El pavo y las gracias
Por David Alberto Muñoz —¡Hoy es el día del Pavo compadre! —Tengo amigos chicanos que le dicen el día del Turkey. —Sí, ya sé, el día de gracias, thanksgiving day y demás. Pero sabe usted compadre, ¿por qué se celebra? —Pues en la escuela me dijeron que hace ya muchos años los peregrinos se sentaron a comer pavo con los indios nativos porque habían logrado sobrevivir un año de mucho frío y dificultad. ¿Es eso cierto? —Pues sí, algo hay de eso. Aunque hay gente que me dice que son puras mentiras, y que los blancos nada más se chingaron a los nativos. Lo que pasa es que actualmente la gente se ha hecho muy materialista y los verdaderos significados parecen desaparecer. ¿Sí me entiende compadre? —Un poquito la mera verdad. Barájemela más despacio ¿no compadre? —Mire, es una tradición que data ya de hace muchos años. —¿Cómo de cuantos años compadre? —Pues ya muchos, ya no me acuerdo bien, pero sí sé qué hace muchos años. —Si usted lo dice. —¡No me la voltee compadre! Déjeme preguntarle algo: ¿por qué está usted agradecido este año? —Pues le doy muchas gracias a la virgencita porque no me ha faltado el trabajo. Ya ve usted que difícil ha estado la cosa con eso de la crisis. Y luego la elección que ya nada más estamos esperando a que el mentado presidente electo nos junte y nos fusile, porque dizque todo es culpa nuestra. Además, ¿se acuerda que mi jefa se puso bien mala de la presión?, además metieron al bote a mi compadre Ricardo, que porque dizque le había robado materia prima en la fábrica donde trabajaba. Que bueno que usted me recomendó con el Lic. ese que me ayudó y no cobró tanto como todos los demás que nada más andan detrás del billete compadre, y pues, gracias a usted que aunque a veces se pasa, no deja de ser mi amigo. —Eso mismo digo yo. Póngase usted a pensar compadre, aquí no nos están cayendo bombas como allá en la ciudad de Alepo. —¿De dónde compadre? —De Alepo…mire compadre, es una ciudad que está en Siria. —¡No mames güey! —¡No sea payaso compadre! Fíjese bien, nuestros hijos pues en medio de todo, están bien, aunque a lo mejor un jalón de orejas no les iba a venir tan mal para que se apuren en la escuela. Además, su comadre, mi esposa, empezó a trabajar en el mentado Wal-Mart, que quién sabe que pedo traen mucha gente con la empresa, pero a mi mujer le están dando trabajo. Vamos a poder comprar nuestros pavos, hacer unos tamalitos, un pastel de carne y por si fuera poco tendremos nuestras chelas, ¿qué más le pedimos a la vida no? —Acuérdese que no a todos nos ha ido tan bien compadre. No se acuerda de Jaime, que lo deportaron hace tres meses, y dejó a su familia aquí sin nada de dinero. O lo qué le pasó a Elenita, la hija de Don Vicente, la violaron los desgraciados esos de las gangas y no se olvide que hasta usted y a mí, el pinchi Sheriff Arpaio, nos metió al bote porqué dizque no teníamos papeles. Pero sí tenemos compadre… sí tenemos, lo que pasa es que estamos prietitos. —¡Bueno, y ese tipo ya no es el Sherif! —A Dios gracias…por eso hay que estar agradecidos compadre, por todo, por lo bueno y lo malo, porque gracias a Dios, a la virgencita o a la vida, no nos ha ido tan mal, tenemos subsistencia, amigos, hasta enemigos que nos enseñan a defendernos ¿qué no? Hasta hemos tenido la oportunidad de hacer una que otra travesura ¿O no? —Pues la mera verdad sí compadre. Gracias a la vida todavía estamos vivos, y mientras tengamos la vida habrá esperanza. —Eso es lo que el pavo y las gracias significan. ¡Feliz día de gracias de parte de todos los Peregrinos y sus letras! Noviembre del 2016. © David Alberto Muñoz
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David Alberto MuñozSe autodefine como un cuentero, a quién le gusta reflejar "la compleja experiencia humana". Viaja entre 3 culturas, la mexicana, la chicana y la gringa. Es profesor de filosofía y estudios religiosos en Chandler-Gilbert-Community College, institución de estudios superiores. Archives
July 2021
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