Mente, corazón y alma
Texto leído en el homenaje, y en la presentación del libro Un canto, un llanto, y una vida de Alfonso Víctor Muñoz Por David Alberto Muñoz Escribir un libro no es nada fácil. A veces se piensa que, si simplemente ponemos algunos pensamientos en papel, ya hemos escrito una obra maestra de la literatura mundial. Para escribir un buen libro se necesita no solamente al menos, un poco de talento, pero más que nada, dedicación, y sobre todo, tener algo que decir. Mi padre siempre quiso escribir un libro, desde que era yo niño recuerdo que ocasiones se sentaba con mi madre, y ella, escribía los pensamientos que brotaban de él. Por momentos, logró tener parte de su vida, parte de su conversión a Cristo, parte de su ministerio, pero aquella idea parece que quedó guardada en algún baúl de sus propios recuerdos. Muchos años después, un día, como él mismo dice en el prólogo de su libro, Un canto, un llanto y una vida, en junio 2, 2018… “por primera vez y dramáticamente ¡ya empecé a escribir!” Y el resultado es el libro que en esta mañana estamos presentando. Un canto, un llanto y una vida, representa un documento histórico, porque Alfonso V. Muñoz habla de su propia vida, de sus logros, sus fracasos, su ideología, de todas las cosas que lo llevaron a ser lo que es el día de hoy. Alfonso V. Muñoz, nacido en el Paso, Texas, conlleva una vida por demás interesante. Desde sus años mozos, cuando entra en el mundo de las drogas y el narcotráfico, para terminar prisionero en la famosa cárcel de San Quintín, California, con dos años de condena, por posesión y tráfico de drogas, hasta sus viajes alrededor de todo el mundo, incrustándose en los más recónditos lugares, selvas, desiertos, mares y demás, con la única intención de predicar el evangelio de Cristo. Muñoz ha centrado su mensaje evangelístico, en el concepto de ser Cristocéntrico. Por más de 60 años, ha viajado por auto, camión, tren, avión, barco, hasta burro, para alcanzar a poblaciones quizás ignoradas por la sociedad main stream. Este libro, representa su testimonio personal sobre su transitar por esta existencia humana. Dividido en cuatro partes, Muñoz principia contándonos detalles de su autobiografía, que, si la escribiera toda, tendríamos lugar para más de 10 tomos. Habla de su niñez, su familia, la relación que tuvo con su padre, sus años tormentosos, para luego pasar a un momento clave en su vida, su conversión a Cristo, que definitivamente cambió el rumbo de su existencia. La segunda parte habla de cómo entró en el evangelismo de tiempo completo, y de cómo se formó, el ahora famoso grupo Nuevo Nacimiento, que vino a revolucionar el evangelismo no sólo en la ciudad de México, sino en el mundo entero, al grado que ha sido tema de disertaciones por estudiantes de seminarios estadounidenses. La tercera parte habla de lo que Muñoz considera es el verdadero discipulado, profundiza con mente clara y entendedora sobre lo que realmente dice la Biblia sobre ser un discípulo de Cristo. Y, por último, en la cuarta parte, presenta consejos de Cristo, no de él, sino de Jesús de Nazaret, sobre la vida cristiana, presentando una especie de tratado filosófico-teológico, terminado en los conceptos de la fe e incertidumbre. Un canto, un llanto y una vida, no solamente es un testimonio histórico escrito quizás, por el más grande evangelista mexicano, sino que, de la misma forma, representa toda una época que tal vez se ha olvidado en el mundo cristiano, ya que el evangelio aquí representado, contiene elementos de pureza de un alto nivel, que por algún motivo han desaparecido del mundo cristiano actual. Este libro será disfrutado por el lector común y corriente que desea saber la historia de Alfonso V. Muñoz y su grupo Nuevo Nacimiento, pero también por el pensador cristiano, ya que Muñoz profundiza a un alto nivel intelectual, presentando no sólo detalles de su ministerio, sino sobre una base sólida, fundamentada en la Biblia, y desplegada en las páginas de este libro, muestra que no solamente el evangelio de Jesús es emoción, sentimiento, también es mente y razón, ya que Dios nos dio a todos los humanos una capacidad de pensar, un cerebro que debemos de utilizar, y aquí, Muñoz lo demuestra contundentemente. Para mí, es un orgullo presentar el trabajo de mi padre, alguien a quién siempre he admirado, y lo voy a decir, alguien con quien también he tenido desacuerdos, pero, sobre todo, lo que siempre ha permanecido entre nosotros, es la relación padre e hijo. Es un honor para mí presentar al hermano, al doctor, Alfonso Víctor Muñoz. © David Alberto Muñoz
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David Alberto MuñozSe autodefine como un cuentero, a quién le gusta reflejar "la compleja experiencia humana". Viaja entre 3 culturas, la mexicana, la chicana y la gringa. Es profesor de filosofía y estudios religiosos en Chandler-Gilbert-Community College, institución de estudios superiores. Archives
July 2021
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