Mopohua Leyenda, visiones híbridas de un México que sigue buscando su identidad, de Víctor Hugo Preciado Hernández
por David Alberto Muñoz Cada vez que me piden que escriba una reseña de alguna obra literaria, al empezar tengo un debate conmigo mismo. Considero, que criterio voy a utilizar, porque es menester el utilizar un criterio literario para analizar cualquier trabajo que consideremos una pieza literaria. Entonces, comienzo a pensar, ¿qué tal el estético? Esto sería demasiado presuntuoso, aparte de ser ingenuo. Podría también utilizar un criterio personal, pero también esto sería un poco exagerado, muy subjetivo. Sería muy arbitrario utilizar un criterio temático, porque podríamos caer en un dogmatismo impuesto por las teorías académicas aprendidas en las universidades. De manera que, en esta ocasión, decidí abordar la novela de Víctor Hugo Preciado Hernández, desde una perspectiva muy básica y sencilla. Primeramente, debemos de entender el concepto de la literatura. Daré una muy sencilla y profunda. Aristóteles define: “La literatura es el arte de la palabra”. Y yo agrego, el arte de la palabra escrita. Ampliemos un poco, el arte de escribir, está en el centro del arte de la creación literaria. Además, tiene una relación muy íntima, con las artes de la gramática, la poética y la retórica. Podemos decir, que una crítica literaria parte de una obra escrita, que posee los siguientes elementos y que es considerada literatura. Número uno: El contexto, social, político, e histórico Número dos: Los antecedentes del autor Número tres: Influencias en la creación de la obra misma Número cuatro: La recepción que ha tendido en los lectores Y es precisamente de este último punto, dónde deseo partir, para comentar este trabajo, sin hacer a un lado los aspectos estéticos, personales, y temáticos, porque si la base de nuestra interpretación descansa en el impacto que puede tener una narrativa, en este caso una novela sobre sus lectores, al menos para mí, esto puede traer una reacción muy personal al leerla. La novela se titula Mopohua Leyenda, por Víctor Hugo Preciado Hernández. La palabra mopohua, es una palabra náhuatl, que quiere decir: “narración” (mi traducción), y nos presenta una historia muy interesante sobre 3 chinacos. La palabra chinaco significa de acuerdo con la Real Academia Española: Un guerrillero liberal de la época de Maximiliano. La obra en su contexto histórico es un viaje por la intervención francesa en México, y de aquí surge la historia principal, la historia de Chencho, personaje del pueblo, quién tiene una herencia y un linaje desconocido, y de sus dos mejores amigos, el Gorgonio y el Chon, personajes indígenas a quienes les gustaba en ocasiones irse a tomar unos tragos a la cantina Salsipuedes. Un chinaco, también es entendido como una persona de bajo nivel social. En este contexto encontramos una leyenda ficticia como el mismo autor lo expone en su introducción, cito: “Brevemente, estas son las historias que me inspiraron a hacer este pequeño trabajo, el cual es completamente ficticio. Espero que les guste a mis lectores y lo disfruten. Si les gusta, habré logrado mi objetivo, que no es otro que brindarles una lectura amena y entretenida sin el afán de ser muy complicada, para que sea comprensible”. (6) El maestro Lázaro J. Fierro, resume de una forma muy eficiente la trama, cito: “Tres Chinacos es un viaje al México post Intervención Francesa. Su autor… deja de ser un lector empedernido para convertirse en narrador de historias basadas en el conocimiento que adquirió al leer cientos de libros y al escuchar las interesantes historias que sus abuelos le contaron… narra la vida y costumbres de ricos hacendados y de humildes peones de la época. Los abusos de los pudientes y los sufrimientos de los sirvientes se plasman con singular precisión. La cultura resultante del encontronazo entre los pueblos autóctonos y europeos se pinta sugestivamente en las historias que se entrelazan para proporcionar al lector un clímax que lo llevará a perder horas de sueño”. (4-5) En esta sección es dónde veo muy claramente la teoría de Néstor García Canclini planteada, quién expresa en su libro: Culturas Híbridas: Estrategias para entrar y salir de la modernidad, que las culturas híbridas es el proceso de interacción y reconstrucción de dos culturas locales. En este caso, la cultura europea, visualizada en la novela con los hacendados, los terratenientes, los latifundistas, que dominaban el poder de la época, y los pueblos autóctonos, los indígenas conquistados, ese pueblo deseando mantener sus tradiciones, sus costumbres, y a la misma vez, atemorizados por la nueva religión del catolicismo a obedecer, con la amenaza de irse al infierno. Cito: “El Chencho era un hombre que había crecido con la devoción a la Virgen de Guadalupe, como toda la gente que vivía en esa región y en todo México, y con todas las costumbres y tradiciones de la gente del pueblo. Por tanto, era un poco supersticioso. Aunque era valiente, sin rayar en la temeridad, él creía que, si en algún momento le llegara a pasar algo relacionado con los díceres de la gente, tendría el valor para enfrentarlo”. (15-16) La misma condición social y de crecimiento encontramos en la Inés, quién será la mujer del Chencho, cito: “La Inés