Por Violant Muñoz i Genovés Agua de luna saca a la luz los mecanismos de las redes de seducción, captación y conversión de jóvenes europeas para convertirlas en esposas —o en simples esclavas sexuales— de los yihadistas de Siria e Irak. A modo de un thriller, Juan Ramón Lucas nos cuenta la historia personal de un puñado de personajes envueltos en un conflicto en el que van de la mano los intereses, la venganza, el idealismo, la religión… y la búsqueda de paraísos soñados. La estructura de la novela combina capítulos narrados en tercera y en primera persona, utilizando distintas formas de suspense para mantener al lector atado al libro. Agua de luna cuenta con una rigurosa documentación que permite al lector conocer las dificultades para seguir el rastro de los yihadistas en las redes sociales, la complejidad de sus sistemas de comunicación y logísticos o los riesgos para conseguir confidentes en las cerradas comunidades integristas en Europa. La novela retrata así con gran fidelidad la difícil labor antiterrorista de los servicios secretos y de las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado. Juan Ramón Lucas rehúye las imágenes en blanco y negro. Agua de luna es de una gran profundidad psicológica. Muestra tanto las razones que conducen a la guerra a jóvenes musulmanes radicalizados allí y aquí, como la angustia de sus familias y de la comunidad musulmana que condena la violencia islamista y que es, también, víctima de ella. Pocas veces se ha mostrado de una forma tan sutil y profunda la soledad y las dudas de adolescentes y jóvenes vulnerables que son captados para convertirse en mártires de la yihad o para ser esposas de esos combatientes. “…No es tu dolor el que quiero causar. Eres, como yo, una víctima, pero tu muerte te trasciende a ti, como el hecho de matarte lo hace conmigo. Eres el precio de un crimen que te sobrepasa…” Sin apenas darse cuenta, la joven Greta, aspirante a actriz, se ve envuelta en un terrible secreto que rompe con toda su vida presente y amenaza a su propia familia. Cuando desaparece, Julio Noriega, su padre, inicia un viaje en paralelo al de ella, que llevará a ambos a un territorio de frontera entre el bien y el mal, la verdad y la mentira. Un universo tan cercano como peligroso y desconocido en el que se entrelazan el dolor y la esperanza. Un mundo al revés lleno de ángeles y demonios. Desvelará ese secreto aunque tenga que ponerse en manos de asesinos. Aunque tenga que desafiar al hombre tranquilo. En Agua de luna, dos relatos discurren, aparentemente, en paralelo… hasta que convergen de una forma sorprendente en la última parte de la novela. Cada uno de esos dos hilos narrativos funciona con su propia estructura y lógica interna, compartiendo personajes y algunos hechos. El primero de ellos —por orden de aparición— está narrado en primera persona por Julio Noriega. Comienza in medias res, cuando Julio está encerrado en un lugar desconocido y convencido de su inminente asesinato. Jugando con el presente y el pasado nos explica la búsqueda de su hija desaparecida y cómo él ha acabado en aquel encierro. El segundo relato está narrado en tercera persona omnisciente. Seguimos el periplo de Greta antes y después de su desaparición, los esfuerzos de sus padres por encontrarla, la labor de los servicios antiterroristas y las acciones de los principales personajes. El relato de Julio nos ofrece claves que nos permiten dar mayor volumen al relato principal, en apariencia más objetivo y menos emocional. La novela se estructura a partir de cincuenta capítulos numerados y narrados en tercera persona, y doce más, en primera persona, que se intercalan entre los primeros. Cada uno de estos doce capítulos se titula con un verso del poema Érase una vez o El lobito bueno, de José Agustín Goytisolo. En un precioso ejercicio literario, el contenido de ese capítulo se relaciona con el verso que lo encabeza. La novela se divide en cuatro partes, cuyos títulos responden al desarrollo de la acción, por un lado, y a la aventura vital interior de los protagonistas, por otro. • Primera parte – Luz • Segunda parte – Sombra • Tercera parte – Oscuridad • Cuarta parte – Infierno Todos los personajes responden a unas motivaciones objetivas y actúan de acuerdo con ellas, lejos de la simplificación maniquea. Juan Ramón Lucas nos ofrece unos protagonistas creíbles, que van creciendo con la narración y que, aunque guardan secretos, no nos engañan.
