Por Violant Muñoz i Genovés
El escritor Jorge Molist vuelve con una historia real y épica, una apasionante novela histórica protagonizada por una reina que tuvo el valor de enfrentarse a los tres mayores poderes del siglo XIII, un joven almirante que asombró al mundo con sus heroicas victorias y un rey audaz. Amor. Odio. Venganza. Una apasionante historia que cambió el destino España y el poder en el Mediterráneo. Al día siguiente de coronar a su esposa reina de Sicilia, Pedro III de Aragón la abandona para acudir a un duelo de honor en territorio enemigo. Constanza no da crédito. Su mundo se tambalea. Ella sabe que para su querido esposo Pedro III de Aragón, el honor es tan importante como mantener seguros a toda su estirpe y conservar intacto su reinado. Sin embargo, el rey va camino de una trampa. Pedro debe ir a Burdeos requerido por uno de sus grandes rivales, el emperador mediterráneo Carlos de Anjou. Aunque Pedro es conocedor de los muchos peligros que le acechan, no dudará en presentarse. Un rey como él no puede ver mancillada su imagen pública, ya que el enfrentamiento es conocido más allá de su reino. Las súplicas de Constanza no surtirán efecto en la férrea voluntad del rey. Para ella el problema es doble. La reina no solo teme por la vida de su esposo, sino también por su inexperiencia al frente de un gobierno. Constanza, recién llegada a la isla que le fue arrebatada injustamente a su familia siendo ella una niña, deberá mantener una guerra feroz en defensa de los sicilianos y de sus hijos. Los tres mayores poderes del siglo XIII, Francia, Carlos de Anjou y la Iglesia con el papa Martín IV al frente, están decididos a apoderarse de Sicilia y, como no, del reinado de Aragón. La ambición no tiene límites, sobre todo para el líder de los Anjou y el papa que excomulgó a Pedro cuando éste recuperó Sicilia para su esposa. Se la tienen jurada al gran estandarte de la corona de Aragón. Por fortuna, Constanza no se siente sola del todo. La reina dispone del apoyo de su consejo, en especial del almirante Roger de Lauria, cuyos brillantes planes le harán salir victorioso en numerosas ocasiones y siempre arropado por los almogávares, una especie de guerrilla con métodos algo salvajes que se mantiene del lado aragonés. En la lucha todo vale, pero no solo la fuerza o una extensa tropa son un argumento de peso. La estrategia también cuenta. El almirante se aprovechará de ello y también de la fuerza de los almogávares, entre los que se encuentra Suria, una aguerrida mujer que llamará su atención y por la que sentirá un amor irremediable. A la vez que los defensores de Sicilia permanecen en alerta y en combate, Constanza también deberá hacer frente a Macalda, una ambiciosa cortesana que ansía el trono y que no dudará en sublevar a la nobleza siciliana o seducir a cualquier hombre para lograr su objetivo. ¿Lograrán entre todos socavar los ánimos de Constanza y Pedro? Mientras que los dos monarcas siguen en contacto, reconociendo sus avances y sentimientos, al rey aragonés le esperará algo más que la traición. En marcha hay una devastadora cruzada, de un poder diez veces mayor que el suyo, que atravesará los Pirineos e invadirá la corona de Aragón arrasándolo todo. ¿Saldrán victoriosos? Jorge Molist recupera en esta apasionante obra una historia injustamente olvidada que cambió los destinos de Europa y abrió el Mediterráneo a la corona de Aragón y a España. Una historia formada por episodios extraordinarios, ya que las hazañas bélicas y políticas de Pedro III, Constanza de Sicilia o de Roger de Lauria asombraron al mundo de entonces. Y también pueden hacerlo ahora. La reina sola es una novela histórica que cumple los rigurosos estándares del género, además de presumir de características cercanas al thriller –como una trama de giros sorprendentes– y la novela de vertiente psicológica –por cómo aborda la personalidad y las motivaciones de los personajes, en especial, a la reina protagonista–. Estos elementos emergen como los puntos fuertes de la obra de un autor apasionado por el siglo XIII. Esta novela de acción y sentimientos enganchará a todos los públicos. El nuevo trabajo de Jorge Molist tiene ingredientes propios del bestseller: narra una aventura intensa, aporta lecciones de historia pasados por el tamiz de la ficción, muestra erudición al beber de fuentes bien documentadas, no renuncia a causar y recrear emociones y da vida a personajes inolvidables. Podría