Sala de operaciones, 166B
Un cuento por David Alberto Muñoz —Este cuate se va a morir. —Y eso a ti qué te importa. Mira nada más, está totalmente drogado. No sabe quién es ni dónde está. Siempre ha sido un parrandero, un borracho, un vicioso. Nada más metiéndose alcohol, drogas y, demás, date cuenta. Todo mundo lo conoce, así es él. —Ese no es nuestro propósito aquí. Debemos ayudarle, ¿a poco tú nunca has estado en su situación? —La verdad no. No me compares con él. Él ni siquiera merece que le hagamos caso. Está pagando por lo que hizo en su vida, eso es todo. Alberto no es como nosotros. —¿Oye? —¿Qué viste? —Yo vi un piso de madera. Las imágenes eran medio borrosas. Eran cuerpos que se movían, pero no de una forma normal. Al contrario, todo era como un viaje de drogas, ya conoces al mentado Alberto. Era como un bar donde salían figuras dantescas atrapadas en su mente, o quizás, en su imaginación. Se deslizaban con mucha facilidad. Él cerraba sus ojos y esas iconografías parecían acariciarlo, lo tocaban de una forma especial, como si desearan llevárselo. Por eso digo, hay que ayudar a deshacerse de él ¿no crees? Lo digo en buena onda. —Yo también las vi, pero lo que miraba tenía más claridad. Fueron imágenes de su familia. Su padre, su madre, su hermano, esos que ya se fueron. Se movían alrededor de él, mientras aparecía su propia imagen y sangre caía sobre su rostro. Él simplemente volteaba y las miraba con ojos de sorpresa. Era como un túnel al cual todos vamos a llegar. De algo sí podemos estar seguros, todos vamos a morir. Nos guste o no. —Mira, la herida está sangrando. Ven, ayúdame a detenerla. —Por el amor de Dios, ¿estás loco? Ya te está llevando la chingada. Más bien a es a él a quien se lo está llevando la chingada. No es un mal hombre, pero óyeme, merece estar aquí. Nunca se cuidó. Jamás de los jamases le importó su salud, su vida con un carambas. Creo que es mejor dejarlo así. ¿No crees? —¡Tú qué sabes! Tú deberías de cumplir con la labor que se nos dio, y punto. Siempre andas juzgando a los demás. Es todo lo que haces. No puedes ser positivo. Todo lo miras con negatividad. Ve lo bueno de la gente, no lo malo. —Obsérvalo un poco nada más. No puede respirar, está totalmente fuera de la realidad, está drogado, con un carambas. Te apuesto a que toda su vida se le aparece en unos segundos. Percibe su propia presencia, trata de sentirla, entenderla, no digo que podamos saber que hay en la mente humana, mucho más, que existe en el más allá, pero sí podemos ver cuando están en necesidad, es nuestro deber ayudarlo, Alberto, todavía está aquí. De pronto, el piso se vuelve como de color azul claro, esos mosaicos que a veces tiene la gente en su casa. Todos los personajes se mueven, vuelan, viajan entre la imaginación y la vida de Alberto. Todo se confunde. En aquella esquina, hay muchos tubos, de esos que se usan en un hospital. Siempre me pregunté, para que eran esas salidas detrás de una cama de hospital. Son para ejercitar su estado respiratorio. Ahora ya sé eso, antes no lo sabía. Vi que sangre era derramada sobre aquellos conductos, al poco rato apareció el rostro de Alberto, y la sangre caí a chorros sobre su cara; al principio era poca, pero al fin de cuentas, la sangre se derrama. Que no fue Clarice Lispector quien dijo: —Ahí estaba el mar, la más ininteligible de las existencias no humanas. Y allí estaba la mujer, de pie, el más ininteligible de los seres vivos. El día que el ser humano se hizo una pregunta sobre sí mismo, entonces se convirtió en el más ininteligible de los seres por donde circulaba sangre, ella y el mar. Sólo podría haber un encuentro de sus misterios si uno se entregará al otro: la entrega de dos mundos desconocidos hecha con la confianza de que se entregarían dos comprensiones.” —Eso a mí no me importa. —Estoy hablando de dos maneras completamente diferentes de pensar, de ser, distintas en muchas cosas, quizás en todo. Pero la sangre, la sangre sólo se derrama antes de la muerte. —¡No manches! ¿A quién le importa si él puede respirar o no? La vida es tan relativa, te puedes ir en cualquier momento, no importa tu edad. Como la hija de Kobe Bryan, si él murió joven, ¿qué me dices de la chamaca, tenía 13 años? Nos podemos ir en cualquier momento. En cualquier instante. Nos aferramos tanto a estar vivos, creo que es la única fuerza que permanece, la única realidad, es el estar vivo, el vivir, la vida, no conocemos nada más. —Pues así es la vida, rara, caprichosa, absurda, difícil. Cada uno de nosotros pasamos por ella simplemente, eso es todo, se nos prestan unos cuantos años y me gusta pensar que algunos la vivimos. A veces nos creemos dioses y jugamos con nuestras propias situaciones. No podemos entender realmente nuestras acciones. Vivimos unos gobernados por la razón, todo tiene que ser lógico, y otros, viven por los sentimientos, sólo desean sentirse bien, y hay algunos, que viven sin motivos, sin propósito, sin tratar de entender esta compleja experiencia humana. —¡Agárralo bien! Que cierre bien la herida. —Ayuda pues… —Deberíamos ayudar a matarlo. —No seas tonto. ¿Qué te ha hecho? Tampoco, no seas gacho carnal. Podemos ayudarlo. Mira, el doctor ya esta cerrando la herida. Por eso nos trajeron aquí, para que ayudemos a Alberto. ¿Entiendes? —Está bien. Lo voy ayudar. No porque me caiga bien, sino porque deseo ser un profesional. Terminar mi labor e irnos. No sé qué va a pasar con nosotros. Tal vez, simplemente nos tirarán a la basura ya que no sirvamos. La gente puede ser muy mala. —Tú cumple con tú labor, yo haré lo mismo, ya veremos qué pasa después. Eran dos grapas hablando una con la otra. Éstas, estaban cerrando la herida de Alberto Maldonado, él, estaba siendo operado porque se le descubrió cáncer en su cuerpo. La sala de operaciones era el cuarto 166B. La operación duró 13 horas. Y él, continuaba vivo… © David Alberto Muñoz
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David Alberto MuñozSe autodefine como un cuentero, a quién le gusta reflejar "la compleja experiencia humana". Viaja entre 3 culturas, la mexicana, la chicana y la gringa. Es profesor de filosofía y estudios religiosos en Chandler-Gilbert-Community College, institución de estudios superiores. Archives
July 2021
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