A mi hermano…
Por David Alberto Muñoz Qué difícil puede ser la muerte, sobre todo, cuando no las esperas, cuando llega de repente, sin avisar, como un ladrón en la noche, con la intención de quitarte algo muy valioso para ti. Creo que todos hemos estado alrededor de la muerte, pero cuando es una persona tan cercana a ti, menor que tú, de tu sangre, duele mucho. A mí me ha dolido mucho, como a todos los miembros de mi familia, la muerte de mi hermano Pablo. Pero en esta ocasión yo deseo celebrar su vida, recordar todas aquellas cosas que han permanecido en nuestra mente y nuestro corazón. Los momentos de alegría, de risas y juegos. Yo crecí con Pablo, Polo o Pequeño como le decíamos en la casa, en un hogar dónde se nos dio amor. Él fue el menor de tres hermanos varones, aparte de mí, David, Josué Alfonso y por supuesto, mi hermana Elma, la única mujer, y la más chiquita de la familia. Es curioso cuando recuerdo cómo crecimos en la ciudad de México, en aquella casa que fue la casa de nuestra infancia, en Cuarta calle de Cajamarca, número 12, Fraccionamiento las Américas, Naucalpan, Estado de México. Cuyo teléfono todavía recordamos, 5-60-31-79, aunque hoy en día, no podamos recordar nuestro propio número celular, porque la tecnología lo hace por nosotros. Más aún, tengo recuerdos de cuando vivíamos en aquel apartamento de Coyoacán, Miguel Ángel de Quevedo número 976 Departamento 2. Recuerdo una tarde cuando todos estábamos comiendo, en aquella época, Polo era un niño, que todavía comía en una silla especial para poder alcanzar la mesa. No sé de qué tanto hablábamos el uno con el otro, el escándalo normal de una familia disfrutando de los alimentos juntos, de pronto, nos dimos cuenta, el Pequeño se había bajado de su silla y se había ido. Nos causó mucha risa, porque no nos dimos cuenta cuando lo hizo, y después, descubrimos que siempre fue así, se iba de repente de la mesa y no nos dábamos cuenta. Cuando mi papá nos preguntaba ¿qué queríamos ser cuando fuéramos grandes? Pablo respondía, ingeniero, y mi hermana casi de inmediato decía, yo quiero ser ingeniera. Cuando llegamos al otro lado, nos contaba Mita, mi hermana y él, que el primer día de clases en la escuela, cuando llegaron a casa, ambos se preguntaron: ¿Entendiste algo? Nada, dijeron los dos. Una vez Polo estaba haciendo una obra de teatro, era en la Jr. High School, y fuimos a verlo. Pero parece ser que nadie se había aprendido las líneas, Polo estaba bastante molesto, porque él, desde chico fue muy responsable. Y en lugar de seguir con la obra, hizo un show que para que les cuento. Nadie puso atención a los diálogos de la obra, todo mundo estaba atento a ver qué le pasaba a Pablo, quien de pronto, parecía estar malo, enfermo, lo podíamos ver detrás de una puerta, tratando de alcanzarla, cayéndose en forma medio dramática, y cuando un maestro quería cerrar la puerta, él lo detenía, porque quería que todo mundo lo viera. Le preguntamos después qué pasó y nos dijo, es que nadie se sabía sus diálogos y no iba a desperdiciar esa oportunidad de hacer mi show. Siempre le gustó mucho Elvis Presley, lo imitaba desde chicho. Y lo hacía muy bien. Quizás algunos de ustedes tuvieron la oportunidad de verlo ya de grande hacer esta imitación. Una vez hizo un show en la casa de un amigo, y le dijo a mi papá que llegara a una hora exacta, porque quería salir corriendo y subirse al carro como lo hacía Elvis. ¡Pequeño viajero! La primera vez que participó en un concurso de oratoria en la High School, nos informó, y la verdad, todos medio incrédulos, no pensamos que pudiera ganar. Le dimos ánimo, claro, como debe de ser, pero al menos yo pensé, no va a ganar mi hermano. Fuimos al concurso, y ¿qué creen? Ganó, sí ganó, fue el primer lugar en oratoria, y bien recuerdo que cuando salió con la placa que le otorgaron, le decía a mi mamá, llorando de emoción: “La hice madre, la hice”. Creo que, entre todos nosotros, él fue el mejor orador de la familia, muy bueno para hablar en público, talento que le heredó a mi padre, quién como algunos de ustedes han de saber, fue predicador por muchos años. Bailaba muy bien, tocaba las congas y la batería, era muy buen