La novela está muy bien documentada en todos sus aspectos, desde los relacionados con la lucha antiterrorista, hasta la descripción de escenarios. Esa documentación sustente la acción sin llegar a adquirir un peso excesivo que no le corresponde y que lastraría la ficción. Agua de luna es una historia con vocación universal. Los escenarios son el marco, pero no determinan la acción. Casi todos los lugares que se enumeran —cafeterías, restaurantes, etc.— son reales. Juan Ramón Lucas los describe sin excesos, siempre en función de las necesidades de la narración. MADRID Escenario principal de la primera parte de la novela. ALMERÍA Lugar en el que Greta conoce a Mohamed y Khaled. Allí cambia todo. ASTURIAS Lugar de origen de los Noriega y su refugio emocional. LONDRES Escenario clave en el desarrollo de los acontecimientos. ESTAMBUL El último lugar en el que ven a Greta, que viaja allí junto a Fátima. AL RAQA Ciudad al norte de Siria. Cayó en manos de Estado Islámico en 2013. Allí y en KOBANE empezó el periplo de Greta por territorio yihadista. MOSUL Duro escenario iraquí. Ciudad muy castigada por la represión integrista. El punto de partida de esta magnífica novela nos sitúa frente a Julio. Encerrado, maltratado y convencido de que el hombre tranquilo pondrá fin a su vida muy pronto, Julio rememora el tiempo compartido con su hija. Y se interroga sobre los errores cometidos antes y después de su desaparición: «Me tiene a su merced el monstruo que te arrebató de nosotros e hizo contigo lo que nunca creímos que nadie pudiera hacer. Me dijo que lo amabas. No sé cómo podré enfrentarme a él». En este punto, Juan Ramón Lucas nos conduce al pasado para explicarnos los hechos que han llevado a Julio Noriega a su encierro, y que giran alrededor de la desaparición de su hija Greta. Y nos remontamos meses atrás. «No me toques los cojones», le dice a Julio por teléfono una enfadadísima Alicia. «Tu hija está ahora mismo en casa haciendo la maleta porque se va a no sé dónde con no sé quién porque tú le has dado permiso... y dinero», remata. Julio hace memoria. Días atrás Greta le preguntó si podía ir el fin de semana con sus amigas del instituto a casa de una de ellas en Almería. Él no objetó nada porque nada creía que debiera objetarse. Creyó que por una vez que no pasaran por su mujer todas las decisiones, no estallaría una tormenta. Sin embargo, ahora está en el ojo del huracán de una nueva discusión conyugal a causa de la educación de su hija. Mientras tanto, un asesino se aloja en la suite premium de un hotel de lujo, pese a que su organización prefiere los hoteles más austeros. Siempre le ha gustado vivir bien, incluso cuando lo hacía con el arma al hombro. Hoy también va armado, pero solo para defenderse si llegara el momento. Vive alrededor de la violencia y convive con quienes la ordenan, lleva tanto tiempo navegando entre el bien y el mal que a veces se le diluyen las fronteras y no sabe de qué lado está. Greta vuelve entusiasmada de Almería. Ha buceado en el mar y conocido a mucha gente, algunos muchachos muy simpáticos de la zona agrícola de El Ejido. Se sintió atraída por un chaval nacido aquí pero de padres marroquíes, Mohamed. Vive en Madrid, con un primo suyo en la zona de Tetuán. Va a ser ingeniero agrónomo para llevar el negocio de verduras de su padre. Sin embargo, a Greta le impresionó especialmente un hombre guapísimo y enigmático, un empresario iraquí residente en Londres. El contacto con Mohamed y su entorno hace que Greta se interese por su cultura. Decide explorar distintas cuentas islámicas de Facebook y no tarda en recibir peticiones de amistad de muchachas musulmanas. Pronto le abren la puerta de entrada a un foro de chicas radicalizadas. «¿Es tan fácil? ¿Cómo saben que no soy policía?», se pregunta. Lo cierto es que no parece que digan nada amenazador de verdad. Como le había prometido en Almería, Mohamed le llama. Quedan en verse con unos amigos suyos el fin de semana. Allí, Greta conoce a Fátima, con quien establece un vínculo inmediato, e inicia un proceso de paulatino distanciamiento de sus padres y de sus amigas anteriores. Los grandes temas que trata la novela se resumen en: SALAFISMO EN ESPAÑA La sombra del salafismo en España y en Europa occidental está presente a lo largo de todo el libro. Juan Ramón Lucas, en voz de uno de sus personajes, denuncia el relativismo con que buena parte de la clase política trata el problema. Muchos de nuestros líderes no dudan en fotografiarse con destacados salafistas que dicen hablar en nombre de la comunidad musulmana en España. Los salafistas españoles, como sus hermanos de Oriente Medio y del norte de África, sigue la sharía y consideran impío todo lo que emana de la democracia. Campan a sus anchas por todo Occidente y están metidos en todas las mezquitas sin excepción. Sin embargo, la mayoría están vigilados. ADOLESCENTES VULNERABLES Y SEDUCCIÓN ISLAMISTA De vuelta de Almería, Greta se relaciona con Mohamed y Fátima, y se interesa por la cultura islámica. En Facebook se une a