Por Adela Castillo
Viva ante la vida La vida puede ser difícil y complicada, no trates de entenderla, no hace falta, te lleva por su estampida desbocada, te arrastra por sus subidas y bajadas. No basta con ser bueno o ser sumiso, su ruta es desafiante y empedrada, un día te regala rosas rojas, al otro, te pincha con su espina despiadada. Te lleva por avenidas retorcidas, te sobrecoge con su abrupto sobresalto, te enfrenta a situaciones inesperadas, y a veces sin clemencia araña el alma. Mas existes, eres vida, fuiste creada, una criatura que respira, siente y ama, tu travesía por la vida es una ráfaga, por eso ama y al amar, entrega el alma. ¡Vive! Que no te sorprenda la vida, sin planes, sin sueños, sin esperanza, sin intentos aunque sean fallidos, sin desafíos aunque haya amenaza. Que puedes correr…¡corre! Que puedes saltar…¡salta! Que puedes comer…¡come! Que puedes cantar…¡canta! Que puedes llorar…¡llora! Que puedes bailar…¡baila! Que puedes construir …¡construye! Que puedes amar…¡ama! Que no hay sensación más triste que sentir la vida desvanecer y quieras hacer mucho y ya no puedas hacer nada. Escribo para ti Hoy quiero escribirle a la mujer, no a la madre, a la mujer, no a la profesionista. Quiero hablarle a la mujer, no a la niña, a la mujer que se pierde entre la vida. ¿Cuándo fue la última vez que ignoraste el tic tac del reloj y sus demandas, la última vez que arrullada por el día dormiste unificando cuerpo y alma? ¿Recuerdas tu último paseo por la playa? ¿Batió el viento tu melena inmaculada? ¿Se hundieron tus pies entre la arena? ¿Dejaste huella de tu fibra y tu pisada? La última reunión entre amigas, ¿la recuerdas? ¿Fue el café anfitrión de amena charla? ¿Surgieron las carcajadas contagiosas? ¿Fue el llanto terapia para el alma? Del romance y la aventura, ¿qué me dices? ¿Fue su meta desvestir suave tu alma? ¿Te meció tiernamente entre sus brazos? ¿Percibiste tu reflejo en su mirada? Hoy quiero escribir para ti mujer, para mí, desde mi alma, para tu alma. Un punto A veces, muchas veces, o quizás sólo a veces, me escondo en el punto de mi verso. En ese punto profundo y oscuro que pareciera callar secretos, ser fiel al alma, apaciguar de las aguas lo turbulento. En ese punto final, tan hondo como mis ojeras en desvelo, marcado como los años que pesan, notable como las canas de mi pelo. En ese punto donde a veces me hallo, otras tantas me pierdo, su fondo me ayuda a pasar inadvertida ante el mundo, sus demandas, su dolor y sus enredos. Por eso, a veces, sólo a veces, o quizás muchas veces, en su cuenca me encierro. La paz de mi calma se renueva en su espacio diminuto, el que logra abarcar un mundo; mi mundo, mi alma mi sol y mi cielo. Mi Jornada Ante el vértigo del tiempo y el inusitado movimiento del alma en caminos de amor, de dolor, de alegría, de ternura, de pasión y de sueños; el corazón desafiándolo todo escribe sencillamente su jornada. Puede escribir en trozos solitarios y fragmentados, en trozos llenos de ternura hablándole al ser amado, en trozos conteniendo una lágrima profunda como el mar, en trozos que suenan a lluvia en el tejado. Cada alma tiene su propia jornada escrita en trozos, en versos. El alma aprende a escribir con la tinta única que la vida le da cada día con cada vivencia, con cada sueño, con cada sentimiento y esfuerzo. Mi jornada escrita en trozos de vida empezó en Mexicali donde nací. Con el sabor de las tardes llenas de los aromas inquietantes del pan horneado en las panaderías, y de las viandas de antojitos de fondas, y las flores de los jardines diciéndole adiós al atardecer, soñaba desde niña con el Amor de mi príncipe azul. Toda la fantasía se desbordaba cada día, especialmente en las noches quietas donde construí historias por mundos internos. Me gustaba escribir en trozos esos sentimientos. Un día escribí una carta de amor a un joven que vivía al lado. Mi hermano la interceptó, llegó a manos de mi padre quien, como guardaespaldas del honor familiar, adjudicó la sentencia última de enviarme a dormir sin cenar, castigo de tal transgresión anónima. MI primer “poema” escrito en el trozo imaginario de haber encontrado el Amor de mi vida a los 15 años, lo titulé “Amor Imposible”. Lo escribí a un compañero de clase de quien me enamoré con la timidez de la que enamora y siente que jamás será correspondida. Brotó ese poema desde lo profundo