Por Violant Muñoz i Genovés Coincidiendo con el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, Reyes Monforte presenta su nueva novela, “Postales del Este”, una historia basada en hechos reales, un emocionante relato sobre la memoria, el amor y la esperanza en medio del horror de Auschwitz. Reyes Monforte regresa al género que le ha consagrado como autora. Ricamente documentada y escrita con pasión y emotividad, ha firmado su obra más ambiciosa: una historia sobre el poder liberador de las palabras. No es habitual encontrar novelas o películas ambientadas en el horror nazi en las que sus protagonistas sean mujeres de las SS. Estamos acostumbrados a verlas en el papel de víctimas, presas, deportadas, mujeres de oficiales de las SS, pero rara vez empoderadas en la maldad, la tortura, el asesinato y orgullosamente envueltas en el uniforme de las Schutzstaffel. Entre 3.600 y 4.000 mujeres de las SS trabajaron y fueron formadas en el campo de Ravensbrück. Mujeres como Irma Grese, Dorothea Binz, Hermine Braunsteiner-Ryan, Herta Bothe, Johanna Bormann, Margot Drexler, Johanna Langefeld y muchas otras, aunque ninguna de ellas superó en crueldad a Maria Mandel. En “Postales del Este” se muestran las dos caras de una misma realidad: la crueldad de la Jefa de Campo de Auschwitz-Birkenau, Maria Mandel, la mujer más endiablada de las SS, frente a la resistencia ejercida por Ella, una prisionera, copista de la Orquesta de Mujeres que, a través de la escritura clandestina de postales y fotos que rescata de los equipajes de los deportados, logra burlar las intenciones de las autoridades de hacerles desaparecer no solo físicamente, sino también borrando su memoria. Por sus páginas desfilan personajes históricos como los miembros de las SS el doctor Josef Mengele, Heinrich Himmler, los comandantes Josef Kramer y Rudolf Höss, el doctor Hans Münch, conocido como «el Hombre Bueno de Auschwitz», las sádicas guardianas nazis Irma Grese e Ilse Koch, presas como Ana Frank, la reconocida violinista y sobrina de Gustav Mahler, Alma Rosé, a quien Mandel nombró directora de la Orquesta de Mujeres del campo, Wilhelm Brasse, el fotógrafo de Auschwitz que realizó cerca de 50.000 fotografías a lo largo de cinco años, o la doctora Gisella Perl, famosa ginecóloga judía que tuvo que practicar miles de abortos y partos clandestinos en Auschwitz-Birkenau para poder garantizar la supervivencia de sus madres, ya que la orden de las SS era matar a toda mujer embarazada. “…Auschwitz no es una maternidad…”, solía decirles Josef Mengele a las mujeres que llegaban al campo. La historia comienza una tarde de domingo de abril de 1980, en un lugar del mundo. Como todos los domingos, Bella recibe la visita de su tía Mia. Pero esta vez viene con algo inesperado. Le entrega una caja llena de postales y fotografías de personas desconocidas para ella, aunque sí reconoce en el reverso de todas ellas la caligrafía de su madre, fallecida hace unos meses de Alzheimer. “…Son las postales que escribió tu madre cuando estuvo en el Este. Ella las denominaba las postales del Este…”. En esas postales, Bella descubre el secreto que su madre mantuvo oculto a su hija durante 35 años y las razones de ese silencio. Un salto al pasado de 37 años nos sitúa en diciembre de 1943, en el campo de exterminio de Auschwitz, y termina el 15 de abril de 1945 en el campo de concentración de Bergen-Belsen, donde Ella da a luz a su hija Bella, coincidiendo con la liberación del campo por parte de las tropas británicas. Al final de la novela, la historia regresa al presente, a abril de 1980, una vez que Bella ha leído las postales y ha descubierto la verdadera historia de su madre, de su padre y de ella misma. Se incluyen dos anexos finales: Más Postales del Este, donde se detalla el final de los personajes reales que aparecen en la novela y otros datos relacionados con ellos y con el campo de exterminio de Auschwitz. Y Otras Postales del Este, donde se mencionan las postales que realmente fueron escritas por algunos presos de Auschwitz y que escondieron en determinados lugares del campo. Algunas de ellas se encontraron entre 30 y 50 años más tarde. Una historia escrita con la letra más bonita del mundo, esa que consiguió convertir la historia más triste en la más bella. Una noche de septiembre de 1943, un nuevo transporte llega al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, en la Polonia ocupada por la Alemania nazi. Entre los miles de deportados viaja Ella, una joven judía francesa, acompañada de su familia y de su prometido, Joska, todos trasladados desde el campo de internamiento de Drancy, en Francia. Ya en el vagón de