Voz Alta de Casa del Lago en 2019 en la sección de Secretos de Sócrates. En noviembre de 2018 inició en el tatuaje a través de un curso para amateurs de ese oficio en el Museo del Tatuaje de la Cdmx (Actualidad: cerró sus puertas al público), pero lo importante fueron los 6 meses de ser fiel aprendiz en ese recinto. Conforme pasó el tiempo retomó el graffiti para abrirse paso en el mundo del Lettering y la Caligrafía, esto lo llevó a finales de 2019 y el primer tercio de 2020 a tomar cursos y talleres para mejorar en esos menesteres. El proyecto es fundar un espacio profesional para tatuar con taller para pintar, tienda de ropa con diseños auténticos y contar con tienda virtual para distribuir el producto por todo el globo. Por otro lado, con su hermano Gold Sylenz, cuando la pandemia se intensificó, mayo 2020, dieron inició a otro proyecto que es instalar un Home-Studio. Él se ha aplicado en el tema de la producción musical y Dao escribe e interpreta los tracks. Están creando su primer tema y pronto se podrá escuchar en la web. Están incursionando en la música urbana y el impulso de hacerlo surgió por el origen que tienen, son chicos del barrio con el deseo de salir y recorrer el mundo con su propio sonido. Es difícil más no imposible, afirman con una sonrisa.
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Por Mario Zapién
I Kafka me brincó a los ojos. Luego no supe dónde estaba. Fue una sensación de rayo más que un hecho. Sabía que Kafka no era un objeto. Pero también sabía que se transformaba. Me llegó, de no sé dónde, cierta congoja al no sentirlo en la mirada. Me empeciné en buscarlo, momento a rato, y no di siquiera con una pequeña señal que me condujera a él. Ahora no sé si fue un ataque o una visita fugaz de un loco que trató de sacarme de mis cabales. Lo que sí sé es que ésta experiencia con Kafka ha sido un estímulo para una preocupación: presiento que en algún momento sus uñas van a surgir y abrirán zanjas en mis ojos, que por ahí se asomara para enseguida cometer cualquier fechoría y luego esconderse y no responsabilizarse de sus actos. Y la(s) persona(s) ofendida(s) me culparían a mi de andar de maloso entre gentío. ¿Esconderá otra sorpresa?. No sé. Pero me he puesto alerta. Estoy siempre en vigilia: mis ojos mitad despiertos, mitad dormidos: espiando las sombras, los sonidos siniestros del silencio, espiando el tiempo. Me guardo atentísimo como si fuera a cazar espejos. II Solo. Con el sueño seco. El pensamiento me pulula internamente. Ya hace tres oscuridades y tres días lo del encuentro con Kafka. En momentos – más bien, disparejos – me alcanza una opresión en mi cualidad sensible, algo como un estremecimiento en mi tacto y mi gusto. Cierro los ojos y me encuentro con Kafka (o con la figura de Kafka) y lo alejo con mi fuerza de voluntad. Hace apenas dos horas lo lancé de un empujón mental contra el asfalto. Crispé mi entero ser, esperando que reaccionara y volviera a acercarse a mis sentidos, pero desapareció. Por alguna desconocida razón siento que me dejó un vaho kafkiano en mis pupilas. Hay un hormigueo que me viaja de la cabeza a los pies causándome un escalofrío eléctrico en mis nervios. Me cuquea con sus posibilidades el muy misterioso. Con el uso de mi respiración como que me estoy curando de espantos. Pero me he dado cuenta que no he sonreído desde que hizo lo que me hizo. Me parece que es porque Kafka es un patán, o por lo contrario, un filoso en su proceder de diablo encantador. III Hoy me desperté llorando. Y de Kafka, ni sus luces. Es obvio que tuve una pesadilla. Pienso vengarme y hacerla realidad. Juguetear con ella. Soñé que andaba en busca de Nietzsche, o de Antonin Artaud (tengo ahí una confusión compacta entre tales personajes). En un momento de la pesadilla veía la figura dolorosa de Artaud, y de súbito, aparecía la imagen de Nietzsche, con su bigote