Por Miguel Ángel Avilés
De acuerdo al diccionario Yasmin- español que tengo junto a la cabecera de mi cama, para lo que se vaya ofreciendo, la clarividencia es la supuesta capacidad de obtener información sobre un objeto, una persona, un lugar o un acontecimiento físico mediante la percepción extrasensorial. Por tanto, dice la referencia bibliográfica, cualquier persona que afirme tener esta capacidad se considera clarividente. He aquí mi preocupación y el motivo por el cual quise abordar el tema frente a ustedes, pues sí leyeron bien, es suficiente que alguien afirme tener ese don, no que lo acredite, para que ya demos por hecho que incuestionablemente lo tiene. Mire pues. O sea que si a esas vamos, nomás es cuestión de que alguien se jacte de tal o cual profesión u oficio para que ya le demos el vobo y enseguida esté listo para instalar su consultorio, en donde habrá de recetar, asesorar, instruir, hacer planos, brindar terapias, aplicar inyecciones, diseñar la construcción de edificios, y listo. En nosotros, únicamente, queda confiar en todos ellos. Porque según la definición, de que le saben al negocio de andar adivinando, le saben. Es con esa mentalidad con la que seguramente, muchos acuden con el clarividente de su preferencia y además de tener resuelto todos los problemas que cargaban encima, sabrán, gracias a su consultor que le depara en los próximos años, quien le echó raras hojitas a su té, quien tiene una prenda suya metida en una almohada, quien tiene lleno de alfileres a un mono como si fuera usted, quien le quiere ganar con su pareja, por más dolorosa que sea la noticia y sobre todo, quien lo está sonsacando. Sí que es maravilloso. Creo que todo país debería de contar con la secretaría de la clarividencia. Me parece que nos evitaríamos muchos dolores de cabeza. Que la devaluación, que el dólar, que la inflación, que la taza del desempleo, que los saldos rojos, nada de eso. Todo sería nomas un mal recuerdo. Si no se puede tanto, cuando menos hay que elevar a rango constitución de que todo clarividente en México, debe ser venerado, cual, si fueran sabios ancianos, o Peso Pluma o Messi. Es que no se vale que los tengamos casi en la ilegalidad, como si fueran carros chocolates, o porciones o de cristal o venta clandestina de cerveza. Porque han de saber que esas conductas tan edificantes se encuentran tipificadas como delitos y no se me hace justo. Según el código que tengo junto al diccionario que les dije, la cosa está así: ARTÍCULO 319.- Se considerará como Fraude para los efectos de la sanción: IX. Al que explote las preocupaciones, las supersticiones o la ignorancia del pueblo, por medio de supuestas evocaciones de espíritus, adivinaciones o curaciones; u otros procedimientos carentes de validez técnica o científica. Oh Dios, me temo que más de uno está en serio peligro, si atendemos al grado de participación de cada quien. Veamos ARTÍCULO 11.- Son responsables de los delitos: I. Los que acuerden, preparen o tomen parte en su iniciación o consumación; II. Los que, dolosamente, determinan o inducen a otro a cometerlos; III. Los que, dolosamente, cooperan de cualquier modo a realizarlos; IV. Los que los llevan al cabo sirviéndose de otro; V. Los que previo acuerdo o en cumplimiento de una promesa anterior a la ejecución del delito, realicen cualesquiera de las conductas señaladas en el artículo 329 de este Código; y VI. Los que, sin acuerdo previo, intervengan con otros en su comisión, aunque no conste quién de ellos produjo el resultado. En la aplicación de las reglas establecidas en este Código, y para los efectos de la responsabilidad penal, toda persona se presumirá inocente. Es una desproporción y una ingratitud, ya que lo que debería de reconocerse como una industria generadora de empleos, pasa a ser una cadena potencialmente delictiva, en donde están involucrados hasta las televisoras que programan a estos hombres y mujeres de la mentada clarividencia. Como se podrá ver, estamos en una disyuntiva: o iniciamos una cruzada contra ellos o reconocemos su gran labor para la tranquilidad colectiva, y porque no, en el fomento de empleos directos e indirectos que trae consigo una gran derrama económica. Que los que hacen las batas con lentejuelas, que los que les venden las velitas y esas cartotas que parecen placas de carro, que los que editan los libritos y las pócimas, que los que escriben las recetas para garantizar el bien. En fin. Y es verdad que se ha colado uno que otro charlatán que nomas le anda sacando dinero a la gente, pero les juro que son las excepciones. Hay denuncias y testimonios en muchas partes del mundo y aquí, por ejemplo, en contra del clarividente Alan , pero hasta ahí. Esto se remedia, nombrando a una comisión de científicos para que certifique y garantice un control de calidad, que impida la llegada de charlatanes a esos lugares. También pudiera fundarse la primera escuela de clarividentes que a la postre formen a otras generaciones de clarividentes. Solo es una lluvia de ideas, ya la SEP tendrá la última palabra. Hay inclusos quienes proponen una agencia de clarividentes a donde usted iría a contratar uno , por una noche, por horas, por obra determinada o por tiempo indeterminado . Así nos enteraríamos a tiempo si seis meses después nos atropellara el carro de la basura,si alguien se meterá robar a la casa o ,si quieren algo especial, que acreedor buscará embargarte o qué equipo será el que elimine al Cruz Azúl la próxima temporada. Pienso yo, pero la mejor opinión es la de ustedes. Por lo pronto, les paso al costo lo que hace rato me dijo una clarividente amiga mía con respecto a los escasos lectores que tiene esta columna: Que, si no la comparten a sus contactos, algo le puede pasar. NOROÑA Noroña, el gran incansable Sentado y mirando al mar Nos dijo él muy "amable": Huevones y cosas más. Si es verdad su sentimiento Y ChangoLeon tiene razón Tonces su acta de nacimiento Es de este puerto de ilusión Porque busco aquí y allá Y no se ve su legado Ya que come de lo electoral Y vive del electorado
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Miguel Ángel AvilésMiguel Ángel Avilés Castro (La Paz B.C.S. 1966.). Es abogado por la Universidad de Sonora. Practica el periodismo y la literatura desde 1990. Archives
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