La mentira
Un cuento Por David Alberto Muñoz —No entiendo por qué los humanos mentimos tanto compadre. Es la verdad, no importa si somos hombre o mujer, si tenemos riquezas o no, si somos feos o bonitos, si somos altos o chaparros, católicos o protestantes, buenos o malos, todos, absolutamente todos, mentimos. —“El más amigo es traidor, y el más verdadero miente”. Así decía mi abuelita. —¿Sabe que decía la mía compadre? —No compadre. —“Para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado”. —Pos ahí está la cosa. Unos mentimos creo yo, por costumbre, o porque a veces nos agrada que la gente piense que somos más de lo que realmente somos. —O que me dice de mentir porque eso nos va a beneficiar económicamente. Antes podía uno mentir con más facilidad, hoy en día todo sale en la mentada computadora. —Creo que tiene razón compadre. Ya ve usted cómo somos los hispanos de tranzas, gandayas y aprovechados. Y lo digo con el debido respeto, sin agraviar lo presente. —¿Qué pasó, qué pasó, vamos ahí? —Pura guasa compadre, no se crea. Pero si le viene el saco, pos póngaselo. —Eso ya lo sé compadre, ni tiene que decírmelo. Mire usted, mentimos, por ejemplo, cuando hacemos nuestra declaración de impuestos. Porque en nuestro país, ni siquiera declarábamos impuestos, pero aquí, el tío Sam lo exige. ¿Y a poco no tratamos de poner más deducciones de las que tenemos? —No pos eso es cierto. No le voy a mentir. O qué me dice cuando queremos que nos den un trabajo y no tenemos la suficiente experiencia. Yo puse en mi aplicación… —Solicitud compadre, en buen español se dice solicitud. —No joda compadre, aquí le decimos aplicación, de application. Pos como le decía, yo puse que trabajé en petróleos mexicanos, para que me dieran el trabajo en la agencia de seguros. —¿Y qué tiene que ver el petróleo mexicano con una agencia de seguros? —¡Pos yo qué sé! El punto es que, se miraba mejor así, en el resume. —Currículo compadre, así decimos en español, currículo. —No mame compadre, no se pase… se pasa eh… calmado. —Qué me dice de cuando queremos conquistar a una mujer, ahí si nos salen las mentiras a montones. Somos capaces de bajar el cielo y las estrellas nada más por conseguir lo que queremos. —Bueno, también ellas mienten compadre, ¿o me va a decir usted qué no? —No pos sí, nada más le dicen a uno: “Después, al ratito…” Y uno se queda como menso esperando. —Y nosotros también compadre, hay que admitirlo, aquí entre nos, somos igual de mentirosos los hombres como las mujeres. —Qué me dice de ese dicho que expresa: “Los niños ni ocultan mentiras, ni callan verdades.” —Pos a veces compadre. No todo el tiempo. Nunca ha agarrado usted a su hijo con las manos en la masa, y el condenado chamaco se inventa una historia que sólo Dios sabe de dónde sale, con la única intención de que no le dé usted sus buenas nalgadas por mentiroso. Como eso de las calificaciones en la escuela, por decir algo. O que va uno a hablar con la maestra, y le traduce el susodicho chiquillo: “Dice la teacher que soy el mejor alumno en toda la clase.” —No pos sí compadre, me ha sucedido, condenado mocoso. Pero luego igual, a usted no lo ha echado de cabeza su muchacho con su mujer, porque usted se fue de parranda con los cuates, y le pide al escuincle, dile a tu mamá que estaba en la oficina; y cuando regresa a casa, le dice a su señora que estaba en la oficina trabajando, pregúntale a Paquito si no me crees, y el condenado Paquito dice, “no mamá, papá, estaba en la cantina de Don Braulio.” —JAJAJA… Claro que sí, y le pregunta uno por qué no dijiste lo que te había dicho, y nos responde: “Es que no debo de decir mentiras.” —¿Sabe usted compadre? Creo que la mentira es una torpe debilidad. —No siempre compadre. —¿Por qué lo dice? —Se acuerda cuando mi Tía Cholita se peleó con mi mamá? —Claro que me acuerdo, fue el chisme de la semana en toda la colonia. —Pos en aquella ocasión mi madrecita santa, que en paz descanse, que era tremenda entre paréntesis, le pidió a mi tía que le comprara una cadenita de esas que venden en el Vaticano. Ya que mi tía iba a ir para allá. Ella le dijo, asegúrate que esté bendecida por el santo Papa. Mi tía le dijo, no te apures, yo te la traigo. Pos a la hora de la hora, se le olvidó, y que le compra una cadenita, muy bonita, por cierto, de Santa Cecilia, la patrona de los músicos, ya que como usted ha de saber, mi madre era música, además de poeta y algo loquita. —Claro compadre, eso todo el mundo lo sabe. Creo que usted le heredó lo de loco. —No se mande compadre, que estamos hablando de mi santa madre. —Usted disculpe compadre. Adelante por favor. —Pos el error que cometió mi tía fue el decirle a mi mamá, que no era del Vaticano la mentada medallita, que era del aeropuerto, y que ella sólo quería ser honesta con su hermana. —¡Úta! —Lo mismo dije yo, y pensé hasta peor. Úta madr… ¿Qué le hubiera costado decir que el mismo Papa la bendijo y se la entregó con sus propias manos? Mi señora madre hubiera sido muy feliz. Ya ve usted que no se hablaron por dos años, nada más por la mentada medallita y lo “honesta” que fue mi tía Cholita. Yo creo que hay cosas que es mejor no decir, callar, o mentir, como dice la gente, mentiritas blancas. ¿A poco usted si su señora le pregunta cómo me veo amor? Y la ve usted de frente, y la verdad se mira de la ching… bueno usted me entiende ¿no? ¿Qué le dice? —¡Te miras espectacular corazón! JIJIJI… Sí compadre, creo que sí lo entiendo. ¿Pero entonces? ¿La mentira es buena o es mala? —No sé, compadre, no lo sé… en ocasiones puede ser una mentira piadosa, incluso podemos cometer ese “error”, por decirle de alguna forma, deseando el bien de otros. Y otras veces, podemos incluso engañarnos a nosotros mismos. La mera verdad, no lo sé… ¿usted qué piensa? —Yo creo que de vez en cuando hay que decir la verdad, para que nos crean cuando mintamos. —Creo que sus palabras son sabias compadre. Salucita… —Salucita compadre… —Pos entonces, a mentir se ha dicho… —Así es compadre… a mentir se ha dicho… parece ser que no nos queda de otra… © David Alberto Muñoz
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David Alberto MuñozSe autodefine como un cuentero, a quién le gusta reflejar "la compleja experiencia humana". Viaja entre 3 culturas, la mexicana, la chicana y la gringa. Es profesor de filosofía y estudios religiosos en Chandler-Gilbert-Community College, institución de estudios superiores. Archives
July 2021
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