tren, Ella escribe su primera postal a petición de una joven pianista que no podía hacerlo porque le habían destrozado los dedos durante un interrogatorio de la Gestapo, al considerarla miembro de la resistencia francesa. Arrojaron la postal por una de las rendijas del vagón con la esperanza de que alguien la encontrara. En el andén del tren, el temido die rampede Auschwitz, se produce la primera selección. El capitán de las SS y doctor del campo, Josef Mengele, y la Jefa del Campo de Mujeres Auschwitz-Birkenau, Maria Mandel, reparan en la belleza de Ella. No tardan en descubrir que, además de una bonita caligrafía, conoce varios idiomas, lo que la llevará a ser utilizada como intérprete de los deportados ante las SS, incorporarse como copista en la Orquesta de Mujeres dirigida por Alma Rosé, y entrar a trabajar en el Bloque Kanada, el barracón donde se clasificaban las pertenencias de los deportados. El Bloque Kanada es el barracón donde todas las presas quieren trabajar porque allí se organizan y clasifican los equipajes y las pertenencias de los deportados y se encuentra todo lo que no hay en el campo. “…¿No has visto todo lo que hay aquí? No falta de nada: comida, ropa, joyas, libros, discos, instrumentos musicales, perfumes, zapatos, diamantes, billetes, oro ... Es el bloque con más riqueza del campo. Así debe de ser Canadá, un país lleno de oportunidades y de fortuna, una tierra prometida. Además, allí no hay guerra, es el paraíso. ¿Cómo íbamos a llamar a este oasis en mitad del infierno…?” Es allí donde Ella empieza a encontrar postales, fotografías y retratos familiares de los prisioneros y decide guardarlas para escribir en ellas los nombres de esas personas y sus historias. Teme que un día todo aquello desaparezca y nadie sepa lo que pasó allí dentro ni tampoco se conozca la identidad de las personas que fueron asesinadas. No solo recoge y esconde las fotografías, sino que hace acopio de las postales que las autoridades del campo, con Maria Mandel al frente, entregan a los deportados obligándoles a escribir a sus familiares con el objetivo oculto de saber la dirección donde se encuentran. “…25 palabras, incluyendo dirección y destinatario. Decidles que estáis bien de salud y que os envíen paquetes…” Ese era el mandato de las SS. No les permitían escribir nada más. Como la escritura en el campo está prohibida bajo pena de muerte, Ella tiene que esconder las postales y las fotografías en un lugar seguro para no ser descubierta. «No pudo evitar sonreír ante la afirmación de Himmler: “…Una página gloriosa de nuestra historia que nunca será escrita…”. Se acordó de su caligrafía en el reverso de las postales y de las fotografías que rescataba de los equipajes de los deportados. Claro que sería escrita, aunque tuvieran que desenterrarla del subsuelo de Auschwitz para poder leerla. Comprendió que era un sentimiento absurdo pero, por un instante, se sintió victoriosa sobre el mismísimo jefe de las SS». Mientras todo esto ocurre, Ella sufre el infierno de verse convertida en la mascota judía de Maria Mandel y en una de las favoritas del doctor Mengele, lo que le permite observar sus espantosos experimentos. Reyes Monforte es periodista y escritora. Su trayectoria profesional ha estado marcada por su trabajo en la radio, donde durante años ha dirigido y presentado distintos programas en diferentes emisoras, entre las que cabe destacar Onda Cero y Punto Radio. También ha colaborado en diversos programas de televisión en Telemadrid, Antena3TV, La 2 o EL Mundo TV, y como columnista en el diario La Razón.
Su primer libro, “Un burka por amor”, con más de un millón y medio de ejemplares vendidos y 60 ediciones, se convirtió en un best seller del que se hizo una exitosa serie de televisión en Atresmedia, con una audiencia de cuatro millones y medio de espectadores. Tanto esta como sus posteriores publicaciones (Amor cruel, La rosa escondida, La infiel, Besos de arena y Una pasión rusa) han sido traducidas a varios idiomas. En 2015 recibió el Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio por Una pasión rusa, y el Premio Novela Histórica Ciudad de Cartagena 2017 por la misma novela. En 2018 publicó en Plaza y Janés La memoria de la lavanda, su última novela hasta ahora. En la actualidad, Mediaset está preparando la adaptación de La infiel para la televisión. © Violant Muñoz © Mediâtica, agencia cultural
1 Comment
Magali Aguilar Solorza
11/12/2020 12:32:02
Una excelente historia. Un placer saber de usted Violant Muñoz i Genovés y de Reyes Monfortes. Gran poder tiene la palabra y ma's si se deja escrita y en documental.
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