grupos de chicas musulmanas en España. Más pobres, incluso más perdidas que ella, encuentran en la religión un consuelo; algunas más comprometidas y dispuestas a la acción buscan una forma de desahogar su rabia y dar sentido a su vida. Las chicas del chat nunca mencionan a los musulmanes europeos, a los que murieron en Serbia o Kosovo en las postrimerías del siglo pasado. Su geografía emocional y el paraíso al que algunas ambicionan ir está siempre en Oriente o en África. En esos chats hacen preguntas sobre religión y sobre su identidad —son muy interesantes las escenas en las que Greta descubre una página Web de moda islámica—. Poco a poco las interlocutoras más activas conducen a las muchachas hacia la radicalidad. ¿Quién está tras esas supuestas voces amigas? Fátima se queja de las generalizaciones: «solo por ser musulmán, la gente ya te pone la banda de terrorista o sospechoso. Pasó en todo el mundo después del 11-S». LAS CONVERSAS EUROPEAS Al tratar sobre la radicalización de mujeres occidentales sin raíces islámicas familiares, se habla de motivaciones de tipo psicológico, como la falta de estímulos o autoestima, y una disposición efectiva a la manipulación: se convencen de que Estado Islámico ofrece posibilidades de una aventura heroica que las saque de su rutina diaria. La edad de un combatiente extranjero en Siria está entre los 18 y los 29 años, pero las mujeres rebajan la media de manera considerable. En los primeros meses se muestran particularmente radicalizadas, más fuertes. ESPAÑOLES, INFILTRADOS Y SERVICIOS SECRETOS Los agentes españoles tienen prestigio entre las agencias internacionales. Descubrimos que el CNI, la Guardia Civil y, sobre todo, la Policía han colocado bastante gente entre los yihadistas. Los islamistas nos ven con cierta simpatía, como hermanos de una tierra, Al-Ándalus, que tienen que reconquistar. RELACIONES PADRES/HIJOS La difícil relación de la adolescente Greta con sus padres es uno de los motores de la historia. Julio y Alicia se habían conjurado para no tener hijos, pero terminaron sucumbiendo a la tradición y al instinto. A los tres años de unión decidieron que podría ser bueno vivir esa común experiencia. Tras el nacimiento de Greta se hicieron cómplices y trataron de reorganizar sus vidas de forma que alguno de ellos pudiera en todo momento estar con la criatura. Sin embargo, la rutina y las distancias trabajaron en contra y falló el montaje. No supieron qué hacer con la niña, que acabó como un ejemplo de esos hijos únicos que terminan a menudo siendo hijos solos. Otro punto de fricción de Greta con sus padres se basa en la difícil relación entre Alicia y Mercedes. Por otro lado, para Greta, el vínculo con sus abuelos desde niña surtió el efecto balsámico de aliviar la ausencia de sus padres. Además, Alicia está convencida de que Julio malcría a Greta y que eso va a acabar pasándoles factura. EL ABANDONO FÍSICO Y EL EMOCIONAL Muy presente en la novela, ya que marca la evolución emocional de algunos personajes importantes. La madre de Alicia abandonó a su familia cuando la pequeña tenía ocho años. Quizá aquel abandono es lo que la ha llevado a cultivar una imagen de dureza de formas amables que resulta muy eficaz en el trabajo y la protege fuera de él. Greta, por su parte, se siente abandonada emocionalmente por sus padres, lo que la hace más vulnerable a algunos cantos de sirena muy seductores para una joven sensible como ella. Greta vive también como un abandono la decisión de Alicia y Julio de internar a Mercedes en una residencia. Otro personaje abandonado, esta vez por su padre, es Fátima. El frío en el que vive en su casa —sin calefacción ni estufa— es una estupenda metáfora de esa situación familiar. DEMOCRACIA Y GLOBALIZACIÓN Greta se enfrenta a sus padres por el concepto de democracia liberal. Para ella, está muerto, no existe. «¿No os dais cuenta de que la globalización está poniendo en manos de las grandes corporaciones el verdadero poder? ¿Estáis seguros de que compráis lo que queréis, de que consumís lo que necesitamos? ¿Os habéis puesto a pensar quién os gobierna de verdad? Este no es el orden más justo», les espeta. Juan Ramón Lucas Fernández, el autor, es periodista de larga trayectoria profesional en radio, televisión y prensa, es actualmente director del programa de Onda Cero La Brújula. Forma parte del Patronato de la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer de la que es, además, secretario general. Su labor profesional ha sido reconocida con dos Premios Ondas, uno de ellos a toda su trayectoria, un Premio de la Academia de Televisión como mejor presentador y Micrófono y Antena de Oro por algunos de los programas de radio que ha puesto en marcha. Es autor de la novela La maldición de la Casa Grande (Espasa). Si queréis escuchar la entrevista que tuvo a bien concedernos el autor entrar en este link: https://go.ivoox.com/rf/70874745 © Violant Muñoz Genovés © Mediâtica; agencia de comunicación
0 Comments
Leave a Reply. |
Violant Muñoz i Genovés
Archives
July 2024
|