husmeador. Y mientras trataba de comunicarme con ellos – ya con uno, o con el otro -, desaparecían dejando sólo horripilantes carcajadas retumbando en el espacio. Esa acción se repitió tres o cuatro ocasiones. Y entre lo neblinoso de la manifestación del sueño, veo, de pronto, a Nietzsche que me observa como un energúmeno: ojos saltados con dos rojas llamas como espadas. Luego me señaló estirando su brazo derecho y de su puño crispado sólo surgía el dedo pulgar, amenazador de tan tembloroso. En un hilito intuitivo que aún me quedaba, presentí a Kafka manipulando mi sueño. Había rocas gigantescas y árboles petrificados tendidos en el suelo como muertos. Nietzsche me indicó que avanzara hacia una abertura que se distinguía entre dos rocas. Caminé con rigurosa fluidez dispuesto a enfrentar cualquier desequilibrio natural que surgiera. Al franquear la abertura de las dos rocas sentí calor: estaba ante una de las entradas al infierno. Pensé en Dante, en Artaud… y en el juicio final. Al mirar la primera oleada de lumbre que se venía hacia mí, giré mi cuerpo para regresarme, pero la abertura de las dos rocas se había cerrado. Entonces, con la urgencia y desesperación, y como un flechazo en la memoria, me acordé de Borges, y pensé: ‘este es un buen momento…’ y me desperté sudando a chorros. Nietzsche, o Artaud, o el mismísimo Kafka – o quien sea que haya participado en esta pesadilla, tienen mucho que explicarme. Ahora mismo, y sin reserva de duda, estoy saliendo a buscarlos. (Septiembre 2020) Mario Zapién (Michoacán) es un insaciable incansable, llamarle promotor de la cultura es casi un insulto, en particular en estos días que a cualquiera que invita a una borrachera le pegan tan rimbombante rótulo, Mario es más: aparte de autor de por encima de treinta obras de teatro, luchando contra todo, de alguna manera, casi milagrosa, ha organizado, taloneado, escenificado, dirigido y actuado en más de cien dramas, incontables lecturas, talleres, conciertos, noches culturales. Es siempre fiel a sus ideales estéticos, es poeta, maestro de más de tres que le hacen a la farándula y a embadurnar cuartillas. Me enorgullece llamarle MI VALEDOR. Cuando sea grande quiero ser como él, llevar el arte a la comunidad, incitar al público a pensar, incomodarlos, sin importar la fama, la adulación ni los cobres: Saúl Holguín Cuevas. Por José Ángel Vega Villalpando San José de Gracia, Mich., 5 de septiembre de 1980 Muy amados e inolvidables papás:
Tengo el gusto de saludarlos anhelando disfruten de bienestar y paz. Ante todo espero que el tiempo transcurrido desde mi partida de nuestro nidito familiar en Ciudad Morelos Baja California, nos haya ayudado a sobreponernos a la separación física que aunque dolorosa ─necesaria─para poder cumplir con mi ideal de egresado normalista de prestar mis servicios educativos donde la patria me necesite. Les escribo con la finalidad de recrear los acontecimientos ocurridos; desde el momento mismo en que –como padres amorosos–me dieron su bendición para partir a la ciudad de Mexicali a tomar el transporte público que me llevaría a mi destino. Muchas emociones inundaron mi espíritu juvenil al abordar el autobús de la línea Tres Estrellas de Oro con destino a la ciudad de Guadalajara. Para de ahí─después de toda una pesquisa investigativa─tomar el que me haría llegar a la ciudad de Morelia, Michoacán. Tuve la fortuna de localizar el domicilio de mi tía María─tu hermana papá─ quien gentilmente me brindó hospedaje, por el tiempo que me llevó hacer los trámites necesarios para recoger mis órdenes de adscripción en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública. En esas instalaciones tuve la vivencia de escuchar a varios compañeros comentando su desagrado del lugar de asignación ya que conocían la geografía del Estado. Hecho que me hizo sentir cierto desasosiego, reconfortandome la