decirse que La reina sola es una novela con notas comunes a Yo, Julia y Y Julia retó a los dioses, de Santiago Posteguillo. Casi sin dar un respiro, el autor logra construir una trama llena de intrigas que dispara el interés por su lectura. Su forma de narrar engancha, el suyo es un estilo directo, con diálogos ágiles y destellos en las descripciones, en el que nunca olvida que los personajes son, desde la primera a la última página, el motor del relato. De hecho, Jorge Molist obtuvo el Premio de Novela Fernando Lara 2018 con una emocionante novela, Canción de sangre y oro, en la que se encuentran algunos de los personajes ya utilizados en esta nueva obra. Cabe recordar que Molist es autor de siete novelas, entre las que también destacan La reina oculta, Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio, o Prométeme que serás libre y ha sido traducido a más de veinte lenguas. Sacando partido de un potente y prolijo material histórico, el autor utiliza dos voces narrativas distintas. La primera persona para aportar el valioso testimonio de la protagonista, la reina Constanza, y la tercera persona con un poder omnisciente para explicar todo lo que le sucede a Pedro III, su almirante Roger de Lauria, su amada, la almogávar Súria, o la malvada baronesa Macalda. De esta manera, la tarea del autor da como resultado una obra equilibrada en todas sus partes y rica en puntos de vista. Una novela con la que Jorge Molist ha sabido plasmar la esencia de las grandes fuentes documentales de la época, que van desde La Crónica de Ramón Muntaner a La Divina comedia de Dante Alighieri. La ambientación histórica destaca como uno de los mejores recursos del autor. «Aunque la documentación es muy importante pienso que también lo es viajar a los lugares, imaginarlos en la época, y sentir su vibración», afirma Jorge Molist. Realmente el lector puede sentir que se encuentra en la segunda mitad del siglo XIII, y en los escenarios que elige, ya sea el campo de batalla naval sobre una galera siciliana en el Golfo de Nápoles, como las vistosas estancias de los palacios reales como el Castillo de Mategrifon, donde reside Constanza; el Castillo del Huevo en Nápoles, donde se encuentra el heredero de Carlos de Anjou, o el palacio real de Perpiñán. Otros sobre los que construye atmósferas narrativas que elevan la categoría de esta obra son la Catedral de Palermo o la espectacular Sainte-Chapelle de París. Como si el Mediterráneo fuese un gran tablero de ajedrez, Jorge Molist sitúa la acción principal en Mesina (Sicilia), pero también en Nápoles, Malta, París y gran parte de España. Los lectores recorren el mismo viaje que por entonces hizo el monarca de la corona de Aragón, que le llevó a lugares tan dispares como Burdeos, Zaragoza, Valencia, Navarra, Aquitania, el camino de Roncesvalles, Barcelona… No solo hay una mención de lugares y espacios, sino que también se vale de la descripción. Utiliza un tono y un léxico propio de la época (la vestimenta, las expresiones, las armas de guerra…) y, a su vez, narra las escenas siendo cercano a un lector contemporáneo. Sin ir más lejos, este es un ejemplo de la descripción que Molist hace de París, donde llega Carlos de Anjou junto a un centenar de caballeros procedentes de Marsella. Él observa, imponente y orgulloso, la ciudad. La reina sola refleja cuestiones tan universales como la pasión amorosa, la muerte, la guerra, la violencia o los celos. No en vano, Jorge Molist refleja muchísimos más situándose en un periodo concreto: los fuertes enfrentamientos por reinar Europa en el siglo XIII, la influencia partidista de la Iglesia, el dominio de los poderosos sobre el pueblo humilde, los matrimonios de conveniencia y las uniones interesadas, el amor trovadoresco, la crueldad a la hora de dictar sentencia o castigar a los traidores, la importancia de salvaguardar el honor por encima de todo (incluso de la propia existencia), la fragilidad de la vida en la Edad Media, el engaño y la ambición, la desconfianza hacia los que se suponen aliados, la dificultad para reinar en una época tan convulsa o las infidelidades aceptadas en las uniones de los más poderosos. Hay infinidad de personajes y es que en esta novela, también coral, el autor consigue con un habilidoso esfuerzo describirlos y darles voz. La mayoría son reales y los que no lo son se inspiran en la realidad. Es el caso de Súria, que representa cómo eran las belicosas mujeres almogávares. Es