con el dolor primario de lo imposible. Curiosamente siendo el primer poema que escribí, este no ha sido publicado en ninguno de mis libros posteriormente. El Amor sigue llamándome cada día. Me incita a vivir la vida en plenitud, tal como lo soñaba desde niña. Me ha llevado por caminos que jamás imaginé. El escribir mi jornada en trozos llenos de sentimientos hoy en día ha quedado plasmada en libros, en presentaciones, en eventos, en portales cibernéticos y más que nada en mis propias quimeras. Ha sido la poesía mi fuente y mi esperanza, mi fuerza y mi vida desde siempre. Soy mujer en plenitud viviendo al margen de un verso y esperando siempre el momento de escribirlo para volver a renacer. Datos Biográficos: Residencia: Salinas CA Familia: Dennis Castillo, esposo; hijos: Dennis e Irvin. Obras Publicadas: Mundo Mío – 2003 – Editorial La Quimera, Argentina Paisajes Internos – 2005 – Editorial La Quimera, Argentina Antología Sueños Compartidos – 2007, Editorial Orbis, Modesto CA Solo Amor – 2009 – Editorial Orbis – Modesto CA Rebelde -2014 -Editorial Palibrio Fundadora y Directora Noche Bohemia de Salinas, CA– Evento poético musical anual Peña Cultural de Salinas , CA- Evento poético musical mensual Cuidado de la nota: Saúl Holguín Cuevas y Techari ETchari
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El elemento reflexivo es la mitad de Tamayo, la otra mitad es la pasión que nunca se degrada Octavio Paz Por Laura Elena Ponce Admiras a Rufino Tamayo, oaxaqueño fortaleciendo tu vocación de artista que confirma tus raíces rebeldes, mexicanas, estableciendo un carácter propositivo e impetuoso, mezclando un cierto espíritu primitivo y rompiendo con la ortodoxia de las técnicas clásicas. Este sello caracterizado en la obra pictórica que embellecen los muros de nuestra casa. Eres seguidor de Pablo Picasso porque inspira tu pasión por el color. Líneas caprichosas que embellecen el lienzo al pintar. La modernidad aflora tu inclinación por Zaha Hadid, Luis Barragán resaltando la mexicanidad. Frank Lloyd Wright mezclando naturaleza y arquitectura –sin olvidar de mencionar The Rolling Stones, Led Zeppelin, The Creedence –algunos hay que mencionar pues la lista es larga de cita. La música es otra de tus inclinaciones que practicas con exacerbación. Cuando tomas la guitarra por un atardecer, las copas de tinto, el queso, ¡No pueden faltar! Esas tardes inolvidables, gratas, cálidas, conversaciones amenas. Tienes muchos temas para departir: arquitectura, cultura, cine, música. Eres fascinante, pegar la hebra contigo es fácil. Me pregunto, ¿Qué momentos nos faltan por compartir? ¡Si siento que cada día aprendo a vivir! A tu lado es fácil. Eres la pareja ideal. Siempre atento, caballeroso. Son contadas las veces que has perdido el juicio sin razón. En estos treinta y dos años que llevamos de conspirar contra el mundo, hemos estado dispuestos a desafiar a esos que no son felices en este caminar inspirados por el magnetismo terrestre de nuestro inmune Kuchumá. Elegiste nacer un 24 de marzo de 1960, exigiendo atención pues tu llanto de inmediato de manera puntual hizo el llamado a tus padres: Brígido Huerta Hernández y Estela Chávez Corona; y a tus cuatro hermanos mayores. Fuiste el quinto en llegar a una familia oriunda de Magdalena Jalisco que decide emigrar a Tecate Baja California en el año de 1963. Poblado que tiene la característica de albergar a los inmigrantes en busca del sueño americano que en un alto porcentaje deciden quedarse a vivir en el corazón de la Baja California, por el encanto y la magia que se respira gracias a la compañía del príncipe Kuchumá. Territorio mítico dividido entre México y Estados Unidos. Para entender la magnitud de esta montaña, Walter Yeeling Evanz-Wentz describe en su libro titulado Kuchuma’ and Sacred Mountains “una de las más sagradas montañas de la tierra, dadas las grandes influencias magnéticas y psíquicas, concentradas en la misma”. La montaña de la creación que ha sido comparada con el monte Omei en China y Kailas en el Tibet. Encantamiento que inspiró la creación de nuestro hogar. Donde cuidaste la orientación para aprovechar la luz natural. Siendo esto fuente de inspiración, en esas tardes de vino y guitarra con Serrat, Joaquín y Milanés. –nuestros favoritos en el jardín – sin olvidar a The Beatles, The Doors. En este ambiente de sensibilidad nacieron nuestros hijos: Víctor, Martin, Laura y dos nietos: Marla y Bruno quienes irradian la fuerza del mismo Kuchumá –considerado un santuario espiritual – con su seducción natural, inocente y cautivadora. Esto fue el aderezo principal de la vehemencia para formar a nuestros hijos. Siendo tú el pilar y un ejemplo a seguir. Excelente padre, marido y amante excepcional. No me queda más que decir. Agradecida estoy por haber encontrado a la persona ideal, uniendo mi luz y tu creatividad, Theo Huerta Chávez: Gracias por aceptar el reto de vivir a mi lado entre arrebatos y pasión a los pies del príncipe Kuchumá Laura Elena Ponce