convicción sembrada por mis mentores en la Escuela Normal Fronteriza: “muchachos donde sus servicios sean necesarios”. Al pasar a la oficina del Secretario de educación éste me cuestiona: “joven, ¿dónde desea trabajar? “En el lugar que usted me asigne” ─respondí─. Llevándose su mano derecha a la altura de la barbilla me dijo: “a usted le conviene la zona escolar sexta con cabecera en la población de Jiquilpan”, dándole la orden a su secretaria para la elaboración del oficio correspondiente. En la madrugada del día primero de septiembre de 1980 me dirigí al lugar de adscripción. Llegando a él─al asomarse el sol por encima de los techados del caserío─al bajar del camión me llevé la desagradable sorpresa de que el equipaje documentado en el maletero de la unidad de transporte había desaparecido en el trayecto. Tratando de fortalecerme me dije: “Ángel te aligeraron de equipaje”. En la supervisión escolar me fue asignada la escuela unitaria 1972 año de Juárez enclavada en la comunidad de la estancia del monte, perteneciente al municipio de Marcos Castellanos; a la cual me dirigí con ¡toda la actitud! Hice el recorrido en camión de 37 km. por carretera ─siendo de mucha ayuda las orientaciones recibidas de parte del maestro supervisor─ sobre la ubicación de la pequeña población. Establecida en las inmediaciones de arroyos de aguas cristalinas y abundantes en el temporal de lluvias, que parecen susurrar al oído de los lugareños el pronóstico de abundantes cosechas y pastizales. A la que llegué al atardecer del mismo día; la luz del sol aún bañaba el lomerío. Después de caminar aproximadamente 8.5 km. por caminos de terracería y herradura. Al término del recorrido me contactaron con el encargado del orden─máxima autoridad civil del lugar─quien me presentó ante la comunidad y firmó la documentación de toma de posesión para posteriormente hacerla llegar a la inspección escolar. Me asignaron un lugar para hospedarme en una de las casas contiguas a la escuela; ya que la utilizada para uso del maestro se encontraba muy deteriorada. Después, un despertar diferente a los acostumbrados─acompasado por el cantar de los gallos, el gorjeo de diversas aves y los sonidos emitidos por otros animales propios del campo─me preparé con entusiasmo para iniciar mi primer día de clases con alumnos que cursaban: 1°, 2°, 3° y 4° grado. Considero que todo lo bien que me trata la vida y lo que soy se los debo a ustedes: mis adorados progenitores. Pese a todas las dificultades que sobrellevaron, han cumplido a cabalidad con la misión que Dios les ha encomendado de ser padres. Como olvidar tu frase papá que te escuché desde niño “¡Ya quisieran otros pobres!” Su Ángel que los ama y llevará siempre grabados en espíritu, alma y corazón. Sobre José Ángel Vega Mi vida profesional ha estado llena de retos debido a los cambios en planes y programas de estudio, a partir de 1993 los cambios han sido más dinámicos lo que de alguna manera me estimuló a la actualización académica. Algunas de las carencias superadas son la resistencia presentada a ciertos cambios en mi quehacer docente sobre todo ahora que las nuevas tecnologías han cambiado la manera de interactuar en el espacio educativo lo que me a llevado a interiorizarme en el conocimiento y aplicación de las mismas e integrarlas a estrategias innovadoras para coadyuvar en la construcción de aprendizajes significativo. Exhorto a quienes sientan tener la vocación del magisterio a que luchen por su sueño ya que bien vale la pena el esfuerzo. A los que ya lo son a seguir sirviendo y amando a sus alumnos. Si me preguntaran ¿ Qué te gustaría ser si volvieras a nacer? Sin vacilar contestaría ¡docente! |
Escritor invitadoEn esta sección tendremos escritores invitados que compartirán su labor literaria con nuestros lectores. Archives
July 2023
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