actor, en fin, un estuche de monerías. :-) También recuerdo una grabación que tengo todavía la esperanza de encontrar en algún lugar, dónde Polo estaba entrevistando a mi hermana Mita, Y le decía, vamos a entrevistar a la Mita Muñoz, ¿cómo se llamaba usted Mita Muñoz? Mi hermana no decía nada. ¿Cómo se llama usted Mita Muñoz? ¿Cómo se llama usted Mita Muñoz? Y mi hermana finalmente responde quizás por caridad, Mita Muñoz. Son las voces de dos niños de no más de cuatro años. Mi hermana siempre le celebraba todo, cualquier chiste que decía mi hermano se reía, aunque fuera un chiste sangrón. A veces era medio sangrón el Pequeño. Pero siempre fue muy lindo y muy buen hermano. Cuando éramos chicos, recuerdo que escuchábamos mucho a Cri-Cri, y la canción de los 3 cochinitos. Y no sé si mi padre o mi madre decían que Polo era el cochinito lindo y cortés que sólo soñaba con trabajar para ayudar a su pobre mamá. Estás son historias que han circulado por mi familia desde siempre. Cuando crecimos, y nos hicimos adultos, nos conocimos mejor. Es muy curioso cuando te haces adulto y logras platicar con tu hermano de tantas cosas. Yo podía platicar con el Pequeño de lo que fuera, sin juicios de ambas partes. Todos los viernes iba a desayunar a la casa de mis padres y siempre subía a su cuarto a platicar con él. Esos recuerdos los llevaré toda mi vida. Una vez fuimos ya siendo grandes a San Diego, y pudimos convivir, platicar, reírnos, y sí, también pistear, disfrutar de ser hermanos y poder estar juntos. Pablo fue un hombre muy especial, trabajador, nunca se dio por vencido. Siempre pensando en el prójimo, y sobre todo, en la niñez, en los jóvenes que ayudó mucho. Muchos de ustedes están aquí presentes y lo han dicho. El Pequeño era un hombre inteligente, capaz, que supo contribuir no solamente a las vidas de aquellos que navegan en el mar hispano en este país, con sus retos y obstáculos, sino también, en la vida personal de muchos niños y jóvenes, que creo que lo recordaran con tanto cariño como lo hacemos su familia. Y sí, Pablo no era perfecto, al igual que yo, no quiero idealizarlo, y crear un santo, deseo simplemente expresar lo que mi corazón siente por mi hermano Pablo Armando Muñoz Salazar, a quien quise, quiero y amaré siempre con todo mi corazón. Era tremendo, cuidado con el Pequeño, era cosa seria, y le gustaba tomar Jack Daniels, en las rocas, with a twist of lemon; no me hubiera gustado tenerlo como enemigo, y lo digo en serio, pero gracias a los dioses del maíz era mi hermano, mi hermanito, pero más que nada era mi amigo, a quien tuve la oportunidad de conocer, y con quien tuve la oportunidad de convivir por tantos años. Esa noche él no pudo dormir… no intentó siquiera conciliar el sueño, prefirió perderse entre todas aquellas ambiguas lobregueces detrás de su propia inconciencia. Sólo un recuerdo lo ahogó, haciéndole sentir casi ansiedad. Miedo a existir o a no ser. Era simplemente el recuerdo de ese ser querido a quién ya no podría ver. Aquel ente, que sin avisar los abandonó heridos, frente aquel perdido recuerdo que nadie enmendaría ya más. Esa noche se dio cuenta, que cuando partimos, ya no podemos regresar. No fue él… más bien fue el fin… sí… el fin… fin que llega junto con la muerte. Porque ni siquiera la esperábamos Esa noche se percató cómo duele la muerte… no tanto para aquellos que se van, sino más bien para aquellos que permanecemos. Por eso ahora solo deseaba declarar Descansa en paz… Cede simplemente tus recuerdos Tus memorias que harán que tu presencia perdure En medio de este complejo aguijón llamado vida. Descansa en paz… Tu presencia siempre permanecerá Porque el amor nunca muere Y tu existencia siempre con nosotros estará Descansa en paz... © David Alberto Muñoz
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David Alberto MuñozSe autodefine como un cuentero, a quién le gusta reflejar "la compleja experiencia humana". Viaja entre 3 culturas, la mexicana, la chicana y la gringa. Es profesor de filosofía y estudios religiosos en Chandler-Gilbert-Community College, institución de estudios superiores. Archives
July 2021
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