Soy mujer de 60 años, nací en Aguascalientes el 20 de septiembre de 1959, mis padres, Martin Ponce Serna y Carmen Martínez Gallardo oriundos del Estado de Jalisco y Aguascalientes respectivamente, llegan a Tecate en el año de 1953. Mis estudios elementales los realice en Tecate, al terminar la secundaria decido irme a vivir a Mexicali, Baja California a la edad de 20 años para ingresar a la Escuela Normal Fronteriza. En 1980 egreso como Profesora de Educación Primaria, me envían al estado de Chihuahua, Chih. A la Sierra Tarahumara, donde permanezco cuatro años, esas experiencias en territorios chihuahuenses me llenan de satisfacción pues aprendí a valorar mi tierra, mi pueblo que tanto añoraba. Uno de mis proyectos como profesora fue echar andar una biblioteca, organizando la feria del libro, el kilómetro del libro, logrando interesar a la comunidad educativa en la participación activa de cada evento, empezamos desempolvando los libros mediante préstamos a domicilio, lecturas en voz alta, la mochila viajera, diario de grupo y personal, recreos en la biblioteca, círculo de lectores, motivando a los alumnos con lecturas cortas en las conmemoraciones cívicas, realizando breves redacciones de lo leído, incluyendo el teatro y las representaciones. Actualmente la biblioteca cuenta su propia historia, escrita y narrada por cada alumno que la visita, fue un sueño hecho realidad. Por José Ángel Vega Recuerdo con gozo el día de tu llegada como espera la tierra las primeras gotas de lluvia. Suave como silbido del viento fue tenerte en los brazos. Sin que nada denotara que el día de tu llegada aconteciera algo completamente diferente a lo esperado. Súbitamente, un sinfín de emociones invade mi ser al recibir la noticia amarga de la existencia de lesión cerebral irreversible. Agolpándose tanto dolor en mi corazón que me duele hasta el alma. Al pasar los días tus padres notamos que tu desarrollo físico y mental no correspondían a tu edad cronológica, presentando tu lenguaje serias limitaciones por lo que fue un ir y venir a los centros hospitalarios. Aún recuerdo tus sonrisas de oreja a oreja cuando no alcanzábamos a tomar el camión del transporte público y emprendíamos la carrera para llegar a la siguiente parada. Después de la tempestad vino la calma, gracias a ello valoré la vulnerabilidad del ser humano ante las circunstancias de la vida. Estamos sujetos a incidentes inesperados, contradictorios que doblegan nuestros propósitos la mayor de las veces. Adquirí paulatinamente gracias a Dios la fortaleza para sobreponerme a los sobresaltos representados en la interrogante ¿ por qué precisamente a nosotros tenía que pasarnos esto? A pesar de todo, aprendimos en familia a disfrutar de tu compañía; compartimos muchas experiencias en tu infancia hiperactiva. Por ejemplo, tu hermano mayor aún recuerda la cita con el dentista para reconstrucción de una pieza dental que perdió gracias a tu buena puntería con el balón de juego; esa mirada angelical, tu gusto por el deporte – especialmente el fútbol-. Te distingues por ser siempre servicial y poseer un instinto protector para los que consideras indefensos. Sabes del cotidiano devenir del hogar y cómo integrarte, participando en las actividades diarias y encargándote principalmente del cuidado de tu mascota sin que tu sonrisa y energía se desvanezcan. Jamás había cruzado por mi mente tener la gracia de convivir con el ser maravilloso con capacidades diferentes que el cielo me ha regalado, recibir de ti el beso diario de buenos días. El hecho de que me colmes de atenciones me place enormemente; eres y serás siempre mi bebé de 35 años. Sobre José Ángel Vega Mi vida profesional ha estado llena de retos debido a los cambios en