y su familia eran personas muy devotas a la virgen de Guadalupe como toda la gente de ese México post colonial. Hay que tomar en cuenta que el clero mexicano había hecho un excelente trabajo al catequizar a los pueblos indígenas como parte del sometimiento colonialista para que estos fueran temerosos de Dios. Necesitaban que aceptaran su destino y fueran sumisos ante los amos. Para lograrlo, el padre Casimiro les hablaba del cielo y el infierno, de los pecados, de los premios y los castigos que llevaba el ser o no un buen cristiano”. (22) En estos pasajes podemos ver con suma claridad este concepto presentado por García Canclini, la reconstrucción de dos culturas locales en una sola, es precisamente ésta, la hibridad cultural. La obra se despliega de situaciones muy comunes de la época, el dueño de la tierra, quién cree que tiene el derecho a dormir con cualquier mujer indígena antes que esta se case. La forma en que Chencho e Inés escapan, y la venganza que da el “Patrón”, sobre su propia gente. Y todo esto sin saber, que existe una estirpe oculta, un patrimonio que se descubrirá más adelante en la obra. Pero quizás, el centro de la narrativa se encuentra en esta leyenda muy bien presentada por Preciado Hernández, quién nos narra en su novela lo siguiente, cito: “Al Chencho se le habían pasado las “cucharadas” y había discutido con el Chon y a punto estuvieron de llegar a las armas y darse de plomazos afuera del Salsipuedes. Si no hubiera sido por el Gorgonio, quien sabe si la estaría contando, porque el Chon tenía fama de tener buen tino. No jerraba tiro. El estar tuerto era en esos menesteres una ventaja. Además, él sabía que ya había despenado a muchos durante las escaramuzas en donde participaron. Esa noche el Chencho se escapó de pelos gracias al Gorgonio que fue quien los había separado, diciéndoles a gritos: —Si son amigos, pa’ que andan con pleitos”. (72-73) “Justo en ese momento, el Chencho lo vio. Era un perro al que le brillaban los ojos como si fueran tizones, así como cuando las brasas del fogón de la Inés se avivaban con el soplador. No era un perro muy grande, era un perro blanco que parecía tener fierro en las patas por el sonido que producía. Estaba detrás de él, como si lo siguiera. A cada paso que daba, sonaba como si arrastrara cadenas. Pero no eran cadenas, eran las patas del perro las que producían aquel ruido aterrador al caminar sobre las piedras. Tal parecía que el perro llevase herraduras”. (76) En esta parte de la novela, se combinan varios elementos, realidad, imaginación, leyenda. En el México campirano, los mitos muchas veces cobran vida que van más allá de nuestra realidad postmodernista. La narrativa parece convertirse en una sutil franja de elementos portadores de crudezas, y alcanzan dimensiones profundas, que cualquier ser con sentimientos humanos puede entender y percatarse de ellas. Mopohua Leyenda, representa el ideal del sentir de un pueblo explotado. Un México, que al menos en mi generación existe solamente en la mente y el corazón nuestro. Este pueblo, valiente, sufrido, nacido del maíz, que todavía busca justicia y equidad, lucha por sobrevivir, en medio de esas fuerzas culturales opuestas, que siguen chochando la una con la otra. Ese México, ha estado enterrado en medio de leyendas y brujerías, en medio de supersticiones y escepticismos, seguidas por la gente del pueblo, que de alguna manera logran liberarse dentro de la novela de Preciado Hernández, para llevarnos a un clímax que posee en mi concepto personal, algo de realismo mágico, que nos lleva eventualmente a un final, y esto es cierto, si acaso un tanto idealista, pero definitivamente justo, de acuerdo con las leyes de la lógica. Algo que me llamó mucho la atención, fue el hecho de que el autor es quién narra la historia. No es un narrador omnisciente quien cuenta los sucesos. Por el contrario, es el mismo Víctor Hugo Preciado Hernández, quien comparte esta historia. Y esto lo podemos ver, porque de pronto encontramos expresiones, y estoy parafraseando, como, “…pero regresamos a nuestra historia… eso es otro asunto… volvamos a nuestra narrativa”. Esto le da a la novela un sentir de familiaridad entre el lector y su autor. Guardando todas las proporciones, Mopohua Leyenda, me recordó las novelas de Juan Rulfo, el cuento de “Macario”, y toda esa literatura indigenista, o más bien autóctona mexicana, que reposa en la base de una identidad contemporánea, que todavía está en proceso de desarrollo. Creo que cada lector disfrutará mucho de su lectura. Y cierro al estilo de Peregrinos y sus letras, si el lema mío es ¡A escribir se ha dicho! Hoy pronunciamos ¡A leer se ha dicho! En hora buena Víctor Hugo. Gracias. © David Alberto Muñoz
1 Comment
Ernesto Valenzuela
10/5/2023 11:10:13
Felicitaciones Victor (Aka) Pinky. Espero leerte pronto. Calculo que hace +/- 45 años que no nos vemos.
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David Alberto MuñozSe autodefine como un cuentero, a quién le gusta reflejar "la compleja experiencia humana". Viaja entre 3 culturas, la mexicana, la chicana y la gringa. Es profesor de filosofía y estudios religiosos en Chandler-Gilbert-Community College, institución de estudios superiores. Archives
July 2021
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