CONFESIÓN DEL HOMBRE
I No tengo otro semblante Este soy yo Me maquillo con el corazón todos los días. La rabia no se esconde. Esta muerta En un avión de papel se fueron todas las lágrimas Pero llueven a veces como alfileres. Entonces me vuelvo fugitivo Y voy a recorrer, solo, mis ganas de ser hombre Para batirme a duelo con mí sombra En aquel desierto oscuro Donde la soledad Gana todas las batallas. Soy este: no tengo otro semblante II El mundo es una nube de polvo Toda lógica se desvanece Lo que en ese instante miras Se vuelve mariposa Un caballo a trote Puede ser tu risa Las montañas la niña de tus ojos Un viento helado es el recuerdo permanente. Somos la crucifixión de lo que aún vive El amor imposible de un pacto de sangre/ El camino que todos ven sin encontrarlo. III Soy de ese lado del camino Donde yacen los hombres banales Cuando la voluntad se cansa. Piérdete donde yo por un momento En este escondrijo maltrecho Que tiene en su razón la puerta Como el pájaro su canto Como el volcán su fuerza. Ven aquí A este tu reflejo A estas tus huellas A este cadáver de tu sombra Donde yaces IV Hay un amor que nace después de ti pero desaparece. Todo vuelve al origen, donde estás, donde te encuentro. Vivimos donde tú y yo estamos. La vida es una muerte perpetua y en la eternidad te busco. Hay un encuentro que no tiene final. Apenas el relámpago de un comienzo y una lluvia que no escampa. V Diré que vuelves desde un suspiro infinito Diré que el final es el universo Diré que somos Lo que aquí se dijo Diré que seremos lo que aquí se queda El sudor gozoso de la muerte El caracol de tus gritos Que guardan mis oídos. © Miguel Ángel Avilés *Del libro inédito de poesía inédito Confesión del Hombre.
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Miguel Ángel AvilésMiguel Ángel Avilés Castro (La Paz B.C.S. 1966.). Es abogado por la Universidad de Sonora. Practica el periodismo y la literatura desde 1990. Archives
September 2024
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