planes y programas de estudio, a partir de 1993 los cambios han sido más dinámicos lo que de alguna manera me estimuló a la actualización académica. Algunas de las carencias superadas son la resistencia presentada a ciertos cambios en mi quehacer docente sobre todo ahora que las nuevas tecnologías han cambiado la manera de interactuar en el espacio educativo lo que me a llevado a interiorizarme en el conocimiento y aplicación de las mismas e integrarlas a estrategias innovadoras para coadyuvar en la construcción de aprendizajes significativo. Exhorto a quienes sientan tener la vocación del magisterio a que luchen por su sueño ya que bien vale la pena el esfuerzo. A los que ya lo son a seguir sirviendo y amando a sus alumnos. Si me preguntaran ¿ Qué te gustaría ser si volvieras a nacer? Sin vacilar contestaría ¡docente! Fotografía © Bernartbé Por Joel Bernabé
Ahora Ahora no estoy, no pienso, no soy. No siento mi piel, no encuentro mis ojos, no escucho mi voz. O tal vez soy un sueño de alguien que sueña, ¡y yo quisiera despertarlo! ..., pero nada, sigo así, aquí buscándole forma a las cosas que no tienen sentido. No sé si soy despojo de carne, de huesos u olvido. Pareciera que estoy cubierto de frío, de espinas y polvo. ¡Apesto a ausencias, a melancolías y a nostalgias! Y mientras nada soy, escupo blasfemias a los transeúntes por las ventanas. Sé que no estoy, que no pienso, que no soy y, sin embargo, entre las paredes le susurro a la muerte: –Sabes, ahora solo quisiera recogerme, dormir, olvidar… dormir, olvidar. Entre el polvo negro Voy a cubrirme de noches, ahogarme en el polvo negro hasta reventar de olvido. Dormiré saturado de vacío. Lo que tuve, no lo supe mío. Pero antes pondré un caracol en mi frente para que con su baba de sal evitar, mi cuerpo se vuelva polvo. Los caracoles son eternos lo sé, los he visto, quizás porque son lentos. Pasarán los siglos, y nada habrá cambiado. Seguiré ahí solo, ausente, cubierto de sal, cubierto de muerte. Caer Extraño, disociado, ausente de todo, no sé qué pensar, no pienso. Estoy harto, cansado de no ser, de no estar. Me pesa la nada, me aplasta. Me dejo caer y caigo, y mientras caiga veo siluetas sin rostros que van, que vienen, llevando consigo el peso de la nada. Entonces, siento la monstruosidad del vacío, en el que estoy, en el que estamos, profundo, infinito. Me ahoga este mar de hastío, lleno de peces sombríos que escupen burbujas de sal y no escucho palabra alguna donde pueda posar mi boca, mi lengua, mi razón. Y mientras voy cayendo, el tiempo, ave de rapiña, observa mi decadencia, listo para hacerme polvo y después escupirme al olvido. Qué más da, uno nunca es nadie, y ser nada es inescapable. A decir verdad, soy, como todos, una masa que va, que viene, que duerme, que va, que viene, que duerme, producto de lo absurdo, alimentando solamente el vacío. Nota biográfica Fui esculpido en Terecuato, Michoacán. Aterricé de forma brusca aquí en los Estados Unidos hace veinte años. Nunca aprendí el idioma purépecha, mi lengua madre y el español ahí medio lo hablaba. En la “tierra de las oportunidades” supe que el Inglés es necesario. Gracias al esfuerzo por aprenderlo en varios colegios de California, descubrí que la filosofía es mi otra mitad. Leyendo un texto en inglés me encontré un fragmento filosófico con la sentencia: “yo solo sé, que nada sé,” de Sócrates. Esta frase me sacudió hasta los huesos y, desde entonces, ya no fui el mismo. No saber nada se ha vuelto mi bandera y punto de partida para estudiar filosofía. De las corrientes filosóficas el existencialismo me ha llamado la atención: Nietzsche, Sartre y Camus han influenciado mi escritura. Lo absurdo, la nada, el vacío y la muerte son temas recurrentes en mis escritos. 41 años ya en este mundo haciendo caminos que no van a ningún lado, pero los últimos 6 han sido los más satisfactorios. Desde entonces me he dedicado a empuñar el lápiz y a llenar el cesto de papel, hasta que algunas líneas logren convertirse en un poema. Son años llenos de caos y sin sentido. Disculpen mi pesimismo, pero sin este ingrediente no podría escribir poesía. Entrada editada por Saúl Holguín Cuevas. |
Escritor invitadoEn esta sección tendremos escritores invitados que compartirán su labor literaria con nuestros lectores. Archives
November 2024
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