Se dio cuenta
Un microcuento por David Alberto Muñoz Lucrecia despertó para percatarse quizás por primera vez que su compañero se estaba encogiendo. Nunca lo hubiese imaginado. Después de tantos años de vivir juntos, la corpulencia y los anchos brazos de Joaquín, parecían desaparecer minuto a minuto. Todavía recordaba la noche de bodas, el viaje de luna de miel, cuando se la pasaban literalmente todo el día en la cama haciendo el amor, o cogiendo, como en ocasiones le decía él. —Hay que decir las cosas como son. ¿No crees? —¿Pero coger? Se oye muy feo Joaquín. Lucrecia miraba como el cuerpo de su amante se estaba literalmente secando. Las arrugas ya se le miraban con mucha claridad, el poco pelo que le quedaba ya estaba totalmente blanco. Pensó: “Anoche todavía hicimos el amor. Sentí sus huesos sobre mi piel”. De pronto, se puso de pie, como asustada… volteó para todos lados buscando algo, y vio su propia imagen desnuda en el espejo del tocador que estaba frente a la cama. Ella ya era un esqueleto. Habían fallecido hace más de 35 años. Lucrecia, apenas se estaba dando cuenta. © David Alberto Muñoz
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David Alberto MuñozSe autodefine como un cuentero, a quién le gusta reflejar "la compleja experiencia humana". Viaja entre 3 culturas, la mexicana, la chicana y la gringa. Es profesor de filosofía y estudios religiosos en Chandler-Gilbert-Community College, institución de estudios superiores. Archives
July 2021
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