Por Violant Muñoz i Genovés
El actor y escritor Pablo Rivero publica su cuarta novela, La cría, un thriller psicológico trepidante que sucede en 24 horas y destila un personal estilo cinematográfico. Como ya sucediera en sus anteriores novelas, Pablo maneja a la perfección el suspense psicológico, envolviendo al lector en un ambiente lleno de tensión y crudeza, con una ambientación muy real, sorprendentes giros en una trama asfixiante y no exenta de crítica social: ¿hacemos un buen uso de las redes sociales? ¿Sobre exponemos nuestras vidas y de la gente que nos rodea? ¿Estamos constantemente controlados? ¿Incitan las redes al odio? La historia reflexiona sobre la sobre exposición en las redes sociales, el sharenting y cómo los cánones de perfección impuestos por la sociedad pueden llevar a una violencia callada y cruel y a situaciones que nunca deberían suceder, como el acoso, los problemas de salud mental e incluso crímenes y suicidios. Una novela que refleja situaciones que bien se podrían haber sacado de los titulares de cualquier medio de comunicación. «...La idea de este libro viene de unos seis años atrás, cuando empecé a utilizar las redes sociales con mayor asiduidad y me di cuenta de la dedicación que conlleva. Era el auge de los blogs e influencers y la idea de hasta dónde se puede llegar para conseguir seguidores fue el motor de arranque. Algo tan común como terrorífico. La cría no pretende ser una lección de nada, es un thriller y los personajes muchas veces están llevados al extremo. No pretendo señalar un tipo de maternidad, de mujer o feminismo como el apropiado. Mi intención es poner el tema sobre la mesa y que cada uno haga sus valoraciones. Me doy con un canto en los dientes si al menos hago a los padres pensar en ello y estar alerta cuando detecten algún peligro para sus hijos...» ¿Hasta dónde llega el amor de una madre? La cría es una historia inquietante, turbia y aterradora con un ritmo muy rápido que mantiene al lector en vilo durante toda la historia. La cría expone diferentes temas actuales que nos hacen reflexionar y preguntaros si muchos de nuestros hábitos diarios son beneficiosos para nosotros y para los que nos rodean. La cría pone de manifiesto sobre todo dos tipos de mujeres y dos tipos de maternidad, que el autor no pretende juzgar, si no ponerlos sobre la mesa. Es un duelo desgarrador entre dos madres que tienen una visión de la maternidad completamente diferente. Por un lado Candela, teniente de la Guardia Civil ha intentado mantener a su hijo completamente alejado de la exposición de las redes sociales, en gran medida para protegerle de las críticas y de los comentarios dañinos y por otro lado Adriana ha expuesto a su hijo Lucas desde el día que nació, lucrándose monetariamente de la imagen de su hijo. Esto nos lleva a una pregunta: ¿qué es más peligroso: la exposición en las redes o intentar mantenerlos al margen? Comienza la pesadilla. Ha desaparecido Lucas, el niño más famoso de España. Con más de un millón de seguidores en redes sociales, protagoniza un popular anuncio de galletas junto a Sweet Bunny, un enorme y enigmático conejo de peluche blanco. Candela, una teniente de la Guardia Civil en plena crisis vital, toma las riendas del caso y comienza una trepidante cuenta atrás para determinar si se trata de un secuestro, un caso de violencia vicaria o si podría estar relacionado con los peligros del sharenting –la exposición de menores por parte de sus padres en internet–. En su búsqueda por resolver el misterio tendrá que sortear las intrusiones de Adriana, la madre del niño, y Judith, su hermana adolescente, ambas empeñadas en ser influencers de éxito. Sharenting es un término muy poco conocido pero que el autor utiliza como crítica principal en la novela. El sharenting es el término que se usa para definir el fenómeno cada vez mayor mediante el cual los padres publican fotos, audios, vídeos y demás imágenes de sus hijos en sus redes sociales sin ninguna consideración de seguridad y privacidad. Los datos son estremecedores: el 23% de los niños aparecen en las redes incluso antes de nacer, con instantáneas de las ecografías. El 81% de los bebés son expuestos con menos de seis meses de edad. Incluso en ocasiones, no solo los padres publican la vida de sus hijos en sus cuentas si no que les abren cuentas propias. Nacimiento digital es el término que hace referencia al hecho de que los niños “existen” antes en las redes sociales que en la realidad y cuando nacen están rodeados de pantallas, redes sociales y cánones de perfección establecidos. Según datos oficiales de Google, el 64% de los niños entre 2 y 5 años y el 78% de 6 a 11 años utilizan la tablet siendo Youtube la plataforma preferida para consumir vídeos online. «...Estamos criando niños infelices, insatisfechos de por vida sin ni siquiera haber empezado a vivirla, porque nunca serán lo suficientemente guapos, exitosos, ricos y talentosos, ni fuertes ni delgados para el mundo perfecto que os habéis inventado e imponéis a la fuerza. Los hemos lanzado al abismo sin