la gran protagonista. Constanza es una mujer fuerte e inteligente que, conocedora de sus limitaciones, sabrá rodearse de los mejores aliados. La esposa de Pedro de Aragón se queda sola en el trono al poco tiempo de estrenar su reinado, cuando Sicilia recibe la asfixiante amenaza del poderoso emperador Carlos de Anjou. Tenaz, justa y con buenos sentimientos hacia los suyos y su pueblo, Constanza se mostrará muy preocupada por el destino de su reino, pero también por el presente de su esposo y sus herederos. Mientras trata de ganarse la simpatía de los habitantes más humildes y de las clases más pudientes de la isla, la monarca tendrá que luchar no solo contra las agresiones externas, sino también contra las conspiraciones de una nobleza que pone en entredicho su reinado. Pedro III el Grande, para él el honor es casi lo más importante, tan relevante como su reinado o como el amor que le profesa a Constanza y a sus hijos, como el infante Alfonso, encargado de mantener en orden sus reinos en España. Excomulgado por la Iglesia, al hijo del rey Jaime I de Aragón no le tiembla el pulso a la hora de gobernar, es listo y hábil en el arte de la guerra, un gran estratega, audaz y carismático. Roger de Lauria, hijo de la dama de compañía de la princesa Constanza, a la que se sentirá unido desde niño. Tan valiente como el rey Pedro, el almirante más destacado de la época será capaz de sacar partido de una tropa infinitamente menos poderosa que el enemigo. Roger dispone de recursos para todo y cuenta con la lealtad de sus soldados. A él se le deben las victorias de las batallas de Malta y del Golfo de Nápoles. Perseverante, el almirante no cesará en su empeño de conquistar a Súria, de la que está profundamente enamorado, aunque sea un hombre casado y con hijos. La forma en la que Súria cautiva a los demás está fuera de lo común. Esta líder almogávar es fiel a los principios de su clan, visto como unos salvajes por los enemigos. Luchadora y combativa, Súria se trata de una mujer avanzada a su época. La guerrera mantiene una relación afectiva con una mujer, Beatriu, a cuyos hijos protege como si fuesen suyos, pero también siente una atracción especial por el almirante Roger. En su boca se escuchará «desperta, ferro!», el grito de guerra almogávar. Carlos de Anjou es sangriento, severo y arrogante como el que más, su alianza con Francia y el papa le otorgará mayor poder. Carlos ha sido capaz de crear un gran pero efímero imperio mediterráneo. Es el mayor enemigo de Pedro, ya que le arrebata el reinado de Sicilia y le impide avanzar en su conquista del Imperio bizantino. Busca avanzar en su dominio y vengarse de la corona de Aragón. Este emperador no soporta a su hijo y sucesor apodado Carlos II el Cojo. Alaimo de Lentini es la siguiente autoridad en Sicilia después de los reyes y considerado un héroe local. Se trata de un hombre hábil y maduro, admirador de la reina, pero casado con la mayor conspiradora del reino. Reconoce las faltas de su cínica esposa Macalda, aunque tratará de protegerla y, a la vez, no defraudar a Constanza. Difícil empresa la suya. La reina hará todo lo posible para mantenerlo a su lado. Maclada de Escaletta es La baronesa de Ficarra, la antagonista de Constanza, a quien desprecia con el apelativo de «la madre del infante Jaime». No hay varón que no caiga rendido a sus encantos, incluso aquellos que ven en ella, con claridad, su falsedad. Es una seductora nata, hermosa y vengativa, que ambiciona las máximas cotas de poder y que es capaz de todo. Ansía el reinado de Constanza, a la que odia. Maquiavélica, no dudará en engañar a su esposo o a sus amantes, utilizar el envenenamiento o seducir al infante Jaime simulando un ensayo de amor trovadoresco. Jorge Molist mostró una temprana vocación por la escritura, que se vio obligado a aplazar por razones familiares. Finalmente pudo satisfacerla, después de una larga y destacada trayectoria profesional en grandes corporaciones, con Los muros de Jericó en el año 2000 y Presagio en 2003. Le siguieron El anillo (2004), editado en más de veinte idiomas, y La reina oculta (2007), que obtuvo el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio. En 2011 publicó Prométeme que serás libre y Tiempo de cenizas en 2013. Su obra anterior, Canción de sangre y oro, fue merecedora del Premio de Novela Fernando Lara 2018. ©Violant Muñoz ©Mediâtica, agencia cultural
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