paracaídas, así que cuando descubren que en el mundo real no existen filtros que los conviertan en todo eso, no son capaces de superarlo y su realidad se va a la mierda...» Muchas veces esta sobre exposición y uso de las redes sociales crea unos estándares de perfección con graves consecuencias como el bullying y el odio en las redes. Los acosadores basan su hostiga-miento en las características físicas de su víctima o en cuestiones relacionadas con la ideología, el sexo o la religión. Estos «haters» muchas veces se escudan en el anonimato y acosan de forma pública a las víctimas con comentarios públicos que en ocasiones pueden convertirse en agresiones físicas. Cada vez vemos más odio en las redes sociales ya que el anonimato, la deshumanización, la falta de empatía y el efecto arrastre son algunas de las razones que llevan a una persona a insultar en Internet. «...A mi hijo le estaban destrozando la vida, era un caso de bullying de libro y, sin embargo, nadie hacía nada. Al contrario, las represiones siempre eran para él. El psicólogo del colegio estaba igual de desinformado o más que los profesores y el resto de padres. Pero él era fuerte y fue aguantando. Siguió luchando hasta que por fin nos convenció para dar el paso, amparado por el criterio de varios especialistas. Hemos sabido que le daban porrazos contra la pared, lo tiraban por las escaleras, le decían que tenía barriga de mujer y no músculos de hombre, le levantaban la camiseta y le decían que cómo era posible que fuera por la vida de hombre cuando tenía tetas... Lo torturaron en vida de la manera más cruel posible. Esto hizo que no durmiese por las noches, tenía una jaqueca casi crónica, vértigos y malestar. Tenía miedo, mi hijo tenía solo trece años y vivía sumido en el terror por vuestra culpa...» Muchos de los niños que sufren bullying actualmente son los niños trans. El 90% de menores «trans» sufre algún tipo de acoso, según la primera Guía de Prevención de Acoso Escolar Transfóbico. Gracias a la novela de Pablo podemos reflexionar sobre el acoso que sufren muchos de estos niños por parte de otros niños incluso de los adultos y el dolor que esto provoca también en sus familias. Todo esto puede provocar graves problemas de salud mental. El uso de redes sociales está relacionado con un incremento en las tasas de ansiedad y depresión, con dificultades del sueño, y con problemas de autoimagen. El ciberbullying o acoso cibernético es un problema creciente: 7 de cada 10 jóvenes afirman haberlo experimentado. «...¿Sabes la cantidad de adolescentes que se suicidan al año por el bullying que practican adolescentes como tu hija, entre otras cosas por no pertenecer a ese mundo que tú promueves... por no encajar en vuestras normas y cánones estereotipados?...» En La cría podemos ver como se trata también el tema de la violencia vicaria que tiene como objetivo dañar a las mujeres a través de sus seres queridos y especialmente a través de los hijos. Mediante este tipo de violencia se pretende hacer daño con lo que más quieren unos padres provocando un dolor durante el resto de sus vidas. El anonimato y la perversión es otro de los temas que se trata en esta obra. ¿Hasta dónde llegan los contenidos que subimos a redes sociales? ¿Quién tiene acceso a ellos? ¿Con quién hablan nuestros hijos o nosotros mismos? Hay miles de personas que se crean perfiles bajo nombres e identidades falsas que usan para acosar y ponerse en contacto con muchos menores. En España está totalmente permito crear identidades anónimas en las redes sociales. El anonimato permite muchas veces, hacer declaraciones de forma libre, expresar opiniones sin miedo a ser juzgado por quién eres, pero puede ser usado por mucha gente de forma perversa y para aprovecharse de los más inocentes. Licenciado en comunicación audiovisual, Pablo Rivero es conocido por interpretar a Toni Alcántara en la serie de TVE Cuéntame cómo pasó, trabajo que combina con personajes en películas como De tu ventana a la mía de Paula Ortiz, Proyecto tiempo de Isabel Coixet, No me pidas que te bese porque te besaré de Albert Espinosa o La noche del hermano de Santiago García de Leániz. En teatro ha participado en montajes como La caída de los dioses, dirigido por Tomaz Pandur, Los hijos se han dormido, dirigido por Daniel Veronese, El sirviente, dirigido por Mireia Gabilondo, las tres en el Teatro Español, o Fausto, también de Tomaz Pandur, para el CDN, entre otras. Debutó como novelista con No volveré a tener miedo, un domestic thriller que tuvo una gran acogida entre los lectores y la crítica. Penitencia, su segunda novela, nos adentra en el mundo de la interpretación y la industria que lo rodea, que conoce muy bien, para dar profundidad a una envolvente trama de puro género. Las niñas que soñaban con ser vistas nos sumerge en una perturbadora historia repleta de intriga. La cría es su cuarta novela, con la que nos desvela los peligros del sharenting. (c) Violant Muñoz i Genovés (c) Mediâtica, agencia cultural
0 Comments
Leave a Reply. |
Violant Muñoz i Genovés
Archives
July 2024
|